Tras el momento de la creación del
mundo, había que “amueblado”. Hoy vamos a centrarnos en cómo surgió la vid.
El dios del viento, Ehecatl (una
de las formas de Quetzalcóatl) se enamoró de una joven que vivía con los
dioses. Mayahuel, que así se llamaba la muchacha, estaba bajo el cuidado de una
anciana, Tzitzimil.
Aprovechando que la vieja mujer
estaba dormida, el dios fue a visitar a Mayahuel, a la que despertó con
delicadeza. Después se marcharon sin hacer ningún ruido. Decidieron descender a
la tierra. Sin embargo, una vez sus pies tocaron el suelo, la pareja se
metamorfoseó en un árbol: Ehecatl, en una poderosa rama; la muchacha, en una
delicada y florida rama.
Cuando la anciana Tzitzmil
despertó y descubrió la huída, montó en cólera. De modo que organizó un grupo
de jóvenes divinidades para que la ayudaran a buscar a la pareja.
En pocos días hallaron el árbol. Tzitzimil
identificó a su protegida en la belleza de esa rama. Encolerizada, pidió la
ayuda del relámpago, que, a su llamada, se lanzó contra el árbol. Así consiguió
separar las dos ramas. A la de Ehecatl no le ocurrió nada, pero Mayahuel… Se
convirtió en astillas que masticaron los jóvenes dioses que Tzitzimil había llevado consigo.
Una vez se hubieron marchado, el
dios del viento recuperó su imagen. Había sido testigo del final de su amada. Apenado
siguió el camino que habían recorrido los jóvenes lanzando los restos de la que
había sido una hermosa rama. Las astillas se habían trasformado en un hueso.
Ehecatl lo tomó entre sus manos con tristeza y dio sepultura al único vestigio
de la existencia de su amada Mayahuel. Cuando la tierra cubrió el hueso, surgió
una vid.
Lo que siempre me llama la atención de estos relatos míticos, sea de la cultura que sea, es la sensibilidad extrema que demuestran en el trato de la escena, consiguiendo rozar el alma cuando se escuchan o se leen los pasajes, como ha sido el caso.
ResponderEliminarPor cierto, hay una errata al principio del texto, porque creo que la palabra que debería estar entre comillas es "amueblarlo" y no "amueblado". Gracias por el artículo.