lunes, 9 de abril de 2012

CELEBRAMOS QUINIENTOS SESENTA AÑOS DEL NACIMIENTO DE LEONARDO DA VINCI.



En 1453, Constantinopla cae en poder de los turcos. Esta derrota del Imperio Bizantino, que centraba la vida en torno a Dios, produce un paso más hacia el sentir el hombre como centro de estudio. Nos encontramos ante el Humanismo que dará lugar el Renacimiento.

Un año antes, en el 15 de abril, nace Leonardo en Vinci cerca de Florencia, pero al ser hijo  bastardo  no tiene un futuro garantizado dentro de la atroz vida del momento. A pesar de ello, vive una infancia tranquila junto a su padre y a su madrastra. Sin embargo, no puede llevar ni siquiera el apellido de su padre, quien no se molesta en otorgarle educación esmerada. Pero, ya desde niño, da muestras de su genialidad al ser capaz de identificar animales y de crear mecanismos.

Cuando llega a la adolescencia, marcha con su padre a Florencia, gobernada por políticos hambrientos de poder. Mas, en el centro, se encuentran los Médici, inicialmente banqueros. A pesar de su poder, temen por su vida, pues levantan las envidias de otros banqueros, que conspiran.

Como consecuencia, el miedo de los Medici lleva a colocar un cajón con abertura para introducir cualquier acusación. Los sospechosos reciben un duro castigo, sea o no culpable.


Ante este panorama político, Leonardo se da cuenta que ha de subir escalón social. Su única vía: introducirse en una cofradía, en una agrupación de trabajadores. El problema, de nuevo, el hecho de ser hijo ilegítimo, lo que le cierra muchas puertas. Sin embargo, tiene una carta en la manga: su talento, que, junto a la influencia de su padre, que lo recomienda a un amigo, le proporciona la entrada al taller de Andrea de Verrocchio en 1468. Este artista, respetado en su época era a quien los Medici encargaban obras. Pero éstos van a ver morir al patriarca, lo que conduce a diferentes familias de Florencia a una lucha por el control del poder. Los instrumentos: la conspiración y el asesinato. Tras la muerte del patriarca de los Medici, queda como encargado Lorenzo.

Mientras tanto, el espíritu renacentista de Leonardo comienza a tomar forma en el taller de Verrocchio, donde se trabajan diferentes facetas artísticas y donde se están haciendo experimentos tecnológicos e ingeniería. Así, junto a su maestro, investigaría cómo subir una bola de metal de toneladas a lo alto de la catedral, por ejemplo. Esto nos da una explicación de que más tarde prestara tanto interés no solo a lo artístico, sino también a lo mecánico. Es origen de sus posteriores invenciones, por tanto.

Seguramente, Leonardo comienza a percatarse de que el taller de Verracchio lo impulsaría para labrase un futuro.

Es, entonces, cuando los Medici invitan a Verracchio y sus pupilos para que les muestren sus mejores trabajos con el fin de preparar una exposición dedicada a la visita del Duque de Milán. En este momento, Leonardo ya es el mejor alumno del taller, lo que acompaña su belleza, su inteligencia y carisma. Nuestro artista ve en el Duque – con el que comparte su origen villano- el modelo de hombre que se labra su propio futuro.

En 1472, cuando cuenta con veinte años, se une como pintor de la cofradía, con lo que ya tiene la posibilidad de atender sus propios encargos. Sin embargo, se queda en el taller. Aun así, su reputación va aumentando, tanto que llega a oídos de los Medici.

Surge su primera obra, un ángel en una sección del Bautismo, de Verrocchio. Se dice que desde entonces el maestro deja de pintar. Por tanto, el talento de Leonardo es patente.

Mas, como si se tratara de una tragedia griega, la felicidad no dura mucho. La envidia provoca una falsa acusación sobre nuestro protagonista. En 1476 (con venticuatro años), mientras hace investigaciones sobre la luz, la Guardia Nocturna lo arresta por sodomía, crimen que se castigaba con la hoguera. Sin embargo, los cargos se retiraran por falta de pruebas.

En 1478, el Papa Sixto IV, con ansia de extender sus dominios por toda Italia, toma como aliado al banquero enemigo de los Medici. Se los ataca en medio de la celebración de Pascua. Aunque herido, Lorenzo de Medici logra salir con vida. Su hermano ha muerto asesinado. La respuesta es violenta. Se ajusticia a los conspiradores, ahorcados en la plaza, arrastrados y mutilados sus cadáveres. Incluido el arzobispo que había participado. Esto provoca la excomunión y el inicio de la guerra. ¿Qué ocurriría con Florencia? ¿Y con Leonardo?

Las tropas florentinas van cayendo. Lorenzo salva su ciudad convenciendo al Fernando de Nápoles de que dejen la lucha para enfrentarse al enemigo común que presiona: los otomanos.

Mientras, en este ambiente de guerra, Leonardo experimenta con ingeniería bélica, seguramente con la intención de proteger su futuro.

Llegada la paz, en 1481 se le hace el primer encargo: La adoración de los Magos. Pero lo deja inacabado, pues, a su mente inquieta, le interesa más las investigaciones. Su abandono de lo pictórico lo lleva a que Lorenzo de Medici no lo seleccione para llevarlo a Roma a crear en la Capilla Sixtina.  Entonces, ¿cómo conseguiría avanzar? En 1482, archa a Milán, que, en ese momento sufre múltiples batallas. Ahí, ve su futuro mediante la ingeniería bélica. Con este fin envía una carta al Duque. Pero éste lo contrata como pintor. Le ordena hacer un retrato de su amante, surgiendo La dama del armiño, que presenta el sentimiento de la mujer mediante la postura. Después, le encarga la monumental estatua de su padre sobre un caballo. Doce años de su vida dedica a este proyecto. Mientras, sigue investigando. De aquí surgen sus cuadernos, compuestos por quince mil páginas de notas, curiosamente, escritas de derecha a izquierda. Tal vez es que no quisiera que copiaran sus ideas o que se debiera a que era zurdo.

En  1483, en una fiesta, presenta un modelo en arcilla de la monumental estatua, pero en 494, la guerra provoca que el poco bronce que se ha conseguido se destine a la fabricación de cañones. Mas le hace el encargo de La última cena, obra que tarda tres años en concluir. En ella aparece la angustia de los discípulos ante las palabras de Jesucristo. Pero, en su afán por investigar, el empleo del óleo, no compatible con el yeso, provoca la desintegración de la obra.

Casi con cincuenta años, pierde la seguridad al ser ocupada Milán por los franceses. El ejército invasor destroza el monumental caballo de arcilla. Leonardo se marcha, dirigiendo sus pasos hacia Venecia, que es presionada por los otomanos. Allí, propone sus servicios como ingeniero militar, incluyendo un traje submarino, lo que muestra lo adelantado a su tiempo. Sin embargo, el Duque no lo acepta. Así que vulva a Florencia. Allí, domina el ámbito artístico el joven Miguel Ángel, al que desprecia.

César Borgia - modelo de El Príncipe, de Maquiavelo- se convierte en su mecenas en 1502 por sus inventos bélicos, pero, especialmente,  por sus mapas a vista de pájaro.

Sin embargo, Leonardo comienza a dudar cuando César Borgia asesina a varios capitanes, entre ellos a un amigo del artista. Se despide.

Comienza a crear La Monalisa, obra, inconclusa, sorprendente con su esfumato y misterio. ¿Quién es?

Inicia la observación de las aves y comienza a realizar inventos voladores. Además vuelve a centrarse en el estudio de la anatomía, para lo que disecciona cadáveres. Así descubrirá, en 1507, los síntomas de la arterioesclerosis.

Al final de sus días, el rey francés lo invita a vivir en su palacio, otorgándole título de honor de pintor, ingeniero, etc. Pero un derrame  ha paralizado parte de su cuerpo. El dos de mayo de 1519, desaparece el adalid del Renacimiento.

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