Según los aztecas, el mundo ha
sufrido cinco edades o cinco Soles. Los cuatro primeros reciben el nombre de
los elementos: Tierra, Aire, Fuego y Agua. En cada uno aparecía la vida, pero
todas terminaban con la destrucción a causa de un cataclismo. De modo que la
edad del Sol Tierra o de los Gigantes, terminó con un violento terremoto que
provocó que las montañas cayeran al mar. Después, la edad del Sol Fuego
concluyó con una tormenta de lava, que abrasó la tierra. Los únicos capaces de
sobrevivir fueron lores pájaros y gente que pudo transformarse en ellos,
consiguiendo alzar el vuelo a fin de huir de la catástrofe. La del Sol Aire
llegó a su fin por inmensos huracanes que llegaron a arrancar hasta las rocas. El
Sol Agua acabó con una monumental inundación, que provocó que todos los seres
se ahogaran excepto los peces y dos humanos: Tata y Nena.
Antes de desatar el diluvio, Sol
Agua avisó a estos dos seres con el propósito de que se protegieran metiéndose
en el agujero de uno de los grandes árboles del bosque. Así sobrevivirían. Pero
también les indicó que cuando todo
concluyera, sólo se alimentarían con una mazorca de maíz cada uno.
Y así, la pareja halló el árbol más grande en cuya copa se ocultó, esperando que el diluvio terminara. El agua fue subiendo y subiendo, arrastrando todo a su paso. Pero el hombre y la mujer se mantenían protegidos. Sin embargo, eran testigos de cómo el líquido elemento destrozaba todo, haciendo que desapareciera.
Al cabo de algún tiempo, que a
Tata y Nena les pareció mucho, el agua descendió un poco. Así que bajaron en
busca de comida. Mas hicieron caso omiso del aviso de Sol Agua y pescaron un
enorme pez. Con ramas hicieron una
hoguera par cocinar el manjar, pero un hilillo de humo llegó a la nariz de Sol
Agua. Éste descendió para comprobar que los dos lo habían desobedecido. Enfadado,
se armó con un palo y arremetió contra Tato y Nena. Después removió su cerebro
para eliminar aquella parte que los hacía semejantes a los dioses y los
transformó en perros.
Por último, el quinto Sol surgió
en Teotihuacán, donde se levantaría una pirámide en su honor. Este Sol unió los
cuatro anteriores, dando lugar a la edad en la que vivimos. Para algunos es de Terremotos, Hambre, Guerra
y Confusión; para otros, de equilibrio, siempre que el ser humano sea bueno y
respete a los dioses.
En otra ocasión trataremos el
inicio de esta quinta edad.
Muchas gracias, Patry, por traernos relatos de diferentes mitologías. Me apasiona el tema, y la sensibilidad e imaginación que destilan todas estas leyendas.
ResponderEliminarDe nada. Me alegra que te guste esta sección. A mí es un tema que me apasiona. Me gusta aprender y saber cosas para comprender a los demás.
EliminarMañana, nueva entrada sobre mitología.
Besos.