Os dejo con las palabras de este gran poeta.
1.
¿Qué es lo que te condujo a escribir?
La clara conciencia de mi radical discrepancia con el mundo
y su imperfección, siempre lo digo. A causa de mi enfermedad infantil –con cuya
memoria ajusté cuentas en mi tercer poemario, Mientras viva el doliente- sentí muy pronto la necesidad de
ubicarme en una realidad alternativa y plena. En aquel libro escribí: “Aún sin
saberlo, / el niño / ya era escritor forzoso”. Es decir, que ya participaba de
una mirada literaria de la vida, muy tempranas lecturas mediante. La escritura
propiamente dicha, y curiosamente en el género narrativo, no llegó hasta los
quince años, más o menos.
2.
¿Qué es la poesía para ti? ¿Poesía:
estética o instrumento de cambio social?
Las dos cosas, porque ambas están ligadas absolutamente. A
mi juicio, el compromiso de la poesía con la belleza ha de ser irrenunciable.
Si no es así, podemos acabar deslizándonos hacia la mera ocurrencia; un riesgo
que la poesía no merece correr. Del mismo modo, la honestidad en el trabajo
poético, su cabal ejercicio, resulta la mejor garantía para familiarizar a los
lectores y oyentes con su universo de hermosa y misteriosa intensidad. El
cambio social a través de la poesía nunca se basará en alicortar a los
creadores, en rebajar las inmensas posibilidades del discurso poético. Como muy
bien escribiese Antonio Gamoneda en aquel poema memorable: “La belleza no es /
un lugar donde van / a parar los cobardes”.
3.
Junto a la actriz Carolina Barreira,
llevas a cabo una labor admirable denominada Poesía de Oídas. ¿Puedes explicar en qué consiste?
Antonio Daganzo, Carolina Barreira y yo misma |
4.
¿Cómo llegaste al mundo editorial?
Por una pura necesidad: la de empezar a publicar para
seguir escribiendo con una mayor conciencia creadora. Algo que sólo puede
conseguirse gracias al encuentro con los lectores. Dominado por esa necesidad,
como digo, empecé la búsqueda de una primera editorial que apostase por una voz
nueva como la mía. Fue un proceso largo que se decantó hacia 2004, cuando
contaba veintiocho años de edad. Tuve suerte, y a partir de ahí inicié un
camino que está resultando muy intenso: a la vuelta de ocho años tengo ya
publicados cuatro libros. El más reciente ha aparecido incluso en el
extranjero.
5.
¿Resulta duro moverse por dicho
mundo?
Sí, no cabe engañarse. Fundamentalmente, el compromiso del
autor con su creación, y con la promoción de su creación, ha de ser total. El
mundo de las editoriales, y el de los foros literarios, si me apuras, no tolera
medias tintas en este sentido. Lo más difícil es acertar a defender la obra
propia con la justa combinación de humildad y orgullo. Como he dicho en alguna
otra ocasión, a partir de ahí se abre una senda por la que se puede avanzar
honestamente.
6.
¿Cómo consideras la situación actual
de la poesía?
Mi contestación ha de atender por fuerza a dos niveles. Por
culpa de esa banalización del gusto que domina nuestra sociedad, la posición de
la poesía, así como la de otras manifestaciones de la excelencia artística –la
llamada “música clásica”, por ejemplo-, está muy por debajo de lo debido. Así
nos va, claro: la crisis económica que atravesamos actualmente no es más que la
consecuencia de una crisis de valores que viene de muy atrás, y cuyo abismo
mayor no es el del presunto “relativismo” que algunos interesadamente se
empeñan en denunciar, sino el de la forzosamente rápida satisfacción de los
apetitos. Ante eso, el pausado desarrollo de un movimiento inicial de sinfonía
o la amplitud de significados de un poema resultan desafiantes. De lo que se
trata es de acertar a divulgar tales maravillas en un contexto social poco
amigo de los desafíos.
En cuanto a la poesía en sí misma, vivimos una situación
bien diferente: no hay precariedad en absoluto, sino un desbordante, y muy atractivo,
panorama de propuestas. Nuestro país resulta un perfecto ejemplo de ello, y de
tal diversidad se están haciendo eco volúmenes como 12+1: una antología de poetas madrileños actuales, preparado por el
escritor Alberto Infante en este 2012, y en el que he tenido el honor de ser
incluido. Al hilo de todo ello, la ausencia de corrientes dominantes
personalmente me encanta: nada mejor para estimular la libertad creativa.
7.
Tengo entendido que hace poco has
vuelto de una gira de presentación de tu
nuevo poemario Llamarse por encima de la
noche por Chile. ¿Cómo ha sido la experiencia?
Extraordinariamente positiva. Llamarse por encima de la noche, el cuarto de mis poemarios, es mi
primer libro publicado fuera de España, y el hecho de que haya visto la luz en
Iberoamérica, y en un país de poetas como Chile, significa un espaldarazo muy
importante a mi trayectoria. Ha sido igualmente una experiencia de mucha
intensidad, pues en apenas veinte días protagonicé cinco actos públicos, entre
las presentaciones y lecturas del libro tanto en Santiago como en Temuco, a lo
que hay que añadir los encuentros poéticos que mantuve con académicos e
intelectuales en la Universidad Autónoma de Chile y la Fundación Iberoamericana.
Además, la Universidad de la Frontera, en Temuco, había otorgado ya un
patrocinio promocional a la obra a través de su Facultad de Ingeniería,
Ciencias y Administración. La acogida que se me ha dispensado ha sido muy
cálida, también por parte de los medios de comunicación.
8.
¿Qué semejanzas y diferencias existen
entre tus anteriores poemarios y Llamarse
por encima de la noche?
Este libro, que concebí, desarrollé y terminé entre los
años 2006 y 2007, supone un verdadero punto de inflexión en mi quehacer
poético. Es como si algunas de mis obsesiones de siempre –amor, soledad,
muerte, conciencia creadora- se diesen la vuelta, en una paulatina conquista de
una nueva mirada ante el mundo, al cual mi sujeto poético aprende a amar sin
dejar de sobrevolar los abismos de la condición humana. Así dicha mirada amorosa
tiene el valor añadido de la lucidez, del salto. Llamarse por encima de la noche, además, presenta unos explícitos
vínculos con Chile y lo chileno. Allí viajé en el otoño austral de 2007, y de
allí traje el material literario preciso para dar sentido último al nuevo
poemario que estaba naciendo. Sin duda, el destino de la obra era volver a
nacer como libro en Chile, cosa que finalmente ha sucedido en 2012, tras la
buena andadura que ha venido haciendo mi poemario anterior, Mientras viva el doliente.
9.
¿Podrías explicar cómo es el proceso
de elaboración de un poemario en tu caso?
En líneas generales, en torno a unos primeros poemas puedo
ya reconocer si hay poemario en ciernes o no; si hay un tema, una intuición, un
mismo arco de inspiración o un mero estado de ánimo que lo vertebre. De ser
así, sigo adelante, y cuando estimo que la obra alcanza su cénit intensifico el
trabajo hasta concluirla, tratando de desarrollar todo su potencial, en un
proceso que ya exige toda mi concentración y que no es sencillo ultimar, puesto
que las obligaciones del día a día resultan en ocasiones un elemento muy
perturbador.
10.
Uno de los temas centrales de tu
poesía es el amor. ¿Desde qué perspectiva te enfrentas a dicho motivo en tus
versos?
Como señalaba antes, mi obra recientemente publicada en
Chile resulta muy significativa al respecto. Desde el doloroso amor que
sustentaba mi primer poemario, Siendo en
ti aire y oscuro, y desde la rabia por su imposibilidad que no podía dejar
de brotar en el segundo, Que en limpidez
se encuentre, pasando por la niña que iluminaba los recuerdos infantiles de
Mientras viva el doliente, Llamarse por encima de la noche
conquista un territorio de plenitud que, necesariamente, tenía que aspirar a
una mirada totalizadora. Que no celebra por celebrar, porque tal cosa no tiene
ningún sentido en este mundo nuestro, pero que no renuncia a cantar la
felicidad posible.
11.
Tus versos son de una calidad
depurada. ¿Cuáles dirías que son tus influencias?
Evidentemente, toda la tradición lírica hispánica y los
clásicos modernos a un lado y otro del Atlántico. Nombres muy importantes para
mí son Garcilaso, San Juan de la Cruz, Bécquer, Machado, Juan Ramón Jiménez,
Miguel Hernández, Pablo Neruda, Octavio Paz o mi admirado Vicente Aleixandre.
De ellos he aprendido que cada poema, por encima de las épocas, las modas y los
modos, necesita su música íntima, algo que va mucho más allá del mero ritmo, y
cuya consecución tiene mucho que ver también, en mi opinión, con la calidad de
las audiciones musicales que uno llegue a realizar en su vida. Que nadie lo
dude: escuchar cotidianamente a Schubert, Brahms, Schönberg, Albéniz o Halffter
allana extraordinariamente el camino hacia la intensidad en la expresión.
12.
Si tuvieras que elegir uno de tus
poemas como el que más identifica tu estilo, ¿cuál seleccionarías?
Quizá alguno de los
que he compuesto a partir de 2008, y que, consecuentemente, permanecen inéditos
aún.
13.
Eres una de las voces que he
escuchado que mejor recita. ¿Cuál es tu secreto?
No creo que sea un secreto, y tiene que ver con lo que
antes te comentaba: cada poema tiene su música íntima. A la hora de declamar,
la música de los poemas propios la conozco de antemano, evidentemente; la de
los ajenos, he de interpretarla como si fuese un pianista, un chelista, un
tenor o un director de orquesta. Poesía y música son artes indivisiblemente
unidas.
14.
¿Cuándo tendremos la ocasión de
volver a oírte?
Tras esa primera lectura en Madrid de Llamarse por encima de la noche, prevista para el 18 de octubre enel Café Comercial, diré adiós, en diciembre de 2012, a los recitales
individuales en bibliotecas organizados por Poesía Joven de la Comunidad de
Madrid. Aunque acabo de rebasar la edad límite de 36 años, han sido tan amables
de invitarme a ofrecer uno especial de despedida. Ya para 2013 se dibujan en
lontananza algunas otras lecturas, en las que el peso de Llamarse por encima de la noche será importante, a buen seguro.
15.
¿Estás trabajando en otros proyectos?
Sí, pero no poéticos, pues cultivo también otros géneros.
Lo cual no quiere decir que lleve tiempo sin escribir poesía. Tengo otros dos
poemarios terminados, que permanecerán inéditos un tiempo aún. Y sobre los
versos que poco a poco van naciendo en estos meses, veremos si a la postre dan
para un poemario nuevo.
16.
Suele considerarse que los buenos
poetas son excelentes a la hora de crear prosa. ¿Has pensado en hacer una
incursión a la novela?
Lo cierto es que ya la he escrito, y creo que forma parte
de mis trabajos más logrados. Hace ya algunos años que la concluí. Cuando
llegue su momento, dejará de ser inédita y verá la luz.
Muchas gracias por atenderme. Desde El ballet de las palabras te deseo mucha
suerte.
Blog del autor: Sinfonía de las palabras
Presentación: 18 de octubre, a las 20:00, en el Café Comercial.
Otras entrevistas de este blog
Blog del autor: Sinfonía de las palabras
Presentación: 18 de octubre, a las 20:00, en el Café Comercial.
Otras entrevistas de este blog
Me encanta oír a este magnífico literato. Siempre diré con orgullo que conocí a un genio, y que incluso tuve la suerte de charlar con él. Escuchar (o leer, como en este caso) sus opiniones acaricia el alma, y para los que somos simples mortales, nos ayuda a poner el verbo donde nosotros balbuceamos como niños. Sólo su gran bondad puede hacerlo más grande de lo que lo hace su literatura, dato que pueden corroborar todos aquellos que han tenido la suerte de conocerlo. Gracias, Antonio, por tus palabras, y a ti Patricia, por compartirlas con todos.
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