miércoles, 20 de junio de 2012

EL "RESCATE" DE GUANTE BLANCO



El temido “rescate” ha llegado ocultando intereses privados. Y lo ha hecho a escondidas, como hace todo este gobierno, mientras la gran mayoría es hipnotizada –porque se deja- por el fútbol, el tenis y la fórmula 1. Y todo aderezado con mentiras y carencia del civismo que da el razocinio.

En definitiva, a pesar de tener el ejemplo claro de Islandia como el buen camino a tomar, nos hemos dejado engañar por una camarilla de gente a la que importamos bien poco (aunque luego agarren el argumento manido del patriotismo y sandeces por el estilo) y que se centra sólo en coger lo que pueden para evitar hundirse en el agujero privado que han cavado durante años –a pesar de que echen la culpa hasta al gato del vecino-. Coger no es la palabra acertada, más bien ROBAR. Me explico: consiguen que Europa suelte dinero a España (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, es decir, al Estado y no a los bancos). Aquí empieza el crimen en su mayor magnitud: el Gobierno –Rajoy- regala ese dinero (100.000 millones, tras la entrega de los 23.500 millones procedentes de diferente entes públicos) a sus amiguitos. Se nos olvida algo…ah, sí. Esa millonada no es un donativo del Fondo de Rescate Europeo; es un préstamo cargado de intereses. Como ese dinero se entrega al Estado español (a todos nosotros, aunque no hayamos visto ni una monedita de un céntimo), si los bancos –verdaderos beneficiados- huyen con él, no se les puede pedir cuentas, ya que, oficialmente, no va dirigidos a ellos. ¿Quiénes son los bobos que van a verse obligados a pagar con sus órganos si es preciso? Ha acertado usted: todos los ciudadanos  que forman las clases obreras (muchos a los que debemos que estos caraduras hayan vuelto a robarnos). Pues sí, cada uno de nosotros se va a ver obligado a pagar mediante subidas de impuestos (no se crea que a las grandes fortunas; no me haga usted reír), más salvajes recortes que atentan contra los derechos humanos (y que no hemos defendido como unidad; vergüenza debería darnos)…

Y el grave problema está en que ya nos han ahogado tanto que, aunque nos pongan bocabajo, no va a salir ningún mísero céntimo de nuestros bolsillos. Consecuencia: que vamos a estar tan endeudados como lo están en África. Los pocos beneficios que tengamos verán como destino ir a las manos de los prestamistas; nosotros…a morirnos de hambre. Me refiero, claro está, a la gran masa obrera mientras otros cínicos se gastan nuestro dinero y el de Europa. Ese dinero que servía para que tuviéramos, todos, acceso a SANIDAD, a la EDUCACIÓN y OTROS SERVICIOS SOCIALES de ciudadanías avanzadas, lejos de las dictatoriales y propias del Antiguo Régimen.

Espero que no piense que estoy exagerando, pues ya tenemos un claro ejemplo en Grecia, mal sendero que hemos tomado – a pesar de todos los avisos y aspavientos de los intelectuales-  nosotros por dejar hacer a los mismos miserables que han provocado su crisis y que nos la han vendido como nuestra. Ya lo he indicado otras veces: en el fondo, los culpables somos nosotros por permitir que nos manipules, roben y lleven a la ruina. Pero esta es la consecuencia de siglos de estupidez en la que el obrero baila el agua al poderoso y se alegran de verlos con sus cochazos, mansiones y joyas imaginándose que es él mismo, a pesar de que se está muriendo de hambre a causa de esos ladrones.

Ya lo decían los alumbrados del Siglo de Oro, los ilustrados de XVIII, los realistas, los noventayochistas, los novecentistas y el Grupo del 27 (vamos, los intelectuales): la educación es la base para eliminar los vicios y la idiotez de la masa a fin  de convertirla en una verdadera sociedad compuesta por individuos capaces de reflexionar por sí mismos, pero ser conscientes de formar una gran familia a la que le pertenecen todos los servicios públicos. Y eso no lo tenemos en España. Durante siglos se han encargado de evitar esta situación los nobles, los terratenientes, los patrones, los dictadores y los empresarios (se habrá dado cuenta que son lo mismo con diferente nombre, dependiendo de la época). Bastará algunos ejemplos que se van repitiendo en esta estúpida sociedad nuestra que vilipendia a los intelectuales y diviniza a los tiranos: en el siglo XVIII nos encontramos con los ilustrados que pretenden mejorar el país. ¿Cómo lo paga el pueblo? Quemando sus bienes (incluidos los libros), maltratándolos y obligándolos a salir de España, porque adoraban a su rey Fernando VII, el mismo que ordenó fusilar a los intelectuales que quedaban en el reino y llevó a la ruina al pueblo que lo vitoreaba. Recordemos cómo el Gobierno de la Restauración engañó a los ciudadanos haciéndoles creer que EEUU no era rival para a España (esto me recuerda mucho a la propaganda que se está haciendo del equipo español de fútbol, que, los pobres, está quedando en ridículo para los que no están cegados). ¿Qué pasó? Lo que tenía que ocurrir, nos dieron la paliza que nos merecíamos por imbéciles. Lo peor es que el pueblo –tan engañado- se sorprendió que vencieran a la Gran y Poderosa España arruinada como estaba. Y no olvidemos una guerra civil surgida justamente por el miedo de los tradicionalmente poderosos a que los intelectuales siguieran abriendo los ojos al pueblo. Todo acabó en una dictadura que volvió a retrasar a un país que había conseguido evolucionar en unos años.



Me entristece y me enfada esta situación por varios motivos: porque nuestra falta de unidad y de empatía han provocado que dejemos hacer a unos miserables; porque las clases obreras se dejan manipular por los que las maltratan; porque desdeñamos la educación, los valores y la inteligencia que hacen prosperar a una sociedad; porque nos dejamos “entretener” con la estrategia más antigua del despiste (fútbol, fórmula 1, etc); porque nos llevan avisando décadas los intelectuales y nos tapamos los oídos.

Islandia nos dejó claro el camino desde finales de la década pasada, pero nosotros nos comportamos como tontos. Si de verdad queremos salvarnos, las cosas son más fáciles de lo que parece: apaguemos la televisión, unámonos para defender a cualquiera de nuestro grupo (mineros, educadores, médicos, familias, pensionistas…), hagamos bajar a los ladrones de su estrado (llevémoslos a juicio y hagámosles devolver hasta el último céntimo) y alcemos a los verdaderos intelectuales, únicos que pueden conducirnos por buen camino.





2 comentarios:

  1. ¿ Y que hacemos con unos medios de comunicación vendidos ( no hay mas que ver el tratamiento que están dando a la huelga de los mineros presentándolos como unos salvajes terroristas ) cumpliendo las órdenes recibidas de asustar a todo bicho viviente no sea que el personal se cabree y empiece a romperlo todo?

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    1. Recuerdo que cuando los ciudadanos de Islandia se negaron a afrontar una crisis que no era suya lo vendieron como si fueran terroristas; pero mira dónde están.

      De todos modos nos encontramos ante una dictadura disimulada donde se emplean todos los medios para hacernos dóciles. La prensa manipulada, la telebasura y el fútbol son los más utilizados junto a la estrategia de desacreditar a los que pueden ayudarnos. Sigo pensando que una buena educación es muy valiosa para dar como resultado ciudadanos que se den cuenta que intentan manipularlos y hagan lo posible por evitarlo. Además, creo que son los intelectuales quienes pueden guiarnos, aunque para ello los habitantes de este triste país han de dejar de maltratarlos y empezar a ponerse en acción de manera unida. Nos tienen miedo. Temen que espabilemos y pensemos como un grupo. De ahí que hagan lo posible por criminalizar, insultar y mentir sobre lo que para ellos puede ser un peligro, pero un salvavidas para la sociedad.

      Gracias por dejar tu comentario. Ha sido muy interesante.

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Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.