En la creencia budista consideran que la decadencia de
la humanidad será tal que propiciará la vuelta de buda para salvar a los
corazones buenos y comenzar una nueva época de paz.
Para la religión hindú, como ya vimos, existe un proceso
de creación y destrucción cíclico que coincide con el largo día de la divinidad
Bragma.
En cuanto al islamismo, una serie de pautas anunciarán la llegada del Juicio
Final: aumentará el consumo de alcóhol y
la fornicación; se extenderá la ignorancia; los líderes precisamente serán
incultos y obligarán a hacer su parecer; habrá más mujeres que hombres; una
treintena de personas afirmarán ser el Profeta, pero detrás estará el
Anticristo (Al- Dajjah); aumentará el derramamiento de sangre; el tiempo se hará
mas breve; se producirá una guerra entre dos países que desean lo mismo; aumentarán
los terremotos; llegarán el Guía y el Mesías (Jesús); dos pueblos ocultos saldrán
a la luz y comenzarán a destruir el mundo y se harán con el agua, matando a
multitud de personas hasta que Alá mande una enorme lombriz que acabe con
ellos; tres lugares se hundirán bajo las aguas (oriente, poniente y la
península arábica); de Yemen surgirá un fuego que se extenderá hacia el norte; el
sol saldrá del oeste en vez de del este; aparecerá un humo que cubrirá la tierra,
provocando un ligero resfriado a los creyentes pero una grave enfermedad a los
que no lo son; por último, la temperatura descenderá, dando lugar a la muerte
de los creyentes, pero el resto vivirá para ver el terrible final.
Respecto a los cristianos y los judíos, la llegada del fin del mundo es semejante. Además de
las señales tan conocidas, se refiere al “arrevatamiento”, es decir, una serie
de personas serán robadas – según la Biblia , San Pablo, el
Apocalipsis de Juan-, lo que provocará confusión entre los que se quedan. Algo
parecido advierten los indios americanos:
los hijos de las estrellas volverán y se llevarán algunos a otros planetas. Siguiendo
con la idea del “arrevatamiento” judeo -
cristiano, los justos – cuya frente está adornada con una palabra que sólo ve
Dios y sus agentes- desaparecerán de
pronto, provocando el caos entre los que se queden. Así durante siete años de
horror, dominados por un persuasivo Anticristo, que dirigirá el mundo a la
destrucción.. Hasta ese momento los ángeles castigarán mediante catástrofes
naturales (Libro de las revelaciones). Esto conducirá a un enfrentamiento entre
el Mal y el Bien, donde éste vencerá y comenzará una vida en el Paraíso. Esta guerra aparece descrita en los
manuscritos del Mar Muerto, que fueron descubiertos en 1947. De hecho, en
algunos textos se explica que todo procede de una especie de antigua apuesta
entre Dios y el que después sería el Ángel Caído. Para éste, el ser humano no
era tan bueno como Dios había intentado explicar a los ángeles, sorprendidos a
causa de que su jefe diera más favor a unos seres tan inferiores. Para probarlo,
había tentado a Adán y Eva (según una de las versiones) a desobedecer las
indicaciones divinas.
En cuanto a los aztecas y mayas,
merece mención el mito de las calaveras de cristal. Según la narración, existen
trece (dispersas por el planeta), que representan diferentes dimensiones o
mundos. Una de ellas es símbolo de nuestro mundo, el más joven de todos. La idea
es que en un momento dado estas cabezas de cuarzo se pondrán en marcha –tienen capacidad
para guardar multitud de datos- y nos transmitirán cierta información.
Si pasamos a la mitología nórdica, ha de tenerse en
cuenta que sus divinidades son mortales y que sólo sobreviven hasta la batalla
final entre ellos gracias a alimentarse con las manzanas de Idunn. De manera
que el fin de los días surgirá por la guerra entre dioses (Odín, Bor, Vili,
Baldr). Así se creará un mundo sin maldad.
Los mitos
grecolatinos son reflejo de otra cultura que cree en el tiempo cíclico. Hesiodo,
por ejemplo, hace referencia a cinco ciclos, en los que la vida del ser humano
se va deteriorando.
A esto podemos añadir la creencia de la existencia de otro
planeta o astro cuya órbita alrededor del sol es de miles de años. En un momento dado puede acercarse a la Tierra.
Otra idea es la de que entorno a los 25.000 años existe un
cambio en la Tierra
que produce enormes cataclismos. Esto fue muy bien explicado por Einstein. Si queréis leer la explicación, pinchad aquí
Por último, ha provocado ríos de tinta el calendario maya. Este va desde el 11 de agosto del
3114 a .
C a 21 de diciembre del 2012, momento en que finaliza la cuenta larga. Pero ¿qué
significa esta fecha? Para la cultura maya es un indicador del momento en que
los dioses volverán a la tierra -alineación planetaria y del centro de la galaxia-, pondrán fin a la degradación moral del ser
humano y surgirá otra era. Eso sí, con la ayuda de la buena gente que todavía existe dentro de esta época amoral.
Muy bueno, Patrica, con pocas palabras, nos has puesto al corriente.
ResponderEliminarMuchas gracias. Nos vemos en el próximo Fin del Mundo del Café Literario de Rivas.
un beso
Me alegra que te haya gustado. Hasta el viernes a las 21 h. Un abrazo.
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