Uno de los miedos del ser humano es ser enterrado vivo. De hecho, den la literatura del XIX y principios del XX se presenta a catatónicos que son colocados en el ataúd. Incluso se muestra la prueba del espejo.
Parece ser que todo comenzó con una mujer joven que padecía problemas de corazón. Como lo había mencionado, cuando acabó en el suelo sin respiración, la consideraron muerta. La metieron en la caja de madera, la cerraron y justo cuando el sacerdote decía las últimas palabras antes de terminar con el proceso, se oyeron golpes procedentes del interior. La tapa se abrió y apareció la joven entre sollozos. Aseguraba que lo había oído todo pero que le había sido imposible moverse y hablar.
Desde ese momento se crearon infinidad de mecanismo por si sucedía lo mismo. Entre los primeros se creó una tapa con muelle para facilitar a la víctima la apertura y poder escapar.
Me parece una de las maneras más terribles de morir. Sé que el artículo se basa en un hecho real. A veces olvidamos los adelantos tecnológicos que tenemos en la actualidad y no nos damos cuenta de que antiguamente, sin todos estos mecanismos, era mucho más fácil equivocarse al decretar la muerte de alguien. Sin embargo, el artículo me ha recordado que enterrar gente viva también ha sido una tortura usada por diferentes personas, y me parece increíble la imaginación que tiene el ser humano para ser cruel con sus semejantes.
ResponderEliminarDe pequeño me contaron que, pasados años de su muerte, desenterraron el cadaver de Fray Luis de León y hallaron la tapa arañada por dentro. Sospecharon que lo habían enterrado vivo y que al verse encerrado perdió la serenidad. Eso le costó, siempre segun mi maestra, ser considerado como aspirante a beato.
ResponderEliminarJamás he podido confirmar la historia, pero "si non e vero,e ben trovato".
Jesús
Para ser sincera, no recordaba esta anécdota. De ser cierta...pobre hombre. Con las estupideces de sus congéneres que tuvo que aguantar en vida...como para terminar así.
EliminarBienvenido a este humilde espacio. Muchas gracias por tu interesante comentario.