Cuando Pangu puso orden en el
caos del huevo primordial y murió, poblaron el nuevo mundo numerosos seres:
dioses, gigantes y monstruos.
Entre los primeros dioses,
apareció Nüwa, encargada de guardar el orden que había conseguido Pangu.
Esta divinidad poseía apariencia
humana en la parte superior del cuerpo, pero la extremidad inferior era la de
un dragón. Además tenía la capacidad de cambiar de apariencia a voluntad.
Decidió recorrer el mundo para
comprobar que todo estaba en orden. Vio que era hermoso. Sin embargo, le invadió
una gran tristeza. Echaba de menos seres con los que convivir y a los que amar.
Decidida, se acercó al río Amarillo y extrajo de él barro. Con mucho cariño y
delicadeza, lo modeló a su semejanza, aunque puso piernas en vez de cola para
que pudieran pasear por los bellos parajes. Después les insuflo vida con su
aliento. Los jóvenes seres comenzaron a danzar y a saltar alegremente a su
alrededor, pues la consideraron su madre.
Había comenzado haciendo uno a
uno a los seres humanos, pero pronto empleó su poder para hacerlos mucho más rápido.
Tomó un junco lo introdujo en el barro del mismo río y luego lo sacudió. De cada
una de las gotas surgieron hombre y mujeres. La cultura china considera que las
primeras creaciones poseen más talentos
que los siguientes.
A partir de entonces, la diosa
les enseñó el matrimonio a fin de que pudieran
aumentar la humanidad por sí mismos.
De nuevo sorprende la similitud con otras culturas con el uso del barro. Por cierto, no sé si se ha hablado de esto en este blog. ¿Qué razón existe para que los dioses sean híbridos de animal y humano? Seguro que existe un significado. Me gustaría saberlo, si es que alguien puede ayudarme.
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