Esta semana
ha sido de poesía, y eso que soy totalmente prosaica. La comencé con un atracón
de lectura de versos de Lorca (¡qué genio!).
Esa misma
tarde pude asistir a la lectura de Fernando López, que me dedicó uno de sus
poemarios: El Altar de los Signos
(¡qué emoción!).
El martes, lo
centré en releer ese libro y Apátrida,
de Ariadna García.
El miércoles,
doble sesión de poesía: una presentación de una antología poética ( 12 + 1 Antología de poetas madrileñ@s) y
la lectura de textos inéditos de AriadnaGarcía. He de advertir que, aunque el primer evento me decepcionó un poco (una
lástima no haber podido estar para oír la maravilla de recitado de Antonio
Daganzo), el de Ariadna fue espléndido. Y todo a pesar de la apariencia que
rodeaba cada uno: el primero con cierto snobismo; el segundo en un humilde bar
de copas con luces rojizas.
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Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.