En esta semana en el que se celebra la noche de los muertos,
día de Todos los Santos es típica la representación de Don Juan Tenorio. Sin embargo, me parece que El Estudiante de
Salamanca es un gran olvidado a pesar de ser una obra de enorme calidad así
como de innovación. Dejo una muestra.
Me encanta este fragmento, del final de la obra, donde, los
versos van disminuyendo de tamaño, mostrando cómo al protagonista se le va
escapando la vida.
Y siente luego
su pecho ahogado,
y desmayado,
turbios sus ojos.
Sus graves párpados.
flor caer:
La frente inclina
sobre su pecho,
y a su despecho,
siente sus brazos
lánguidos, débiles
desfallecer.
Y vio luego
una llama
que se inflama
y murió:
y perdido,
oyó el eco
de un gemido
que expiró.
Tal, dulce
suspira
la lira
que hirió
en blando
concento
del viento
la voz,
Leve,
breve,
son.
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Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.