domingo, 24 de febrero de 2013

MITOLOGÍA CHINA: LA BATALLA ENTRE GONGGONG Y ZHURONG.


 Después de que Nüwa creara a los seres humanos y Fushi los educara, el dios del agua (Gonggong) y del fuego (Zhurong) comenzaron entre ellos una violenta batalla. No se sabe cuál fue el origen de la enemistad. Lo que si se conoce es que tuvo consecuencias para los hombres y mujeres que poblaban el mundo, hasta entonces, felizmente.

La lucha terminó con la victoria de Zhurong. Avergonzado, Gonggong decidió suicidarse. Para ello no se le ocurrió nada más que golpearse contra una de las enormes montañas que los chinos consideraban que sujetaba el mundo. Obviamente, él  casi no se hizo nada, pero destrozó el pilar. Provocó que el cielo se desplomara por ese lado, haciéndose un agujero. Al ser golpeada tanto por los restos de la montaña como por el cielo, la tierra se resquebrajó. De esas heridas surgieron llamas o agua que inundaba los lugares. Muchos seres humanos se ahogaron bajo el peso de los nuevos mares. El resto procuraba huir para proteger su vida.

Nüwa contempló cómo todo había quedado devastado y cómo morían los  indefensos seres que había creado. Así que decidió solucionar el problema que habían provocado los dos dioses. Volvió a acercarse al río Amarillo, esta vez para seleccionar cantos rodados con los cinco colores primarios. Formó con ellos cuatro pilares que colocó en los cuatro puntos cardinales a fin de que sustentaran el mundo. Después tapó las grietas de la tierra con juncos.

Las agresivas aguas y llamas desaparecieron, pero también lo habían hecho muchos hombres y mujeres. La pena y el miedo agobió de tal manera a los seres humanos que Nüwa decidió inventar un instrumento musical para que olvidaran el triste suceso. Unió juncos (trece, para ser exacto) y les dio la  apariencia de cola de ave. El viento se introducía en los tubos y producía una dulce melodía.

A pesar de todos sus esfuerzos, hubo algo que Nüwa no pudo solucionar. Cuando se había desplomado parte del cielo, este golpeó la parte nordeste, provocando que su nivel fuera más bajo. A causa de esto los ríos de China van a desembocar a ese lugar.

1 comentario:

  1. Los seres humanos, en todas las culturas, son poco menos que mosquitos a merced de los designios de unos dioses que la mayoría de las veces son bastante descuidados. Menos mal que siempre hay alguien que se preocupa por nosotros, tratando la Creación con una delicadeza especial. En este sentido los asiáticos me parecen particularmente detallistas en el proceso.

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Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.