El evento comenzó con la
intervención de Francisco Castañón, que recordó que, a pesar de las penurias
que el Ateneo está sufriendo por los medios gubernamentales contra la cultura, está cerca de los doscientos años e intentará
seguir apoyando iniciativas como la que esa tarde tuvo lugar.
Con Nuevas Voces Poéticas, el
Ateneo presentaba a David Morello, Fernando López, David Minayo y Daniel Romero
que esperaban la llegada de su compañera María Solís, quien se retrasaba.
Además recuerda que lo acompañaba
otro gran poeta para presentar el acto: Antonio Daganzo.
En estos tiempos de crisis esa
vinculación entre realidad y labor poética
cobra “vigencia necesaria”. Se refiere a Poesía en mayúsculas, no sólo la
denominada social. Toda labor poética observa y analiza la realidad. Así sucede
con los poetas que se presentaban esa tarde.
Finaliza su intervención con la
lectura del poema que cierra el poemario Las
horas indultadas.
Podéis oírlo AQUÍ
Continúa con la presentación
Antonio Daganzo con su texto Cinco voces
poéticas de Generación del 2000.
Así está el contexto poético
cuando llega el 2000. en ese momento surgía una generación nacida en torno de
1975. su rasgo común es, justamente, la diferencia estilística con la que se
enfrenta cada uno a la realidad. Son, además, autores precoces (Pablo Méndez,
Fernando López) que vieron publicados sus primeros libros en los 90; mientras
que otros (Julieta Valero, Marco Agudo, David Morello) “realizaron su debut
literario un poco más tarde”. David Morello nace en 1976, como María Solís;
Fernando López, en 1977; David Minayo, en 1981; Daniel Romero, en 1985.
“Estas cinco nuevas voces” fueron
los protagonistas del acto presentado en el Ateneo. De hecho ellos pidieron que
fuera Antonio Daganzo quien los presentara, perteneciendo también a dicha
generación.
Destaca el poemario de David
Morello Retorno de la voz (os debo
una reseña del mismo; es un libro que leo y releo ¡qué maravilla!), Finalista
Premio Asociación de Editores de Poesía, aunque ya había sido galardonado en
Reinosa por El Cielo no se toca. Además,
Antonio Daganzo nos indica que, en unos meses, David Morello publicará Réquiem por un hombre cualquiera.
Daganzo destaca de la poesía de
Morello la siguiente idea: “cultiva (…) la emoción”.
A continuación, revisa la
trayectoria de Fernando López. Con dieciocho años (1995) aparece Aromas de Soledad; en 1998, El Altar de los Siglos; 2011, Porque nunca fue suyo; 2012, La Letra Perdida. Su poética
se basa en “una visceralidad que anhela
y persigue la música (…) las bajezas de la condición humana le mueven a una
rabia capaz de articularse en una imaginación muy despierta de signo
expresionista”.
Hace referencia, además, a poemas
inéditos que Antonio Daganzo ha podido leer que ha denominado “epifanía negra”.
La oscuridad continúa, pero con la presencia del Amor que la haga desaparecer. Todo
lejos del “aburguesamiento expresivo”.
Pasa a María Solís y su esperada
publicación de poemas herméticos con tites humorísticos pero también crueles.
Respecto a David Minayo, su poesía
se caracteriza por la sentimentalidad, con sencillez.
Daniel Romero presenta una poesía
que pretende buscar el sentido a la
realidad, siempre con incertidumbre.
Antonio Daganzo señala que
aparecerá pronto Densidad de la
Ausencia.
Estos autores son ejemplo de la
diversidad estilística que ante Antonio Daganzo indicaba como motor de esta
generación del 2000. escrito para todos “incluso para los que no nos leen”
(Vicente Aleixandre).
Tras un caluroso aplauso de todos
los asistentes –y éramos muchos, la Sala
Nueva Estafeta estaba repleta- Fernando López pidió a Antonio
Daganzo que leyera uno de los poemas.
Os dejo con Destino, que ya declamó para El
Ballet de las Palabras.
¡Unos versos excelentes!
A continuación, comenzó a leer
sus textos María Solís
Después llega el turno de David
Morello (¡vaya portento! ¡qué voz!). Lee primero unos poemas de Retorno de la voz; luego, unos inéditos.
Llega el turno de Fernando López,
quien agradece a todos los asistentes “porque un poeta sin nadie que los
escuche (…) es alguien contando en el
espacio”.
David Minayo también agradece
tanto a los presentes como a Fernando López.
Después juegan un poco. Se dedican
a intercambiarse poemas. De manera que David Morello lee uno de Daniel Romero;
Fernando López, de David Minayo; María Solís, de Fernando.
Tras esto era nuestro turno, las
preguntas del público, pero estábamos tan maravillados que no podíamos abrir la
boca. Sin embargo, alguien me confesó que tenía curiosidad por saber cómo unos
autores tan buenos coinciden. ¿Cómo se conocen? Ahí lanzo la cuestión a los
poetas.
Para terminar el acto, cada poeta
vuelve a recuperar su voz. Cada uno lee un poema propio. Asó descubrimos que
María Solís marca lo que tarda en leer sus textos.
Como podéis apreciar, Antonio
Daganzo estaba en lo cierto –como no-: hay poemas de todos los estilos. Yo tengo
mis preferidos, pero lo indudable es que existe un factor común: el talento.
Os dejo el resumen del evento que con tanto esmero ha preparado David Minayo.
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Muchísimas gracias por la crónica Patry. Sin ayudas como la tuya estas cosas serían mucho más complicadas. De verdad, gracias por estar ahí.
ResponderEliminarNo ha sido nada. Además, David Minayo hizo muy buen trabajo con los vídeos.
EliminarFue una velada entrañable, con mucho talento junto.
Espero que se oiga hablar de vosotros más.
Muchas gracias por comentar.
Besos.
Muchas gracias por compartir nuestros videos y, con ellos, nuestra poesía, Patricia.
ResponderEliminarUna pregunta de bloguera torpe (me refiero a mí, claro): ¿cómo subes los videos para que salgan como tales y no como enlaces? He intentado crear un post con ellos en mi blog y es imposible hacerlo como tú lo has mostrado, me salen sólo los vínculos...
Gracias a ti y a tu poesía.
EliminarSobre lo de los vídeos, es muy fácil (¡lo sé hacer yo! je).
Una vez estás en youtube (sin ampliar el vídeo a toda la pantalla) vas a la parte inferior (antes de los comentarios), pinchas en compartir y, luego, en insertar. Sale un código. Lo copias. Vas a tu blog. Si es de blogger, vas a entrada nueva. En la parte de la izquierda hay dos pestañas: redacción y html. Pinchas en el segundo. Señalas dónde quieres que vaya el vídeo y pegas el código. Es posible que tengas que cambiar el tamaño. Al principio hay dos números de tres cifras. El primero es el ancho.Esos son los que has de cambiar si es necesario. Una vez terminado esto, pinchas en redacción para comprobar que todo está bien.
Estero que no haya sido mucho lío. En realidad es muy fácil y se tarda muy poco.
Besos.
Muchas gracias, Patricia. Ahora me pongo a ello.
EliminarUn beso
Espero que te ayude.
EliminarBesos.
Estuve allí y fue estupendo. Es una pena que no tengan mejor difusión porque sé que tendrían muy buena acogida. Por otra parte, enhorabuena, Patricia. El artículo es fantástico, uy completo, apoyado por unos vídeos muy ilustrativos. Con esto seguro que la gente hace lo posible por no perderse el próximo.
ResponderEliminarSí que es una pena que no se difunda más (mira que lo intento). De todos modos resulta normal en una sociedad que valora lo mediocre en la moral, en la política y en la cultura, pero desprecia el talento. A veces miro mi alrededor y me parece estar en un lugar que no me corresponde. Este mundo se está convirtiendo en un esperpento constante que nos duele a unos pocos.
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