miércoles, 30 de enero de 2013

"VISITA A LA VALENCIA CORRUPTA"

Estoy pensando en que la acumulación de barbaridades por minuto tanto de este Gobierno como sus "queridos" se basa en la siguiente estrategia: cuanto más flancos se bombardeen, menos unión y defensa. ¿Consecuencia? El olvido.

Por eso traigo un recordatorio que ha aparecido en Ladrillos de la discordia sobre la ruta de corrupción de Valencia. Esa corrupción que nos ha hecho sufrir a los trabajadores las consecuencias de una gran estafa.

VISITA A LA VALENCIA CORRUPTA

1 comentario:

  1. Realmente toda la campaña política se basa en la publicidad y en el concepto de que el ciudadano es tonto (que no debe ser erróneo, a tenor de los resultados posteriores en las elecciones). Somos como niños. Nos centramos en lo que podemos ver (mejoras urbanísticas, principalmente), mientras nos van minando nuestros derechos, que cuesta más ver (bajada de sueldos a los funcionarios, menoscabo de lo público, déficit y endeudamiento que hace subir los impuestos, aunque cuando se suben se ponen otras excusas...).
    Aquí en Madrid es lo mismo. No hace mucho vi en televisión un anuncio electoral del PP de San Sebastián de los Reyes, en el que participaban varios jóvenes. Realmente lo que ponderaban como herencia del PP era ciertos lugares emblemáticos de la ciudad, mejorados en su mandato. Es lo que se ve, la carcasa, sin darnos cuenta del precio que hay que pagar por ello.
    Yo hace años que me muevo en coche, pero durante mucho tiempo he tenido el metro como principal medio de transporte. He sido un defensor de que el metro de Madrid es de los mejores del mundo. El hecho de que durante el gobierno del PP se añadieran estaciones ha sido aplaudido por mi persona, pero...¿a qué precio? Lo que queda es la estación, como dato, sin caer en la cuenta de lo que ha supuesto eso, y que ese dinero invertido se ha quitado de los otros cuatro pilares básicos (educación, sanidad, pensiones y servicios sociales), por no hablar de que la calidad de lo construido era bastante deficiente. La falta de criterio de la ciudadanía para censurar que una estación recién estrenada se tenga que cerrar por goteras el primer día de lluvia es casi cómico.
    También podemos hablar de Valencia, o de Galicia, con faraónicas construcciones de edificios que no sirven para nada.
    Sí, en definitiva somos tontos. Mientras permitamos impasibles que cualquier político corrupto salga a la palestra a tomarnos el pelo y salir impunemente, tendremos merecido lo que nos ocurra.

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Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.