El ballet de las palabras: el blog cultural.: LA POLÍTICA DECIMONÓNICA PROVOCA HUELGA GENERAL EN ESPAÑA.

miércoles, 28 de marzo de 2012

LA POLÍTICA DECIMONÓNICA PROVOCA HUELGA GENERAL EN ESPAÑA.

Los recortes sociales, sanitarios, educativos -así como el tinte esclavista y anticonstitucional de una reforma laboral que no se mueve por la mejora de las condiciones del país, sino por los privilegios de unos cuantos- nos conduce a la lucha por nuestros derechos como seres humanos y a dejarnos como única alternativa la huelga general a la que dentro de poco –esperan, al más rancio estilo alemán- no podremos acudir.

Y somos TODOS los que tenemos que luchar por nuestro bien común: por una Sanidad enteramente pública y no de copago que oculta la privatización; por una Educación pública maltratada y denigrada por los dirigentes con un claro fin manipulador (cada uno muestra su inteligencia por la manera de responder a dicho intento: siendo sometido por él o luchando por la verdad y nuestra dignidad como seres humanos); por la eliminación de los privilegios de los grandes empresarios y corruptos políticos. Aunque Rajoy, con la demagogia característica de, partido que representa, defiende su reforma laboral con el aniversario de la Constitución de Cádiz. ¿Qué iluso se ha creído tal patraña? ¿Habrase visto cinismo mayor? Un leñador de derechos emplea como apoyo a su actividad incívica una constitución que echa por tierra los privilegios, que elimina las grandes posesiones y apuesta por libertades y derechos. Ya está bien de reírse del españolito de a pie, que en su ignorancia aplaude la incongruencia. ¡Cuán importante es el conocimiento de la Historia!

Están empleando la estrategia del miedo y de la ignorancia para manipular al pueblo y evitar que éste se una con fuerza contra su “política” injusta que conduce a este país a la verdadera ruina. Para ello ha puesto en marcha toda una maquinaria: a pesar de las peticiones por parte de la izquierda, el 29, el Congreso se ve obligado a no hacer huelga a tratar el tema relevante para el país en un pleno de diez horas; se presenta a los defensores de sus derechos e indignados por la situación como terroristas manipulados por otros partidos (y habrá gente que se lo crea); se degrada a las manifestaciones contra la reforma laboral –otras denigrantes medidas- como amorales al darse el mismo día que el aniversario de los sucesos del 11M –víctimas, la mayoría obreras), cuando ellos mismos mienten a la ciudadanía sobre dicho asunto y juegan con el sufrimiento utilizando el recuerdo de las víctimas de manera demagógica; se entrega a miembros del partido decálogos con “argumentos” (falacias es el término correcto” con el fin de justificar la represión violenta de Valencia, criticar las movilizaciones educativas en general, así como defender la reforma laboral tan del gusto de los privilegiados (sí, privilegiados, porque en este país en pleno XXI, volvemos a la diferencia entre privilegiados –no pagan impuestos, viven de la corrupción y se aprovechan de la esclavitud- y no privilegiados –la mayor parte de la población, obrera, sin derechos ni libertades, coaccionado por el miedo y la ignorancia frutos de la manipulación); se controla a los medios de comunicación, como en la más rancia época del aguilucho, de modo que se mide qué se cuenta a la ciudadanía con el fin de engañarla, dominarla y hacerla dócil y abúlica; y un largo etc.

Y nos hacen pagar por lo que es nuestro: la Sanidad, la Educación, las carreteras, la Justicia, el agua… privatizando, palabra que estamos vaciando de significado por el numeroso uso que estamos dándole actualmente. Por eso recuerdo la acertada definición que Chomsky presenta: Privatizar significa que se toma una institución pública y se la das a un tirano irresponsable.. Esto hace patente lo negativo de la palabra, del concepto que encierra, así de la amoralidad de aquel que lleva a cabo esa acción.

Por otro lado, suben más los precios: butano, gasolina, transporte, I.R.P.F…. a la par que descienden nuestros sueldos (aunque ellos digan “congelar”) y la asistencia social.

Obviamente están dibujando ellos mismos –a pesar de sustentarse en la falaz excusa de la crisis, cuando esta política la han llevado en sus Comunidades desde bastante antes de ella…- un país de dos grupos diferenciados y que parece que nunca seremos capaces de repudiar: el de la nobleza, grandes terratenientes o grandes empresarios (depende de la época, se denomina de una manera, pero oculta la misma oscuridad de alma) que control todo el poder y los medios de comunicación para dominar a la gran masa de la población, dividiéndola con el fin de debilitarla; y el estamento llano, pueblo o ciudadanía, pobre, mísero, que trabaja esclavizado y aterrorizado para que el otro grupo se dé la buena vida mientras hunde el país.

Y ante este panorama de hundimiento moral, humano, económico…, pocos luchan por evitarlo. Unos se resignan, otros gritan con vehemencia que no es cierto a la par que se tapan los ojos y culpan al empedrado por no llegar a fin de mes y los hay, que en su ignorancia o inconsciencia moral y humana, dan importancia única al fútbol, actualmente utilizado como medio de entretener al populacho como lo era la lucha de gladiadores en el Imperio Romano. La pura estrategia del despiste.

De modo que estamos dejando que los poderosos ganen, estamos permitiendo que logren evitar lo que más temen: la unión del pueblo, porque, como bien recuerdan en Portugal, la unión hace la fuerza.