Tras las groseras palabras de Aguirre mintiendo a los ciudadanos e insultando, de nuevo, a los profesores (los interinos no se han preparado oposiciones y han entrado a dedo), los aludidos preparaban una concentración en Sol, pidiendo permiso al Ayuntamiento. Sin embargo, éste niega al profesorado y a los ciudadanos indignados el derecho a manifestarse. El fin está claro: dejar pasar el chaparrón y ocultar los males que está sufriendo la Educación madrileña a causa de la tiranía que pretende atontar a los ciudadanos para facilitar su estancia en el poder. Intenta justificar mediante falacias demagógicas los recortes que lleva haciendo años pero que en los últimos tiempos se han vuelto salvajes contra los derechos de los ciudadanos.
Con todo, los profesores no desisten y preparan otra concentración. La libertad de nuestra sociedad está en juego. ¿Vamos a ser tan desalmados de dejar solos a los profesores en la lucha?
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