El blog cultural (literatura, sociedad, aniversarios, curiosidades)de una docente que busca el ciudadano inteligente y cívico que no pueda ser manipulado ni engañado. Formemos ciudadanos de bien (ideal del XVIII).
El pecado capital de nuestro tiempo es, a mi juicio, la indiferencia, que nos ha enseñado desde niños a ver morirse de hambre a la gente en países del tercer mundo mientras degustamos la comida calentitos en nuestro salón. No podemos engañarnos: todos somos complacientes con los horrores que nos rodean.
l mayor crimen
está ahora, no en los que matan, sino en los que no matan pero dejan matar.
El pecado capital de nuestro tiempo es, a mi juicio, la indiferencia, que nos ha enseñado desde niños a ver morirse de hambre a la gente en países del tercer mundo mientras degustamos la comida calentitos en nuestro salón. No podemos engañarnos: todos somos complacientes con los horrores que nos rodean.
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