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a libertad es un aire habitual, sin perfumes
exóticos, que se respira junto con el oxígeno sin pensarlo, pero conscientes de
que existe.
El blog cultural (literatura, sociedad, aniversarios, curiosidades)de una docente que busca el ciudadano inteligente y cívico que no pueda ser manipulado ni engañado. Formemos ciudadanos de bien (ideal del XVIII).
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Lamentablemente, no siempre somos conscientes. Nací en 1980, y durante toda mi vida he dado importancia a la libertad, como no podía ser de otra manera, dando gracias por haber nacido en un país en el que se permitía la libertad de expresión, sobre todo al ver cómo en otros sitios personas como yo sufrían por ser diferentes, o tener otros puntos de vista. Sin embargo, la rutina hace que despreciemos lo que tenemos, y como decía un personaje de una serie de televisión el otro día, los seres humanos disfrutamos más de las cosas cuando las encontramos después de haberlas perdido, incluso más que antes de perderlas. Creo que estamos viviendo una etapa en que libertades de expresión fundamentales las estamos perdiendo, y no somos lo plenamente conscientes para evitarlo. Algunos, entre los que me cuento, comprobamos con horror que al vernos privados de ese derecho (el de ir a una manifestación por ejemplo, para defender nuestras ideas sobre lo que es justo) añoramos otros tiempos en que esto no era un problema, solo que entonces no lo celebrábamos como se merecía.
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