He de confesar que cuando la vi mi mente hizo una conexión con una obra de Valle - Inclán: Luces de Bohemia. Sí, la fotografía me recordó a uno de los personajes que el dramaturgo no trata con el esperpento: la mujer que -tras una manifestación y la represión por parte del ejército- coge es sus brazo al niño muerto, víctima inocente de la locura y barbaridad de algunos que se hacen llamar seres humanos.
Manuel Brabo celebrando con sidra. |
Tenemos numerosas personas en nuestras fronteras de las que sentirnos orgullosas por lo que aportan las artes y las ciencias. Ese debe ser nuestro sentido patriótico.
ResponderEliminarEn cuanto a la foto, durísima, y coincido contigo, Patricia, en la reminiscencia de Luces de Bohemia. A mí me ha recordado el cuadro del Guernica, si bien en él la mujer grita a los cielos y este pobre hombre parece más contenido en su dolor. En cualquier caso, la pregunta es: ¿dónde acaba la reflexión a través de la fotografía, y dónde comienza la lucha por evitar estampas como ésta en el futuro?
Sí, claro que también a El Guernica, pero es que la base es Valle- Inclán.
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