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jueves, 2 de mayo de 2013

2 DE MAYO: VERDADERAS MOTIVACIONES QUE PRODUJERON EL LEVANTAMIENTO.

Carga de los mamelucos en la Puerta del Sol, Goya




Como se celebra hoy en Madrid el levantamiento de 2 de mayo contra los franceses, recupero una entrada sobre las verdaderas causas de tal hecho.


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Fusilamientos del 3 de mayo, Goya


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miércoles, 1 de mayo de 2013

DÍA DEL TRABAJADOR

Mientras nos acercamos peligrosamente a los  siete millones de parados, entre los que están los pertenecientes a la generación mejor preparada, y perdemos nuestros derechos, disfrutamos una fiesta cuyo significado hemos ido olvidando.

En una época en el que los patronos de las fábricas se llenaban las manos con billetes y se hacía una política imperialista (motor remoto de las guerras mundiales) para arrasar las materias primas de otros lugares (lo que ahora llamamos tercer mundo), el proletariado vivía y trabajaba en unas condiciones deplorables, inhumanas. De aquí surgió cierto sentimiento de grupo, necesario para luchar por sus derechos, que han sido los nuestros durante mucho tiempo sin que los hayamos apreciado lo que debíamos.

Así se formó el movimiento obrero, harto del ataque de los empresarios, que -como decía- se enriquecían a costa de los trabajadores, entre los que se incluían niños.

El 1 de mayo de 1886, trabajadores estadounidenses fueron a la huelga. Pedían, entre otras cosas, la jornada de ocho horas. En Chicago, duró varios días y se acompañaba de concentraciones frente a las fábricas. Comenzó una lucha campal que llevó  a la matanza de trabajadores. Esto produjo una concentración en el parque Haymarket. Un explosivo acabó con la vida de un policía. Los demás dispararon , asesinando a gran número de obreros. La prensa alentó la idea de la venganza contra los trabajadores. Se pedía un juicio. Este tuvo lugar, aunque con gran cantidad de irregularidades. Se quería unas cabezas de turco, daba igual cuáles. Cinco de los acusados fueron a la horca.

A cambio, se había conseguido la jornada de ocho horas y aumentado la conciencia social del grupo obrero.

Se celebra -especialmente en Europa- ese 1 de mayo como el inicio real del movimiento obrero. Lo curioso que en EEUU, que -aunque afirme lo contrario- asienta sus bases precisamente en las desigualdades sociales entre empresarios y proletariado, no homenajean a sus trabajadores ese día.

Ese es sólo un ejemplo de la concienciación que hubo en las clases trabajadoras por conseguir unos derechos que, por ser humanos, ya debían poseer. La corriente obrera recorrió Europa y América, surgiendo asociaciones que defendían dichos derechos. Vidas se perdieron en el camino. Ahora, algunos pretenden volver a un estado anterior, mientras nosotros  se lo permitimos. Olvidamos cuánto costó conquistar esos derechos. Deshonramos la memoria de todos aquellos que lucharon y murieron para que nosotros tuviéramos unos derechos que, ahora, dejamos escapar.


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lunes, 15 de abril de 2013

PROCLAMACIÓN DE LA II REPÚBLICA.



Hace ya ochenta y dos años se proclamó la II República con el júbilo popular. Revisemos brevemente sus antecedentes y su trayectoria.

Si comenzamos con los antecedentes, hemos de recordar que se estaba produciendo el declive final de la Restauración borbónica con la aceptación por parte del monarca de la Dictadura de Primo de Rivera, aunque, al final, éste es obligado a dimitir. Comienza, entonces, un intento desesperado del Alfonso XIII por volver a la apariencia democrática. Es lo que se conoce como dictablanda con el general Berenguer a la vanguardia para preparar el regreso del turnismo. Lo que resultaba difícil.

Mientras tenemos a Mola como Jefe de la Policía (el que luego participará en la guerra civil a favor de los sublevados) en 1930. UGT y CNT acompañan la agitación social. A esto se suma que muchos consideran que la monarquía no funciona. De modo que, en ese año, crece el apoyo a la república contra la monarquía. A esto se añaden los efectos de la crisis del 29. De manera que a la propia crisis de la monarquía (a la que se oponen, incluso, algunos antiguos monárquicos) se suma la agitación social y el pacto secreto de San Sebastián. Éste fue una reunión política con la finalidad de acabar con la monarquía. Se forma un comité republicano con Alcalá Zamora a la cabeza. Forman parte de dicho comité: Lerroux, Azaña, Albornoz, Miguel Maura, Quiroga. En octubre constituyen un gobierno provisional de República con la intención de que la sociedad se mueva, pero necesitan también apoyo del ejército. Un mes después crean un manifiesto y llegan a acuerdos tanto con las organizaciones obreras como al ejército, donde cumplirá un importante papel Ramón Franco (el hermano del futuro dictador). Se procura una revuelta militar que fracasará.  ¿La causa? El ejército había de realizar dos acciones: por un lado sublevación militar en Jaca; por otro, huelga de militares de aviación en Getafe. Sin embargo, Galón se subleva dos días antes y la huelga de militares no se hace. Mola encarcela al Comité republicano.

Berenguer dimite el 13 de febrero de 1931. El Rey pretende en ese momento que el gobierno se forme con gente no vinculada a la dictadura de Primo de Rivera. Así que llama a Santiago Alba, quien compone el gobierno con Melquíades Álvarez y Sánchez Guerra. Sigue el gobierno del admirante Aznar, quien introduce a los amigos del rey: Romanotes, Benenjo, Maura. Tienen la idea de hacer elecciones, comenzando con las municipales, pues resultaban más fáciles de comprar y manipular. Se convocan para el 12 de abril. La oposición lleva a cabo un movimiento muy inteligente: se presenta en coalición, mientras que los partidos monárquicos lo hacen por separado. Los primeros consiguen más votos y arrasan en las grandes ciudades. Sin embargo habrá más concejales monárquicos. En ese momento existen dos posibilidades: aceptar lo ocurrido y seguir con las elecciones legislativas o – como opina Romanotes- negociar y pactar con el comité republicano, que todavía está en la cárcel. El 14 de abril de 1931 se proclama la República por Zamora sin presencia de movimientos violentos, pero sí la alegría popular. El Rey abandona España.

Comienza entonces el camino de la II República española, primero con un Gobierno provisional al que suceden tres etapas.

Lo primero que hace Alcalá Zamora es convocar elecciones a Cortes Constituyentes con el fin de crear una constitución que toma como modelo a alemana de la república de Wemar (1822). Algunos de los elementos interesantes de dicha Constitución son: la soberanía popular;  la aceptación de un sistema de gobierno republicano con la posibilidad de autonomías; una estricta división de poderes con garantías de independencia del poder judicial; cortes unicamerales, elegidas por sufragio universal y al las que se exigen responsabilidades; amplia declaración de derechos (establece el divorcio, la mujer puede votar por primera vez), con regulación de garantías; libertad religiosa total y separación Iglesia – Estado (además  obliga a las órdenes religiosas a inscribirse como el resto de asociaciones y ya no depende de otra potencia). Se aprueba esta constitución –mucho más adelantada que la actual- el 9 de diciembre de 1931 y permanecerá hasta abril del 39.

Se hacen elecciones para formar el nuevo gobierno constitucional. Azaña será el Presidente de la República; Azaña, el Jefe de Gobierno.  Comienza así lo que se ha denominado el bienio socialista (1931 -1933). Y este Gobierno debe enfrentarse a muchos problemas que han dado lugar a una España retrasada. Saben qué hay que hacer, pero encontrarán muchas dificultades. Entre ellas el recuerdo de lo poco que duró la I República. Esto seguramente que provoca la ansiedad de intentar hacer los cambios rápido, demasiado rápido en un país donde los privilegiados llevan siglos fortaleciéndose.

Va a ser una etapa de numerosas y valientes reformas: agraria, del Ejército, del sistema educativo, de la estructura del Estado, laboral, de la influencia de la Iglesia, de la Administración, de economía, de planes de obras públicas. Vamos a comentar cuatro de dichas reformas.

Comencemos con la agraria. España se divide en húmeda y seca, lo que produce grandes desigualdades que se representan por el norte de minifundios y el sus de enormes latifundios que pertenecen a unos cuantos. Son tierras no trabajadas en su totalidad, mientras la gente sufre hambre. Se decide dividirlas repartir  entre pequeños propietarios. El problema es la oposición de los ricos y grandes terratenientes. Esto provoca que la reforma vaya con lentitud –lo que enfada al pueblo- y, además la iniciativa se corta con la guerra que provocan los sublevados.

Como puede ver, querido lector, la República se ha enfrentado al primer grupo de privilegiados: los terratenientes.

Sigamos con la reforma del Ejército. Éste presentaba varios problemas: numerosa oficialidad (en proporción, más altos cargos que soldado raso), mal equipado y entrenado. El único más o menos operativo es el que permanece en África. Azaña ve lógico que no haya un gran ejército, pues ya se habían perdido las colonias. Además, procura evitar una tendencia que había surgido en el XIX: la presencia política de militares. A esto suma el retiro obligatorio. Dichas medidas van a provocar mayor enemistad con el Ejército. Ya existen dos grupos poderosos contra la República.

Pero todavía queda la omnipotente Iglesia. La República desea que avance España. Por eso es lógico que elimine todos los elementos que la estancan en la Edad Media: prohíbe la compañía de Jesús; analiza bienes de la Iglesia; la considera como una asociación más, por lo que no está financiada por el Estado; los cementerios pasan a ser públicos; instaura el matrimonio legal fuera de la Iglesia; incluye el derecho a divorcio.

Sin embargo, el poder de la Iglesia se extendía especialmente mediante el adoctrinamiento que llevaba a cabo en la escuela. La “educación” era la actividad principal de la Iglesia. La República crea, entonces, numerosas escuelas. La enseñanza –por fin, como en todos los lugares avanzados- pasa al Estado. La Iglesia  puede continuar como entidad privada. Así no mal influye y manipula a la sociedad.

Todo esto va a llevar al problema religioso, a la sublevación del General Sanjurjo y los sucesos de Casa Viejas. Esto va a provocar  la convocación de elecciones.  Comienza el bienio radical cediste (1934 – 36). Así que participan la CEDA de Gil Robles y el Partido Radical de Lerroux, por lo que no sorprende que sus medidas: suspende la reforma agraria, el Estado vuelve a financiar a la Iglesia, amnistía al general Sanjurjo.

Las medidas mencionadas llevan al malestar y malas condiciones de vida del pueblo. Da lugar a la revolución de 1934: huelga general; en Barcelona, el presidente Campanys proclama el estado catalán, lo que provoca el estado de guerra; en Asturias, los mineros se hacen con armas para pedir la república socialista, pero se  manda al ejército.

La petición  y la queja popular son ahogadas por el gobierno conservador. Sin embargo, en 1936 sale a la luz el caso de corrupción del partido. A diferencia de nuestros días, el gobierno es censurado y se convocan nuevas elecciones. La izquierda se vuelve a presentar unida en el FRENTE POPULAR contra una derecha fragmentaria. El pueblo vota a la coalición de izquierdas.

Se inicia el periodo de gobierno del Frente Popular con Azaña en la Presidencia. Las dos consecuencias principales de que la izquierda vuelva a la República son: el aumento de la filiación en la Falange, pero también en el Partido Comunista. Además existe una serie de problemas de orden público: enfrentamientos entre militares de derecha e izquierda; los patronos  niegan las reivindicaciones obreras y cierran fábricas; UGT y CNT presionan al Gobierno con sus reivindicaciones. A estos se añaden otras dificultades: los militares y políticos de derecha conspiran; los diputados comunistas acusan a la derecha de provocar desorden; Calvo Sotelo acusa a la República de la ruina de España; el 12 de julio el teniente Castillo (izquierda) es asesinado por militares de derecha, los amigos de aquél van a vengar a su amigo y matan a Calvo Sotelo (derecha). La muerte de éste es la excusa que emplea la derecha para sublevarse, aunque lleva preparándose desde las elecciones. De hecho, hay que recordar que, al ganar el Frente Popular, parte del país (ejército, Iglesia y terratenientes, los privilegiados del Antiguo Régimen) considera que se acerca una revolución. El Frente Popular asegura que va a continuar con las reformas que la CEDA y el Partido Radical habían roto. Al conocer los resultados electorales, Franco se presenta ante el presidente del Gobierno –Portela Valladares- y le propone el estado de guerra para anular las elecciones (¡qué acostumbrados están a la corrupción!). Portela  se niega. El pueblo ha hablado. Fracasada la misión de Franco, comienza la conspiración que llevará a la lucha de las dos Españas. Pero eso ya es otra cuestión.



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martes, 12 de marzo de 2013

ORIGEN DEL SÍMBOLO DEL DOLAR

Parece ser que el símbolo del dolar procede de España. Cuando los españoles emplearon la plata para crear sus monedas, grababan el escudo. En él se encontraban las dos torres de Hércules. Éstas son el origen de las dos barras paralelas que cruzan verticalmente la "S".



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jueves, 6 de diciembre de 2012

¿POR QUÉ NUESTRA CONSTITUCIÓN DE 1978 ES COMO ES?


Hoy, 6 de diciembre, día en que se celebra la aprobación de la constitución de 1978 vamos a hacer un breve repaso de las situaciones que condicionan que sea como es. Todavía recuerdo que, siendo niña, se celebraba con verdadero entusiasmo popular cada uno de los cumpleaños de la Carta Magna, como si se respirase con alivio porque nadie hubiera hecho una revuelta violenta que terminara con la joven democracia. ¿Qué nos ha pasado?

Remontemos un poquito. La etapa contemporánea de nuestra historia comienza más tarde que en otros países (siempre a la zaga). Mientras que el pistoletazo de salida y abandono del Antiguo Régimen sucede en el resto con la Revolución Francesa en 1789, la fuerza de las elites sociales en España hace lo posible para que esa evolución no se dé. Y van a hacer continua presión incluso en nuestros días. Es decir, a lo largo del XIX, XX y en la actualidad van a existir ciertos grupos (los antiguos privilegiados) que hacen lo posible (muchas veces con malas artes) para volver a un sistema anacrónico en el que la mayoría paupérrima y analfabeta se vea esclavizada por sectores minoritarios que acumulen la riqueza y derechos.

Como decía, en España se da más tarde la caída del Antiguo Régimen, hacia 1808, que pone al país en una grave situación hasta 1814. Aróstegui considera que la etapa contemporánea sufre grandes ciclos, periodos con longitud paralela  en relación con las generaciones (dos, concretamente).



Estos ciclos producen cambios con verdadera actividad histórica, a saber: la Guerra de Independencia, la I República, la II República y la Guerra Civil, la muerte de Franco. Cada uno de estos momentos provoca un conflicto que da lugar a un cambio: la Guerra de Independencia, la II Guerra Carlista, la Guerra civil por antonomasia (más devastadora, aunque más breve). Y esto explica el miedo y la inquietud existente en 1975. Mucha gente temió una nueva guerra civil. Y esto resulta de gran relevancia para explicar todo lo que sucede en la transición, incluso nuestra propia Constitución.

Vamos a revisar brevemente el tercer ciclo, el que va de 1931 a 1975. En 1931, tras un periodo de corrupción, de turnismo de partidos, de crisis provocada por las elites, el sistema de la Restauración (que es una vuelta al Antiguo Régimen) se viene abajo con la II República que intenta modernizar España. Sin embargo, para hacerlo ha de tocar a esas elites poderosas que quieren volver a los privilegios medievales que les otorgaba el Antiguo Régimen: Iglesia, Ejército y grandes terratenientes (los nobles medievales, los patronos decimonónicos y los grandes empresarios de la actualidad). Se abrió un largo periodo de dictadura que suprime el liberalismo y que vuelve al Antiguo Régimen, abierto por varios años de conflicto entre los que pretenden el progreso contra los opuestos. Y dicho periodo no concluye hasta la muerte del dictador en 1875, aunque sufría ya antes unos momentos de profunda crisis ligados a cambios sociales y al atentado contra Carrero Blanco el 20 de diciembre del 73. Había aparecido una fuerte oposición instruida, concienciada y evolucionada. Un mundo obrero  español evolucionado y el universitario a los que se unió la Iglesia (parte al menos)   con un cambio de actitud desde el Concilio Vaticano II.

Pero el Régimen se enfrentaba a otos problemas: ideología envejecida, diferencias internas y una minoría de población que había vivido la guerra.

Al morir el dictador, los sectores inmovilistas del Régimen predominaban y pretendían perpetuar el sistema. Sin embargo, no es lo que deseaba la mayoría de la población. Especialmente los jóvenes y ciertos grupos sociales. Ni la opinión internacional.

Así que la situación se caracterizaba por: la disgregación de posturas políticas también dentro del régimen (“reformistas” y el búnker); incapacidad de encontrar camino que renovara el Régimen con alguna libertad real; fortalecimiento de la oposición desde la derecha a la izquierda, incluyendo el sindicalismo clandestino; oposición al Régimen de la Iglesia y núcleos clandestinos dentro del propio ejército; a lo que se sumaba la crítica desde el extranjero y la crisis económica del petróleo, que comenzó a perjudicar a muchos españoles. Arias Navarro no fue capaz de enfrentarse a ello.

La oposición iba fortaleciéndose desde los  sesenta y comienza a unirse durante los setenta.

Mientras, los franquistas discutían quién sucedería a Franco y cómo. Unos pretendían mantener el Régimen según las Leyes Fundamentales Franquistas; otros apostaban por su desmantelamiento y dar un paso a la democracia. Pero…¿qué régimen se seguiría? ¿Monarquía? ¿República? ¿Por qué vía? ¿Ruptura revolucionaria? ¿Gobierno Provisional? ¿Cortes constituyentes? ¿Reforma gradual?

Lo que atraía a los franquistas inmovilistas era continuar con el régimen mediante retoques aparentes, maquillaje que lo disimulara y le diera la presencia de una democracia ficticia.

Otros, como los católicos monárquicos y otros reformistas, pretendían poner en marcha un proceso de cambio que se ajustase al régimen franquista y lentamente llegara a un régimen democrático como los europeos.

En cambio, la oposición proponía la ruptura y la entrada del proceso constituyente: elección de gobierno provisional, convocación de cortes constituyentes, referéndum para formar Estado (postura republicana), elecciones generales.

Dos días después de la muerte de Franco, Juan Carlos de Borbón juró como Jefe del Estado. Se forma un nuevo gobierno con Carlos Arias Navarro al frente. Constituyó un gabinete con tres vicepresidencias: Defensa (general De Santiago), Gobernación (Manuel Fraga) y Hacienda (Juan M. Millar Mir). Además también se encontraba Adolfo Suárez (falangista).

El Rey decidió nombrar presidente de las Cortes y Consejero a Torcuato  Fernández Miranda (antiguo vicepresidente de Gobierno con Franco).

Pero el gabinete no podía avanzar porque no se ponía de acuerdo. Esto hizo que el presidente de las Cortes (Fernández Miranda, decidido a hacer reforma controlada) empezara a tomar protagonismo intentando que las Cortes heredadas del Franquismo fueran un instrumento por el que pasaran las reformas. Mas la resistencia de éstas era fuerte y rechazaba los proyectos. La relación entre el Rey y el Presidente del Gobierno no es buena, lo que se hace patente en las declaraciones del primero en Newsweek afirmando que la política de Arias Navarro era un desastre. Aseguraba que España sería un Democracia. Así consiguió la dimisión de éste  en junio del 76, gracias también a las movilizaciones de la oposición y del pueblo. Así se puede ver que la Transición no es resultado solo de negociaciones, sino también del activismo social. La juventud se preocupó por los asuntos políticos.

El “orden público” –o el miedo que daba las consecuencias de un pueblo unido- fue una de las obsesiones de Manuel Fraga. Un conflicto de gran gravedad fue la huelga general de Vitoria, donde la represión causó muertes. Prueba, como decía, del pánico que producía que el pueblo se uniera y provocara la caída de los privilegiados. Por eso el PSOE, PCE y PSP de Tierno Galván creían poder forzar una decisión de ruptura con el régimen franquista. Sin embargo, la oposición monárquica y cristiana –demócrata desconfiaba de una clara ruptura.  Y así se llegó a mediados del 76.

Había que elegir nuevo presidente entre Federico Silva Muñoz, Gregorio López Blanco y Adolfo Suárez. El preferido tanto de Fernández Miranda como del Rey era el último, que sería nombrado el tres de julio, lo que desconcertó a la opinión pública. Ninguno de los principales políticos  quiso formar Gobierno con él. De modo que se unieron políticos jóvenes de ideología democristiana, de la oposición moderada del franquismo y “azules”, reformistas del interior del régimen franquista.

Lo que se pretende es utilizar los propios medios franquistas para que, sin cambios drásticos, pueda llegarse a la Democracia. Lo principal para conseguirlo era: desmantelar el régimen desde su interior y buscar el consenso con la oposición externa. Pero este proyecto tenía enemigos: inmovilismo franquista y la oposición histórica al franquismo.

Se pretendió aprobar la Ley para la Reforma Política, que se presenta al Consejo. Antes, Suárez se acercó a la cúpula militar para explicar el alcance de la reforma, indicando que no se iba a legalizar el PCE, que no habría elecciones ni represalias por los cuarenta años de Dictadura. Para defenderla, se utiliza a Primo de Rivera. Pero la aprobación mayoritaria no sólo se debió a las estratagemas de Adolfo Suárez de Fernández Miranda, sino también a las amenazas de Europa. Sólo se opuso el búnker, pero su fuerza ya era débil. Se había aprobado el sufragio universal porque se había asegurado: la conservación del estatus, el predominio de la derecha, la no responsabilidad ante la Dictadura, el mantenimiento de la ilegalidad de la izquierda más agresiva.

Ahora faltaba atraer a la oposición hacia la reforma. Sin embargo la oposición interna torpedeaba la ley convocando huelga y absteniéndose en la votación.  Desconfiaba porque la veía como obra de la corona y del franquismo. Deseaba medidas inmediatas y de ruptura total junto a un proceso constituyente.

A pesar de la presión que sufría Suárez desde un lado y otro, debía dar otro paso. Sería la aprobación de la Ley de Asociaciones. Y debía hacerlo sin levantar desconfianza entre el Ejército.  Así que se reunió con la cúpula militar para explicar el alcance de la misma. Y aseguró que no se aprobaría el PCE. Pero Suárez, desde el inicio, mantenía reuniones secretas con la oposición (Felipe González, Jordi Pujol, Tierno Galván), pero no había conseguido atraer a los comunistas, que no se fiaban nada, además que al principio no habían sido tenidos en cuenta. Pero al final, el 27 de febrero del 77, tuvo lugar la reunión con Santiago Carrillo. Y se percataron de que estaban de acuerdo en bastantes asuntos. Una cuestión clave fue la legalización del PCE. Aunque la oposición externa se oponía a la forma de hacer las cosas,  el Gobierno necesitaba legalizar la oposición para legitimizar el cambio de régimen. Para ello se necesitaban elecciones generales y llevar a la oposición a las mismas. Pero el éxito del procedimiento se basaba en eliminar la resistencia del franquismo.

Resultaba vital agrupar sectores políticos normales.

Tras la elección de nuevas Cortes vino la fase constituyente desde junio del 77 a febrero del 79. Pero la crisis era tan dura desde los inicios de los setenta que había que enfrentarla de manera conjunta entre todas las fuerzas. El resultado: los Acuerdos de la Moncloa.


El 15 de diciembre del 76 la Ley de Reforma Política fue llevada a referéndum. La oposición histórica promulgó la abstención, porque no se fiaba de nada que viniera del régimen. Pero, finalmente, los partidos políticos fueron entendiendo que era la única vía de legalización, por lo que necesitaban un cambio  de estrategia.

Se ha abierto el camino para legalizar las huelgas (marzo del 77) y aceptar el derecho de asociación sindical (abril del mismo año). Faltaba la legalización de los partidos políticos.

Aparecieron numerosos partidos políticos (de derecha e izquierda) ante la posibilidad de participar en el proceso electoral. Pero a la legalización del PCE se oponían: el Ejército, la extrema derecha franquista, parte de la derecha pragmática (Fraga), parte de la opinión popular. Mas Suárez  hizo una sigilosa preparación de la legalización del partido. No comunicó su intención a los ministros y emitió el decreto de legalización en las vacaciones de Semana Santa (abril del 77) cuando la actividad política era mínima.

Aparece gran cantidad de partidos: de derecha (Alianza Popular –con Fraga a la cabeza-, Partido Popular, CIU), de centro (UCD en torno a Suárez, pero con el problema de la heterogeneidad ideológica), de izquierda (PSOE, PCE, PSP) y anarquista.

Las elecciones sirven para barrer algunos partidos del mapa electoral y saber el pensamiento español: un pluralismo moderado. Y se caracteriza por distancia ideológica, bipartidismo competencia por el centro.

Los resultados electorales plasmaron la heterogeneidad. Hubo 79, 92 % de participación tras 41 años sin elecciones. Pero ningún partido obtuvo la mayoría absoluta de 350 escaños de diputados y 201 de senadores. UCD  venció con 165; el PSOE se convirtió en la gran fuerza de la oposición con 118; el PCE obtuvo escaso apoyo con 20 escaños; lo siguió el PSP de Tierno Galván y Alianza Popular de Fraga (quien había formado parte de la Dictadura desde muy pronto). Así que Suárez formó el primer gobierno en junio del 77. Y así desaparecieron las Cortes heredadas del Franquismo.

Las nuevas Cortes tenían una tarea muy relevante a petición del pueblo: la elaboración de la Constitución. Una vez hecho esto, Suárez disolvió las Cortes como si sí hubieran sido constituyentes (1979). Pero vamos a explicar cómo se llega hasta allí.


La preparación de la Constitución de 1978 se debió a un gran esfuerzo por mantener el consenso de partidos, una ley fundamental aceptable para todas las posturas. Y sirvió en ese contexto para evitar un levantamiento que produjera otra guerra. Sin embargo, se quedaría a medio camino de lo verdaderamente democrático. De hecho, algunas constituciones anteriores resultan más adelantadas (1812 y la de 1931). De manera que la necesidad de consenso produjo peculiaridades en la nueva Carta Magna: largo tiempo que tardó en ser preparada; menos progresista que la del 31 y además ambigua (como en el diseño de las Autonomías –Título III-y respecto a la función última de las fuerzas militares; aceptación de otras lenguas, pero la obligatoriedad del español.

La Constitución se terminó en octubre del 78, aprobada por las Cortes. Después se hizo referéndum. Ya teníamos nueva constitución el 6 de diciembre de 1978 tras una larga dictadura que había metido al país a una involución de varios siglos.

La novedad es que es la primera constitución española no hecha por un partido, sino por consenso. Pero esto produce la ambigüedad que la caracteriza.

Resulta un texto breve, de  ciento sesenta y siete artículos. Es de naturaleza democrática, que apuesta por la Soberanía Nacional, la Monarquía Parlamentaria, las cortes bicamerales (Congreso y Senado, que responde a las presiones del búnker franquista), Derechos y libertades, Derecho de Autonomías (aunque ambiguo), oficialidad del castellano y cooficialidad de las distintas lenguas del país.

Al aprobarse en referéndum, se disuelven las Cortes (ambas cámaras) y se convocan nuevas elecciones en enero del 79 (tanto generales como autonómicas). Con ellas empieza la etapa de consolidación de la Democracia, aunque el golpe de Estado hizo ver que no sería así hasta 1982.

Hemos visto que la Transición se debe a negociaciones políticas y a movimientos populares que presionan, todo envuelto por la crisis del petróleo. Sin embargo, existen otras fuerzas influyentes en todo lo que sucede. Unas fuerzas más o menos ocultas: Ejército, Iglesia, Banca y poderes financieros (¡qué sorpresa!) y la prensa.

En cuanto al Ejército, es heredero de los vencedores de una cruenta Guerra Civil y compuesta por muchos de los participantes de la misma. Un claro obstáculo para el sistema democrático. De ahí que primero presionaran y después dieran el golpe. Sin embargo, tras la muerte de Franco, carecía de líder claro. Y esto restaba unidad necesaria para la victoria. Además, algunos generales (pocos) participaron en la reforma desde dentro, llegando, incluso, a la vicepresidencia del gobierno con Suárez. A esto se suma que las reformas que se llevan a cabo en el Ejército se hacen de manera lenta y sin herir intereses (vamos, que casi no tocan nada) a diferencia de lo que ocurrió en la II República.

Respecto a la Iglesia, fue mucho más inteligente. Apoyó el cambio político –al menos en apariencia- siempre esperando no perder sus privilegios.

Pero la creación de la opinión de la época se debió a la labor de la prensa. Continuaban periódicos franquistas, como ABC o la Vanguardia (que hay a gente que se le olvida lo que lee); había prensa propiamente del Estado; nacieron periódicos nuevos como El País (1976).
Y sobre la Banca y los poderes financieros…ya sabemos lo que hay detrás, de dónde proceden y cuáles son sus intereses. Mucho cuidado, que lo que sufrimos ahora viene de largo. Lo relevante es que tenían mucho poder y grandes intereses por guardar sus privilegios.


La disolución de las Cortes tras la aprobación de la Constitución daba por terminada la difícil etapa constituyente (1979 a 1982), problemas que se hacen patentes con la crisis interna de UCD y el golpe de Estado de febrero del 81.  El hecho de  que éste acabara en fracaso prueba que hubo mecanismo de defensa de las instituciones, siendo de gran relevancia el papel de la Corona.

En marzo del 79, las elecciones dan a UCD como vencedor, pero con la coalición de PSOE Y PSP pisándole los talones. En cambio, en las autonómicas vemos que los grandes núcleos urbanos apuestan por la izquierda. De este modo Madrid fue gobernado por Tierno Galván, uno de los mejores alcaldes de la capital (¿pero qué le ha pasado a los madrileños? ¿han involucionado para votar a los mismos que nos metieron en una guerra civil y formaron una dictadura para no perder su privilegios?; cada día me sorprenden y decepciono  más).

Suárez forma nuevo gobierno, pero ha de enfrentarse con los problemas económicos heredados y con los de la crisis del petróleo,  también con las luchas internas. Y la oposición política no se alegraba con la idea de que un partido cuyos miembros eran de origen franquista estuviera en el poder. El PSOE presentó una moción de censura.

Suárez hizo pública su idea de dimitir. Lo sustituyó Calvo Sotelo, que pretendía renunciar a la política reformista. Las luchas internas continuaban, pero todo explotó con la aprobación de la Ley de Divorcio, que separó a socialdemócratas y democratacristianos.

Mas la bola se hizo mayor con la extensión de una epidemia incontrolable: “el síndrome tóxico”. Y el Gobierno no supo qué medidas tomar. Esto produjo varias muertes. Esto haría patente la pervivencia de la presión militar. Aparece Manifiesto de los cien, por el que los oficiales piden la autonomía del Ejército (uff). Hacía patente que el ejército se oponía a la Democracia y que la desafiaba.

UCD comienza a hundirse, como prueba su descalabro en las autonómicas gallegas. Además Calvo Sotelo no se entiende con Suárez. Pero el partido cae cuando el propio Adolfo Suárez decide abandonar UCD y formar otro partido: Centro Democrático Social.

Calvo Sotelo disuelve las Cortes. Las elecciones generales se celebran el 28 de octubre de 1982. y se dio un cambio de ciclo en la política española al producirse la victoria del PSOE. Esta fecha es el fin del proceso de Transición y el comienzo de la España democrática, ya que forma gobierno un partido ajeno al entorno franquista.

La izquierda venció ampliamente respecto a la derecha –Coalición Popular (ya con sus estratagemas semánticas para engañar al pueblo), formado por Alianza Popular de Fraga y el Partido Popular, como se ve dos grupos con miembros franquistas-. Pensó, entonces, que, por fin, se estaba superando la lucha que había dividido a los españoles desde los años treinta. Se equivocaba. Y, lo que es peor, subestimó la capacidad manipuladora de la derecha, así como el vicio del pueblo de olvidar la Historia.



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lunes, 19 de noviembre de 2012

ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE CANALEJAS

Por si no lo visteis la semana pasada, recupero una entrada sobre el asesinato de Canalejas, una de las figuras más relevantes de nuestra Historia del siglo XX.

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sábado, 22 de septiembre de 2012

VÍDEO SOBRE LA NOVELA HISTÓRICA "ARLÉN, EL GUERRERO BELO"

Os dejo un vídeo presentación de la novela histórica Arlén, el guerrero belo de Ake Marín. Es muy interesante.



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martes, 4 de septiembre de 2012

"LA PAPISA JUANA" DE JOSÉ GUADALAJARA



Hoy traigo para este apartado de curiosidades un enlace muy interesante sobre la Papisa Juana. ¿Es una leyenda? ¿Una realidad? Descubridlo aquí.
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sábado, 18 de agosto de 2012

MOTÍN DE ESQUILACHE





Hoy lo vamos a dedicar a un poquito de historia. Nos remontaremos al siglo XVIII español. Concretamente al Motín de Esquilache, sucedido durante el reinado de Carlos III.

¿Quién era Carlos III? Hermanastro de Frenando VI, a quien sucede por morir éste sin descendencia. Es el primer hijo de Felipe V con Isabel de Farnesio.


Cuando accede al trono en 1759 cuenta ya con cincuenta y tres años y larga experiencia como rey de Nápoles. Es considerado gobernante reformista, pero con orientación propia que sorprende a sus súbditos y gana su cariño por su seriedad, capacidad e integridad. De igual manera ocurría en su vida privada, siendo de los pocos reyes que han sido fieles a sus esposas.

Durante su reinado, que casi ocupa la segunda mitad del XVIII, lleva a cabo una serie de reformas, aprendiendo de las experiencias del pasado. Pero no gobierna sólo, sino que lo hace con sus ministros. Empieza rodeándose de hombres sabios con los que ha trabajado en Italia, como Grimaldi y Esquilache. Sin embargo, la sociedad española no está preparada para los cambios. Esto obliga al rey a girar su manera de hacer las cosas y adoptar un modo más tradicional, lo que hace que el éxito de las reformas sea nulo. ¿El punto de inflexión de una a otra forma de gobernar? El Motín de Esquilache.

Desde 1760 existía un periodo de alteraciones climáticas que provocaron problemas de abastecimiento.

Cinco años más tarde, el monarca consideró conveniente la Pragmática de libre comercio y liberalización del grano. Sin embargo, a pesar de satisfacer un deseo ilustrado, existía la mala fe de algunos, que guardaron el grano para venderlo después a alto precio.

A esto se sumaría una serie de contextos locales, entre el que destaca Esquilache en Madrid. Este ministro italiano se preocupó por la limpieza  (recuerde, querido lector, lo sucia que era la capital y cómo ladescribían los autores extranjeros) y el alumbrado de la ciudad. Pero era una medida que –por haberla dejado durante tanto tiempo- resultaba cara, necesitando un impuesto extraordinario. Además, en 1766, mediante un bando municipal prohíbe el empleo de capa larga y sobrero de ala grande, empleados en duelos, asesinatos y robos.


Todo esto no gustó nada al pueblo, juntándose el problema de abastecimiento y la xenofobia típica de sociedades poco inteligentes. En definitiva, el 23 de marzo de 1766 estalló un motín en  Madrid, precedido por numerosos pasquines (curioso pues la mayor parte del pueblo no sabía escribir) que criticaban los procedimientos de los ministros extranjeros. Comienza un enfrentamiento entre embozados y soldados que termina con el saqueo de la casa de Esquilache, rotura de farolas (como habían sido tan baratas…).
Al día siguiente existe otro nuevo enfrentamiento que termina con una dura represión por parte de la guardia walona. Al final, Carlos III sale al balcón y accede a escuchar las propuestas de los “revoltosos”. Las acepta, mas sin mucho ánimo de cumplirlas tal como da a entender al marcharse a Aranjuez.

Las propuestas del pueblo eran las siguientes: destierro de Esquilache, sustitución de ministros extranjeros por españoles (lo que significaba que la nobleza volvería a controlar el poder), reducción de los precios de los alimentos, anulación del bando sobre capas y sombreros (así, para seguirse matándose a gusto; vaya panda).

Como indicaba, el monarca marcha a Aranjuez. Sin embargo, el pueblo le hace ver que seguirán las revueltas hasta que cumpla su palabra. Obligado por las circunstancias, aunque no era lo más acertado, expulsa a los italianos del gobierno. Y esto tendrá una gran repercusión, puesto que el gobierno de Carlos III cambia hacia posiciones más tradicionales.

Hay que tener en cuenta, además, que el Motín de Esquilache no es aislado, sino que el movimiento madrileño insta a otras zonas.


Pero los disturbios del Motín de Esquilache son objeto de diferentes interpretaciones por los historiadores, ya desde la época: 1) son motines motivados por la aristocracia y el clero que se aprovecha del descontento popular para eliminar a Esquilache y ascender a Ensenada; 2) son movimientos espontáneos; 3) fueron preparados por grupos poderosos (oligárquicos, aristocráticos y eclesiásticos) que quieren llevar a cabo reformas sin revolución; 4) causados por el hambre y la xenofobia.

De estas cinco interpretaciones destacan tres ideas: 1) subida de los precios e intervencionismo del Gobierno en vida cotidiana que facilita la oposición del grupo privilegiado a Carlos III y manifestación del descontento popular; 2) el motín de Madrid sirvió de ejemplo a otros; 3) reacción de los privilegiados, que conspiran contra Carlos III, de ahí que ya no sea el mismo.

Personalmente, especialmente desde que empecé a documentarme para una novela histórica que tengo entre manos, estoy de acuerdo en la idea de que la política reformista no gustó nada a la nobleza y clero, muy acostumbradas al poder. Hicieron una campaña propagandística contra esos ministros que eran una amenaza para sus privilegios. Para ello emplearon los pasquines difamatorios y aprovecharon las malas cosechas para enrabietar al pueblo, desesperado por la hambruna y que no pensaba por sí mismo. Vamos, que la historia se repite una y otra vez. Pero como en este país eso de estudiar esa materia  se ve de manera peyorativa…, pues así nos damos los mismos porrazos siglo tras siglo. Sólo recuerdo que aquellos que menosprecian el conocimiento pretenden que no seamos independientes. Así podrán manipularnos una y otra vez, como lo hicieron la nobleza y el clero con el Motín de Esquilache para quitarse de en medio a los que estaban mejorando las condiciones de la sociedad y eliminando el poder de los privilegiados.


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sábado, 28 de julio de 2012

APUNTES SOBRE LOS JUEGOS OLÍMPICOS

Han llegado las Olimpiadas, así que vamos a recordar algunos datos sobre ellas.

Los Juegos Olímpicos eran en su origen unas fiestas religiosas, culturales y deportivas celebradas en Grecia -en la ciudad de Olimpia- desde 776 a C al 392 d C (momento en el que el emperador Teodosio I los prohíbe por considerarlos paganos) cada cuatro años en honor a Zeus. Resultaban de tal importancia que las guerras tomaban una pausa para que los Juegos -desarrollados por Heracles, según cuenta la leyenda-  tuvieran lugar bajo la vigilancia de la gran estatua de Zeus y la llama olímpica. Se competía en lucha, pentatlón (que incluía lanza de jabalina, de disco, salto de longitud),salto de longitud, carreras de carros e incluso modalidades artística. Eso sí, sólo participaban hombres, teniendo estrictamente prohibida la entrada las mujeres.

El ganador era premiado con una corona de laurel -símbolo del dios Apolo- y una estatua.

Los Juegos fueron recuperados -desde un punto de vista deportivo- en 1894 por el barón de Courbertin, pedagogo que consideró que el encuentro entre atletas de diferentes naciones disminuiría las tensiones del mundo (en plena lucha imperialista). Consiguió, además, que se hicieran en Atenas, a pesar de las presiones para que se hicieran en París.

A él le debemos también el diseño de los cinco aros olímpicos (1914), simbolizando los cinco continentes unidos por el deporte, así como todo el protocolo.

A pesar de que comenzar siendo un hombre rico, murió en la miseria -había dado todo por la causa olímpica- y olvidado por todos. Su último deseo fue que trasladaran su corazón a Olimpia. Allí, bajo una estela de mármol, descansa.
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lunes, 9 de julio de 2012

CATALINA II LA GRANDE

Tal día como hoy, en 1762, Catalina II la Grande se convertía en emperatriz de Rusia. Esta princesa alemana se había casado con Perdo III como un intento de que Prusia y Rusia se unieran en perjuicio de Austria. El matrimonio parece que no fue consumado. Fuera como fuere, el caso es que ambos tomaron amantes y Catalina entró en contacto con opositores de su marido. Así que fue la vía para  deponer al emperador, empleando un golpe de la guardia del palacio. Es posible que lo mandara asesinar.

Una vez convertida en emperatriz, su política se inspiró en  el despotismo ilustrado, pero fue reforzando el poder apoyándose en la nobleza. Dos de sus decisiones (la supresión de  la autonomía de Ucrania y el incauto de los bienes eclesiásticos) provocaron una posterior revuelta popular de Pugachev. Por contra, extendió el territorio por medio de una serie de tratados, mejoró la administración y protegió tanto las artes como las ciencias.

Para más información leer el siguiente enlace
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TAL DÍA COMO HOY...

... el 9 de julio de 1816, Argentina declara su independencia respecto España.
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TAL DÍA COMO HOY...

...el 9 de julio de 1746 fallece Felipe V de España.
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sábado, 16 de junio de 2012

"LA INQUISICIÓN EN ESPAÑA" POR ÁNGEL GÓMEZ MORENO

Os dejo un enlace a la web de José Guadalajara, donde Ángel Gómez Moreno ha participado con un interesante artículo sobre la Inquisición en España. Esto me ha recordado -además de  a uno de mis profesores preferidos de la facultad- a una exposición sobre los instrumentos de tortura de esta terrible institución que podía verse en Santillana del Mar. Sólo puedo decir que se sale de allí con el alma descompuesta al imaginar (y yo tengo mucha imaginación) las barbaridades que se le ocurre al ser humano para dañar a otro.

He de advertir que las imágenes que aparecen aquí son sólo de la maquinaria que mostraban a la entrada. Lo verdaderamente espeluznante se encuentra en el interior del edificio.


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