SANGRÍA: ¿SANGRE O VINO?

Éste es un artículo que fue publicado en Artmaniaque.

¿Quién no ha tenido un amigo extranjero que quiere saber el por qué de todo? Su curiosidad suele llevarle a preguntar  asombrado si la sangría es una bebida fabricada a base de sangre. Claro, nosotros nos preguntamos mentalmente: “¿pero qué clase de animales creen que somos?” y, por supuesto, surge en nuestra mente el recuerdo de la morcilla.

Ya en voz alta, respondes amable y pacientemente a tu amigo guiri que la sangría está hecha a base de vino. Pero la curiosidad de quien quiere aprender es infinita, y vuelve a preguntar. Esta vez quiere saber, como es normal, por qué demonios se llama sangría si no tiene sangre. Tú notas cierta desilusión en su tono de voz, pero te ha pillado completamente, y piensas por qué no se contenta con beber y callar.

Pues bien, existe una explicación lingüística.

Como sabemos, la lengua está viva. El uso hace que evolucione. Así mismo, la evolución de la sociedad provoca que desaparezcan algunas técnicas y realidades y aparezcan otras. Eso ocurrió en el caso de  sangría. El término hacía referencia a una técnica médica por la que se pretendía depurar la sangre; sin embargo, la mayoría de las veces daba como resultado que el paciente se desangrara. Para bien de la demografía, la medicina evolucionó y desapareció dicha técnica. De modo que se perdió el significado. Ahora la cuestión sería que cuál es la vinculación existente entre ambos. La verdad es que nos encontramos con una metáfora; es decir, alguien encuentra un parecido entre una realidad y otra. ¿Qué es lo que asemeja el vino con la sangre? Sí, el color rojo.

Aquí, querido lector, esperas todo orgulloso haber satisfecho la curiosidad de tu interlocutor; sin embargo, éste te observa con los ojos entornados. Tú ya sabes que algo debe estar pasando por su mente, pero esperas que no te quite ese aire de victoria. Mas, tu poco considerado amigo te pregunta, entonces, que qué relación hay entre eso y el sangrado de texto.

Tu rostro empieza a palidecer. Cuando creías haber resuelto todo, vuelves a encontrarte ante un obstáculo. Y tú no quieres que tu amigo te crea un ingenuo. No te paralices. Aquí va la solución: recordarás que no siempre se ha escrito a ordenador y que no existían pilot o bit de colores. Sólo nos remontaremos a la Edad Media, cuando la escritura se encontraba aislada en los monasterios. La tinta para la escritura y los dibujos surgían de productos naturales: cochinillas, sangre, carbón… pues bien, la primera letra de hoja, e incluso de párrafo, aparecía lujosamente decorada, normalmente, en tono carmesí. Al desaparecer la técnica, el término ha permanecido para nombrar otra realidad.

Seguro que con esto tu amigo quedará satisfecho y tú orgulloso de haber dejado a los españoles a un buen nivel.

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