Han participado once personas, valientes que se han atrevido con este complejo subgénero.
Tres han sido los seleccionados, los que se publican aquí. El primer puesto, además ha sido galardonado con un ejemplar de "La Letra Perdida", que se le enviará al domicilio con una dedicatoria del autor. Por cierto, este poemario ha recibido la relevante Mención de Honor Luis de Góngora y Argote, galardón que hace unos meses también obtuvo un libro de Antonio Daganzo. Si es que tengo un buen ojo literario...
¡Enhorabuena!
Sin más dilación, os dejo con los escritores (de diferentes lugares de España).
PRIMER PUESTO:
RECUERDOS SIN NOMBRE
Ayer olvidé lo que
más me gustaba del verano. Sabía que había algo que amaba por encima de todo lo
demás. Cuando traté de recordar solo conseguí evocar el sabor de la sal.
Hoy recuerdo una
mirada llena de amor, pero no recuerdo los ojos que la proyectaban.
También recuerdo un
dulce aroma a perfume mezclado con sudor.
Una mujer llora a
mi lado, se acerca y me abraza fuerte. Las lágrimas que se deslizan de su
mejilla a la mía se filtran por la barba hasta llegar a mi boca. Por un
instante recuerdo el mar. Le pregunto por qué está triste y ella me cuenta que
está perdiendo todo lo que le importa. Yo le cuento que cada día encuentro más
cosas sin nombre.
Andoni Abenójar Martínez de Eulate
SEGUNDO PUESTO:
MISTERIO
El mago invocó el portal dimensional en el
instante en que el proyectil estaba a punto de atravesarle. La posta fue
engullida por la abertura de acceso justo antes de que el otro extremo del
agujero de gusano se manifestara en un universo paralelo, liberándola. Fue
entonces cuando un hombre llamado John F. Kennedy se estremeció de dolor al ser
alcanzado por el cuerpo arrojadizo de un tirador invisible.
Sólo la distancia recorrida por aquella bala
perdida fue comparable al misterio que suscitó después, durante los siglos
venideros.
Pedro Marchán
TERCER PUESTO:
Y TÚ, ¿QUÉ HAS PERDIDO?
He perdido los papeles, el guión, mi propia
voz… Siento que mi cuerpo está desnudo cuando, al subir el telón, mi rostro
queda al descubierto, expuesto a la mirada de la gente que espera de mí la
palabra.
En la sala de butacas, los espectadores ansían
mi voz que muere en el abismo de mi incierto lenguaje. Pretendo extender mis
alas y atraerlos a mi regazo, cual murciélago hembra que protege con las suyas
a la cría.
Les muestro mis manos vacías y, aun así, me
dedican una mueca de sonrisa. En la primera fila, un anciano me ofrece los
surcos de su frente, y un poco más atrás, donde la oscuridad se desliza por los
huecos que deja el desarraigo, una vieja copla se eleva esparciendo los ecos de
una noche de ronda.
Cuando las luces se encienden tras el fin del
primer acto, me limpio la cara y me miro al espejo. La vida me responde desde
el opuesto de mi rostro y me ofrece nuevos papeles y nuevas letras para mis
versos que ya tienen dueño.
Entonces, me olvido de lo perdido y me deleito
en lo hallado.
Lola Estal
Para que comprobéis con qué extraordinaria calidad me
he tenido que enfrentar, os dejo también con el texto que quedó en la cuarta
posición. Además he de hacer una mención a un relato por su originalidad y
sacarme una sonrisa. Os los pongo en orden.
OBJETOS PERDIDOS.
Atravieso con cuidado la puerta,
algo pesada, con la madera desconchada por el uso, justo en el lugar donde se
apoya la mano al empujar.
Entro en una sala amplia, con un
mostrador al fondo, tras el que se encuentra un anciano, muy anciano, más
anciano que el mismo mundo.
Hay algo de cola, formada por gente
variopinta. Delante de mi una jovencita, de largas trenzas negras, juega con
una de ellas, mientras que canturrea una melodía conocida.
Poco a poco me voy acercando, con
el anhelo de que me puedan ayudar. Hoy al despertar me di cuenta de que no la tenía, de que la había extraviado. Hacía
días que la echaba en falta, pero hoy
supe con certeza que no estaba, sobre todo cuando al asomarme a la ventana todo
era gris y negro.
Me acerco con respeto. Sobre mi
cabeza un gran cartel dorado con letras
en negro me informa dónde me encuentro:
“Objetos perdidos”
En los costados, grandes
archivadores con otros letreros que cuentan su contenido: amores, sueños,
ideales, amigos….
El anciano levanta la vista, detrás
de unas antiparras y con voz cascada me pregunta:
-Y tú… ¿Qué has perdido?
- La esperanza.
Elena Muñoz
En la
oficina de objetos perdidos perdieron las llaves para poder abrir la oficina de objetos
perdidos.
Javier Arnau
Os dejo un enlace al blog del poeta BUENAS NOCHES, NUEVA ORLEANS Allí vais a poder contactar con él mediante Facebook, Twtter y correo electrónico.
Un abrazo a todos.
Muchas gracias por este mi primer primer puesto (la redundancia es consciente). Encantado de haber conocido este pedazo de blog y haber podido participar con esta pequeña aportación desde el corazón.
ResponderEliminarFelicidades también a Pedro y Lola, los otros dos seleccionados. Me han gustado mucho vuestros relatos.
Un abrazo y nos seguimos leyendo.
Andoni
Gracias a ti por participar y haberme dejado estupefacta con ese talento. Espero que llegues lejos.
EliminarTambién felicito a Pedro y a Lola. Tienes razón, Andoni, son buenos textos. De hecho estuvo muy competido entre los cuatro primeros relatos. Os dejaré también el cuarto y otro por su originalidad para que los leáis y veáis de qué calidad estábamos hablando. Los puestos se han decidido por matices.
Enhorabuena, Andoni. Has entrado en la historia de este pequeño blog como el segundo galardonado ya que sólo he convocado, por ahora, dos certámenes. Recordad que el primero fue Fernando López con un microrrelato de terror.
Un abrazo. Espero leer más cosas tuyas.
Felicito a los premiados por la extraordinaria calidad de sus historias.Y agradezco, como no, al Ballet de las palabras por este, para mi, fantastico cuarto puesto. Gracias, y animo a participar a mas aficionados a este formato, que es muy agradecido.
ResponderEliminarEnhorabuena a todos los participantes, al ganador y a los finalistas (entre los que, gratamente, me encuentro); y sobre todo, enhorabuena a ti, Patricia, por la inciativa de esta empresa.
ResponderEliminarCoincido con Andoni en cuanto a la calidad de tu blog, y coincido contigo en lo referente a la dificultad a la hora de la elección. Sé lo complicado que resulta descidirse por uno u otro relato. Sé también que, al final, ganamos todos.
Muchas gracias por la invitación al evento. Seguiré leyendo cuanto nos transmites a través de El Ballet de las Palabras y, por si no tengo ocasión de contactar contigo en el facebook por mi saturación de trabajo, acumulado durante los pasados días, te deseo unas felices fiestas. Deseo que hago extensivo a los lectores del blog.
Lola.
Muchísimas gracias a las dos. Siempre es un placer leer vuestros comentarios, así que imaginad vuestros relatos.
ResponderEliminarEspero que en próximos certámenes, por modestos que sean, tenga la suerte que participéis.
Estoy encantada de tener tan buenos lectores. Esto me enseña que, a pesar de los tiempos que corren, hay gente buena. Me alegra que este blog sirva como punto de encuentro de unos cuantos.
Un abrazo a todos.
Hola a todos,
ResponderEliminarA los demás participantes/lectores daros las gracias por valorar mi escrito y ofrecer vuestras creaciones, por hacer de la literatura una pasión compartida. Y gracias a Patry por incluirme entre los microrrelatos seleccionados y contribuir al mundo de las letras regalándonos "El ballet de las palabras".
Un saludo algo tardío,
Pedro.
Muchas gracias a ti por participar en este pequeño certamen. Ya hay abierto otro, por si quieres mandar tu aportación.
EliminarUn abrazo