Como la Feria del Libro de Madrid ya va tocando a su fin, a pesar de no haber podido visitar a todos los autores que me interesaban (Óscar Urra, Ricardo Virtanen, Javier Quevedo o Alberto Morán), voy a mostrar mis adquisiciones. Este año, como todos me prometo no comprar muchos -si es que los sueldos no dan-, pero he llegado a casa cargada de libros. Ya sabéis: si no me encontráis, estoy perdida entre libros.
Libros que me han seguido desde la Feria del Libro. No he tenido más remedio que darles cobijo. ;) |
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La Feria del Libro de Pamplona no suele durar mucho -apenas dos semanas- y sólo me ha pasado un día por ella, encontrando dos de los tres libros que buscaba: la última novela de Llamazares, "Lágrimas de San Lorenzo", y "Malos de la historia de España", de Gabriel Cardona y Juan Carlos Losada.
ResponderEliminarEl tercero ha tardado algo más en llegar a Pamplona: se trata de "Todo un viaje", en el que una de mis actrices favoritas, Silvia Abascal, cuenta lo que le pasó hace dos años a raíz de un ictus. Resulta que a mí me han operado del corazón este mes de abril -ya estoy bastante repuesto- y me interesa mucho ver en qué coincide su experiencia con la mía.
Ahora, como siempre: una cosa es comprar libros y otra muy distinta tener tiempo para leerlos. Con decirte que he aprovechado el postoperatorio para leer los Ensayos de Montaigne, que compré hace casi diez años, ya está dicho todo.
Saludos.
Nuestra vida va a contrarreloj y no nos deja mucho tiempo para el placer de la lectura. Yo suelo leer en mis "excursiones" para ir a trabajar, que son dos horas y cuarto de ida y otras tantas de vuelta. Pero no es lo mismo.
EliminarDe los libros de la imagen la mayoría son para regalar: unos por cumpleaños, otros a mis alumnos con los certámenes de creación que montamos en clase...
Silvia Abascal me enamoró como actriz hace unos años en una obra de teatro independiente, original y en la que resultaba de gran relevancia el arte de actuar. La obra sólo contaba con tres personajes: el alma de un hombre (que por la forma de hablar y por algunas explicaciones se descubre que ha muerto durante la Guerra Civil), el de una mujer (que muere en plena movida madrileña por sobredosis y que encarnaba espléndidamente Silvia Abascal) y Dios (un niño consentido representado por Ricardo Gómez, más conocido como "Carlistos", el niño de Cuéntame). Las dos almas, mientras esperan reencarnarse, se hacen amigas, lo que sienta fatal a Dios. La obra era genial. A oscuras, como si el espectador estuviera también en el limbo, jugaban con olores, sonido y tacto. Por eso era tan importante la buena actuación.
Javier, espero que te encuentres mucho mejor. Un abrazo enorme.
¡Menos mal que no has cogido muchos, je je!
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