El poeta sevillano entabló amistad con el conservador González Bravo (fundador de la guardia civil y miembro de la R.A.E.), uno de los primeros ministros de Isabel II. Bajo la protección de este político, Bécquer consigue (sin los estudios requeridos) un buen trabajo (censor de novelas) con el que sustentar a sus hijos y a los de su querido hermano Valeriano.
González Bravo ve en nuestro poeta más talento del que éste podía haber demostrado hasta el momento (textos para El Contemporáneo e Historia de los templos de España), así que parece decidir preparar un publicación de los versos de Bécquer. Cuando está escribiendo el prólogo, y tras los sucesos de la Noche de San Daniel, irrumpe la Revolución denominada "La Gloriosa". En ese momento en el que González Bravo y la Reina caen en desgracia y tienen que huir, desaparece el manuscrito, no encontrado hasta la fecha . Bécquer, sin trabajo, se ve obligado a intentar retomar de su memoria los versos perdidos. Así surgirá el Libro de los gorriones, publicado por sus amigos (tras retoques) después de la muerte del poeta. No se sabe que sucedió con el manuscrito perdido. Lo que sí podemos intuir es que desaparecieron de la mente colectiva muchos buenos versos.
Esta es la prueba de que publicar no supone ser inmortal, ni uno de los más grandes... Me da igual lo que digan ahora todos los intelectuales pasados rosca y sobrados de orgullo: las Rimas son poesía pura, sencilla, directa, intimista, y además, son verdaderas. Parece que la poética del yo está desprestigiada. Una pena: resucitemos a Gustavo Adolfo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
EliminarBécquer tenía una forma especial de expresarse. Igual que Daganzo y Machado creo que lo universal a veces se ve en la descripción de lo más íntimo, pues, en el fondo, lo básico, se repite en todos nosotros. Ay, Machado, nuestro gran Machado. Su poesía no sería lo que es sin haber bebido directamente de los versos de Bécquer.
Vuelvo a agradecerte que pares por este blog y, encima, que dediques tiempo a comentar.
Bécquer ha sido en mi escasa formación literaria fundamental. Para mí a la poesía le faltaría algo si no estuviese su obra.
ResponderEliminarGracias por tantos artículos tan interesantes y que a personas que, como yo, no hemos podido estudiar todo lo que hubiésemos querido, nos acercan un poco más a la cultura que tanta falta nos hace.
Muchas gracias. Me alegra que te gusten los artículos que escribo con tanto cariño. Me has alegrado el día, porque me has hecho ver que la tarea sirve para algo. Vuelvo a agradecértelo.
EliminarSobre Bécquer, sin su lírica no habría un Antonio Machado (a quien se conmemora este viernes en el Ateneo de Madrid). Y sin Antonio Machado, el grupo del 27 y las generaciones posteriores no hubieran sido igual.
Un abrazo.