Max Aub |
Conocemos
a Max Aub como uno de los muchos integrantes del grupo del 27, que nunca hay
que limitar al número reducido de poetas al que se nos tienen acostumbrados
algunos críticos.
Max
Aub Mohrenwitz nace el 2 de junio de 1903 en París, en el seno de una familia
de abogados, tradición que romperá el futuro autor. Su educación esmerada lo
hace contactar con numerosos libros (de Baudelaire y Víctor Hugo, entre otros).
Su
padre está de viaje en España cuando se inicia la
I Guerra Mundial (1914). Sigue el consejo
de sus amigos y no vuelve a Francia. Traerá a su familia a Valencia.
El
joven Max Aub entra en contacto con otra realidad al llegar a España. Comienza
a escribir poesía en castellano, lengua que había aprendido rápidamente (llega
a confesar, más adelante, que no era capaz de escribir en otro idioma).
En
plena adolescencia es testigo de la brutalidad con la que la guardia civil
arremete contra ciudadanos en la plaza de Emilio Castelar (1917). Esta visión
va a moldear la conciencia social que caracteriza toda su obra, pues va a
emplearla en apoyo de los desfavorecidos.
A
pesar de su viveza intelectual, no cursa una carrera. Viaja por Cataluña y
llega a Madrid, empapándose del ambiente cultural. Se inicia la Dictadura de Primo de
Rivera (1923).
Comienza
a escribir teatro de estilo vanguardista. En 1929 ingresa en el PSOE. Inicia
así una fase de compromiso humano y político en la que va entrar en contacto
con Gerardo Diego, Antonio Machado, Jorge Guillén y Dámaso Alonso.
Hasta
el 36, dirige el teatro universitario valenciano El Búho. Será subcomisario de la Exposición Universal
de París, por lo que encarga a a Picasso el Guernica. Organiza también el II
Congreso de Intelectuales Antifascistas
tanto en Valencia como en Madrid. Es Secretario general del Consejo
Nacional de Teatro. En el 38, junto a André Malraux, dirige por encargo del
gobierno republicano la película Sierra de Teruel. En enero del 39 marcha a
Francia camino del destierro. Es denunciado por comunista. Pasa de cárcel a
cárcel y campos de concentración. En 1940 viaja en el barco Sidi Aicha hacia el
campo de concentración de Djelfa (Argelia). En dicho navío se basa para
escribir San Juan.
Consigue
llegar a México en octubre de 1942. Su trabajo allí va a estar vinculado al
cine, aunque también colabora en prensa. Termina de escribir San Juan.
En
1956, 1958 , 1959, 1963 y 1964 viaja a
Europa. Le niegan visado para entrar en España. Junto a otros autores del 27
(Alberti, Aleixandre, Alonso y Jorge Guillén) crea la revista Los Sesenta,
donde sólo publican autores con esta edad.
En
1969 puede entrar en España, donde va a recuperar parte de su biblioteca. De
este viaje surge La gallina ciega en el que hace un testimonio sobre la época.
Muere
en 1972 en México por un infarto de miocardo, como símbolo de su dolor y
preocupación por España.
En
cuanto a sus obras, es un autor prolífero en todos los géneros, pero
especialmente en el narrativo: Geografía (1929)
y Fábula verde (1933) – para algunos prosa lírica-, Luis Álvarez
Petreña (1934), El laberinto mágico – que incluye las
siguientes obras: Campo
cerrado (1943), en torno a la preguerra en España y comienzos de la
lucha en Barcelona, Campo de sangre (1945), sobre la batalla de Teruel, Campo
abierto (1951), en plena guerra, Campo del Moro (1963), sobre el
ejército republicano, y Campo de los almendros (1968). Destacan también:
Las buenas intenciones (1954), sobre una familia en la preguerra, Jusep Torres Campalans (1958),
cuyo protagonista es un pintor ficticio, La verdadera historia de la muerte
de Francisco Franco y otros cuentos (1960), La calle de Valverde (1961),
centrado en el Madrid de la dictadura de Primo de Rivera, El zopilote y
otros cuentos mexicanos (1964), La gallina ciega (1971), diario
publicado tras su viaje a España en 1969 y que describe la sociedad española, Versiones
y subversiones y La uña y otras narraciones (1972). Escribió,
además, teatro, entre cuyas obras pueden
mencionarse: Crimen (1923), Espejo de avaricia (1934), San
Juan (1943), Morir por cerrar los ojos (1944), Tránsito (1944),
Los guerrilleros (1944), La cárcel (1945), Las vueltas (1947,
1960, 1964), Deseada (1950) y No (1952), El cerco (1968)
–sobre el Che-, Retrato de un general, visto de medio cuerpo y vuelto hacia
la izquierda (1968) – contra la
guerra de Vietnam-, y Enero en Cuba (1969).
En cuanto a la
poesía escribió Yo vivo y Canciones de la esposa ausente (1953), Hablo
como hombre (1967) y Antología traducida (1972). Esta última es una
colección de poemas de autores imaginarios.
A esto se suman sus ensayos como Discurso
de la novela española contemporánea, 1945 y La poesía española
contemporánea, 1954.
Bibliografía
básica: San Juan, Max Aub Ed.
Anthropos, ed. Roberto Mesa.
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A día de hoy parece de ciencia ficción (o al menos a mí me lo parece) el hecho de que una persona pueda morir por efecto de un dolor intenso por la patria, o como en las novelas de antaño, por el mal de amores. No es que no lo crea. De hecho, me parece admirable que alguien ame tanto a su país como para preocuparse tanto como un padre por su hijo, aunque el hijo se haya portado mal una y otra vez con él.
ResponderEliminarHa habido una lista importante de verdaderos intelectuales que se han preocupado, que les ha dolido España: Larra, Galdós, Moratín, Jovellanos, Unamuno, Valle, Machado...
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