jueves, 12 de abril de 2012

DICTADURA VERSUS CIVISMO.


Ya se iba abriendo el camino a las barbaridades. Sáenz de Santamaría había pagado miles de euros por controlar loque se dice en la prensa y en twitter sobre el Gobierno y Rajoy ha ido dejando caer que había que modificar el derecho a huelga y a manifestarse, al puro estilo alemán.

¿La primera piedra de su edificio retrógrado en este respecto? Considerar atentado contra la autoridad laresistencia pasiva, incluidas las quedadas por Internet. ¡¡!! ¿Y los ciudadanos? La única respuesta es que esto debe se una noticia falsa. ¡Qué tristeza de país! Cuando despertemos…., ya no quedará nada por lo que luchar.

La explicación a la medida es que el Gobierno sabe que, con la reforma laboral; entre otras cosas –lo está haciendo mal (lo que comentamos ayer de la inmoralidad, que hace  a un ser más despreciable por hacer el mal al prójimo de manera consciente) y que va a producir levantamiento por parte del pueblo. El contraataque: el miedo, fiel aliado de la tiranía junto a la falacia y la propaganda. Ahora quieren volver a presentarse como el heroico Cid –al estilo franquista- que lucha contra “la espiral de violencia” de un “colectivo antisistema” que lleva a cabo “técnicas de guerrilla urbana”. Ja, ja,ja… Y todavía quedarán ignorantes que se crean esta patraña. Debe ser que hay un mundo paralelo solo visto por Rajoy y sus compinches, porque a las manifestaciones que he  ido siempre han estado protagonizadas por la tranquilidad y la comadrería, llegándose a verse familias con niños pequeños. Los únicos incidentes incívicos son que algún ciudadano maleducado tira panfletos al suelo, lo que da una justificación al Gobierno para ensuciar la imagen de los que defienden el derecho de todos.

La mentira es típica de los gobiernos que temen la inteligencia de sus ciudadanos, pues ésta permite ver las barrabasadas que hacen aquellos contra la dignidad del hombre. De ahí que se maltraten colectivos como el de la Educación. A mayor educación, mayor inteligencia; a mayor inteligencia, más obstáculos para el tirano. Una ecuación básica y sencilla. Los intelectuales no son del gusto de los tiranos, de ahí que se lleve a cabo un sistema de adoctrinamiento con el fin de hacer bobos y dóciles a los seres que pueblan el lugar, y que ya no son ni siquiera humanos, sino marionetas que se creen poseedores de inteligencia y libertad. Ilusos.


Dentro de poco será demasiado tarde para que hagamos algo. Ellos lo saben y juegan con esa carta. ¿Y nosotros somos conscientes?


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Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.