Como viene
siendo tradición una vez al mes recordamos varias culturas, pero desde el punto
de vista del horóscopo. Hoy lo dedicaremos a lo que indican sobre los nacidos
en junio los mayas, aztecas y celtas.
Según los mayas,
los nacidos entre el 1 y el 28 de mayo se encuentran bajo la influencia de TZUB (“la liebre”). Se los considera difíciles
en tanto que les cuesta seguir las normas sociales, aunque ellos consideren que
todo el mundo se empeña en llevarles la contraria. Es posible que por esto les
cueste coger confianza con la gente, haciendo imposible que consiga una
verdadera amistad. Eso sí, cuando llega la confianza, son tremendamente leales.
A pesar de todo poseen un intuición para saber lo que lo perjudica socialmente.
A esto se suma su inagotable paciencia, su parquedad en palabras y su actitud
tanto educada como cariñosa. Pero que no se sientan atacados…, porque su furia
puede ser feroz.
Su planta es la
Su ´uk ; su piedra preciosa, Yaýa´x-tum (malaquita azul
verdoso); su pájaro, Ya´x-T´ut (el loro verde); su planeta, Chak –Xih-Ek´(la
nebulosa roja M42 en la constelación de Am, la araña viuda negra –Orión-).
A los nacido en junio los rodea un aura
azul verdosa, por lo que han de relacionarse con los naranjas o rojo anaranjado
(nacidos entre el 30 de noviembre y el 27 de diciembre), aunque tampoco
resultaban mala pareja los que poseen una azul y verde (entre el 8 de mayo y 12 de junio).
La liebre necesita la variedad en las
relaciones sexuales, yendo de lo frívolo a lo exigente.
En cuanto a los aztecas, su horóscopo resulta
bastante complicado. Comienza con la vida (caimán) al que siguen la casa, flor,
serpiente, ciervo, jaguar, caña, conejo, águila, mono, pedernal y perro. Forman
tres tipos de calendarios: el año solar (365 divididos en 20 meses de 20 días y
5 adicionales, de mala suerte), el año sagrado (de 260 días de 20 signos
multiplicados por 13 números) y año venusino (por cada ocho años solares se
añadían cinco venusinos). En definitiva, cada día se encontraba bajo el influjo
de una divinidad.
Aquí voy a tratar el águila (22 de junio)
en honor a una de un amigo.
Los nacidos bajo este signo se ven
acompañados por el valor y fortaleza que
los hace salir victoriosos. Sin embargo, siempre emplean la
inteligencia, anticipándose a los movimientos del enemigo. De modo que se relacionaba con los jefes. No sólo por
esto el águila era el animal más venerado. Además representa a la divinidad que
permite que llegue el amanecer. Tal importancia cobra que en la bandera actual
de Méjico aparece. Antiguamente, sus plumas eran concedidas a los guerreros más
valientes.
También osado resulta en lo referente al
sexo el nacido bajo este signo, blandiendo su gran capacidad para seducir, lo
que, a veces, lo hace fanfarrón.
Otro defecto es que su orgullo le hace
criticar y menospreciar los méritos de otros. A esto se suman los celos.
Respecto a los celtas, ya advertimos que unen
al hombre con un árbol. así, todos los nacidos durante el mes de junio se
vinculan con el ciprés. Dividiremos su influencia según sean mujer, hombre o
niño.
La mujer ciprés es esbelta, bella,
sensual, optimista y bulliciosa. A esto se suma su actitud pragmática ante la
vida, lo que provoca un comportamiento impulsivo. Su mejor momento: el otoño.
En cuanto al hombre ciprés, presenta una
actitud pasional, ocultando su lado más sentimental, reservado para su círculo
más íntimo. Es obstinado, luchando contra los obstáculos que bloquean la
llegada a sus objetivos. Eso sí, siente la necesidad de rodearse de nacidos
bajo el auspicio de diferentes árboles con el fin de sentirse protegido.
Respecto a los niños cipreses, son intuitivos
e introvertidos, aparentando frialdad. Los juegos recomendados para ellos son
los de ingenio.
Espero que os haya resultado entretenido.
Hasta nuestro próximo encuentro.
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