lunes, 15 de octubre de 2012

ENTREVISTA AL POETA ANTONIO DAGANZO

Hoy empezamos la temporada de entrevistas con uno de mis poetas actuales preferidos tanto en la forma como en el fondo así como por su bondad. El primer poema que leí de este autor fue en su blog y me vino a la mente Miguel Hernández, pero con un sabor personal. Y es que la poesía de este extraordinario escritor se caracteriza, además, por elevar lo íntimo a la categoría de lo universal, haciendo que el público se identifique con lo descrito en los cuidados versos. Los lectores asiduos  a este blog ya conocen a Antonio Daganzo por otras entradas. Sin embargo, si deseáis saber más de este autor, pinchad aquí.

Os dejo con las palabras de este gran poeta.


       1.      ¿Qué es lo que te condujo a escribir?

     La clara conciencia de mi radical discrepancia con el mundo y su imperfección, siempre lo digo. A causa de mi enfermedad infantil –con cuya memoria ajusté cuentas en mi tercer poemario, Mientras viva el doliente- sentí muy pronto la necesidad de ubicarme en una realidad alternativa y plena. En aquel libro escribí: “Aún sin saberlo, / el niño / ya era escritor forzoso”. Es decir, que ya participaba de una mirada literaria de la vida, muy tempranas lecturas mediante. La escritura propiamente dicha, y curiosamente en el género narrativo, no llegó hasta los quince años, más o menos.

      2.      ¿Qué es la poesía para ti? ¿Poesía: estética o instrumento de cambio social?

       Las dos cosas, porque ambas están ligadas absolutamente. A mi juicio, el compromiso de la poesía con la belleza ha de ser irrenunciable. Si no es así, podemos acabar deslizándonos hacia la mera ocurrencia; un riesgo que la poesía no merece correr. Del mismo modo, la honestidad en el trabajo poético, su cabal ejercicio, resulta la mejor garantía para familiarizar a los lectores y oyentes con su universo de hermosa y misteriosa intensidad. El cambio social a través de la poesía nunca se basará en alicortar a los creadores, en rebajar las inmensas posibilidades del discurso poético. Como muy bien escribiese Antonio Gamoneda en aquel poema memorable: “La belleza no es / un lugar donde van / a parar los cobardes”.

      3.      Junto a la actriz Carolina Barreira, llevas a cabo una labor admirable denominada Poesía de Oídas. ¿Puedes explicar en qué consiste?

Antonio Daganzo, Carolina Barreira
y yo misma
       Básicamente es un radio-teatro de poemas; es decir, una actividad periódica que combina la dinámica del recital poético con estrategias de radio-teatro. Nos centramos en autores de la gran poesía española e iberoamericana con la finalidad de crear audiencias para la literatura, y concretamente para la poesía, desde su experiencia sensorial. Además, las selecciones poéticas que proponemos cobran un relieve mayor bajo el prisma de los datos biográficos fundamentales de los autores, así como de sus más jugosas anécdotas de vida; todo ello a través de un guión radiofónico sumamente elaborado. “Poesía de Oídas” forma parte de lo que a mí me gusta llamar “la divulgación de la excelencia”. Porque, retomando la tesis de mi respuesta anterior, un verdadero cambio socio-cultural sólo llegará mediante el fomento de la inteligencia y el rechazo a la banalización del gusto.

      4.      ¿Cómo llegaste al mundo editorial?

      Por una pura necesidad: la de empezar a publicar para seguir escribiendo con una mayor conciencia creadora. Algo que sólo puede conseguirse gracias al encuentro con los lectores. Dominado por esa necesidad, como digo, empecé la búsqueda de una primera editorial que apostase por una voz nueva como la mía. Fue un proceso largo que se decantó hacia 2004, cuando contaba veintiocho años de edad. Tuve suerte, y a partir de ahí inicié un camino que está resultando muy intenso: a la vuelta de ocho años tengo ya publicados cuatro libros. El más reciente ha aparecido incluso en el extranjero.

         5.      ¿Resulta duro moverse por dicho mundo?
   
    Sí, no cabe engañarse. Fundamentalmente, el compromiso del autor con su creación, y con la promoción de su creación, ha de ser total. El mundo de las editoriales, y el de los foros literarios, si me apuras, no tolera medias tintas en este sentido. Lo más difícil es acertar a defender la obra propia con la justa combinación de humildad y orgullo. Como he dicho en alguna otra ocasión, a partir de ahí se abre una senda por la que se puede avanzar honestamente.

        6.      ¿Cómo consideras la situación actual de la poesía?
  
     Mi contestación ha de atender por fuerza a dos niveles. Por culpa de esa banalización del gusto que domina nuestra sociedad, la posición de la poesía, así como la de otras manifestaciones de la excelencia artística –la llamada “música clásica”, por ejemplo-, está muy por debajo de lo debido. Así nos va, claro: la crisis económica que atravesamos actualmente no es más que la consecuencia de una crisis de valores que viene de muy atrás, y cuyo abismo mayor no es el del presunto “relativismo” que algunos interesadamente se empeñan en denunciar, sino el de la forzosamente rápida satisfacción de los apetitos. Ante eso, el pausado desarrollo de un movimiento inicial de sinfonía o la amplitud de significados de un poema resultan desafiantes. De lo que se trata es de acertar a divulgar tales maravillas en un contexto social poco amigo de los desafíos.
  
     En cuanto a la poesía en sí misma, vivimos una situación bien diferente: no hay precariedad en absoluto, sino un desbordante, y muy atractivo, panorama de propuestas. Nuestro país resulta un perfecto ejemplo de ello, y de tal diversidad se están haciendo eco volúmenes como 12+1: una antología de poetas madrileños actuales, preparado por el escritor Alberto Infante en este 2012, y en el que he tenido el honor de ser incluido. Al hilo de todo ello, la ausencia de corrientes dominantes personalmente me encanta: nada mejor para estimular la libertad creativa.


     7.      Tengo entendido que hace poco has vuelto de una gira de presentación  de tu nuevo poemario Llamarse por encima de la noche por Chile. ¿Cómo ha sido la experiencia?
  
       Extraordinariamente positiva. Llamarse por encima de la noche, el cuarto de mis poemarios, es mi primer libro publicado fuera de España, y el hecho de que haya visto la luz en Iberoamérica, y en un país de poetas como Chile, significa un espaldarazo muy importante a mi trayectoria. Ha sido igualmente una experiencia de mucha intensidad, pues en apenas veinte días protagonicé cinco actos públicos, entre las presentaciones y lecturas del libro tanto en Santiago como en Temuco, a lo que hay que añadir los encuentros poéticos que mantuve con académicos e intelectuales en la Universidad Autónoma de Chile y la Fundación Iberoamericana. Además, la Universidad de la Frontera, en Temuco, había otorgado ya un patrocinio promocional a la obra a través de su Facultad de Ingeniería, Ciencias y Administración. La acogida que se me ha dispensado ha sido muy cálida, también por parte de los medios de comunicación.

    8.      ¿Qué semejanzas y diferencias existen entre tus anteriores poemarios y Llamarse por encima de la noche?

       Este libro, que concebí, desarrollé y terminé entre los años 2006 y 2007, supone un verdadero punto de inflexión en mi quehacer poético. Es como si algunas de mis obsesiones de siempre –amor, soledad, muerte, conciencia creadora- se diesen la vuelta, en una paulatina conquista de una nueva mirada ante el mundo, al cual mi sujeto poético aprende a amar sin dejar de sobrevolar los abismos de la condición humana. Así dicha mirada amorosa tiene el valor añadido de la lucidez, del salto. Llamarse por encima de la noche, además, presenta unos explícitos vínculos con Chile y lo chileno. Allí viajé en el otoño austral de 2007, y de allí traje el material literario preciso para dar sentido último al nuevo poemario que estaba naciendo. Sin duda, el destino de la obra era volver a nacer como libro en Chile, cosa que finalmente ha sucedido en 2012, tras la buena andadura que ha venido haciendo mi poemario anterior, Mientras viva el doliente.




       9.      ¿Podrías explicar cómo es el proceso de elaboración de un poemario en tu caso?

        En líneas generales, en torno a unos primeros poemas puedo ya reconocer si hay poemario en ciernes o no; si hay un tema, una intuición, un mismo arco de inspiración o un mero estado de ánimo que lo vertebre. De ser así, sigo adelante, y cuando estimo que la obra alcanza su cénit intensifico el trabajo hasta concluirla, tratando de desarrollar todo su potencial, en un proceso que ya exige toda mi concentración y que no es sencillo ultimar, puesto que las obligaciones del día a día resultan en ocasiones un elemento muy perturbador.

      10.  Uno de los temas centrales de tu poesía es el amor. ¿Desde qué perspectiva te enfrentas a dicho motivo en tus versos?
  
       Como señalaba antes, mi obra recientemente publicada en Chile resulta muy significativa al respecto. Desde el doloroso amor que sustentaba mi primer poemario, Siendo en ti aire y oscuro, y desde la rabia por su imposibilidad que no podía dejar de brotar en el segundo, Que en limpidez se encuentre, pasando por la niña que iluminaba los recuerdos infantiles de Mientras viva el doliente, Llamarse por encima de la noche conquista un territorio de plenitud que, necesariamente, tenía que aspirar a una mirada totalizadora. Que no celebra por celebrar, porque tal cosa no tiene ningún sentido en este mundo nuestro, pero que no renuncia a cantar la felicidad posible.

      11.  Tus versos son de una calidad depurada. ¿Cuáles dirías que son tus influencias?

      Evidentemente, toda la tradición lírica hispánica y los clásicos modernos a un lado y otro del Atlántico. Nombres muy importantes para mí son Garcilaso, San Juan de la Cruz, Bécquer, Machado, Juan Ramón Jiménez, Miguel Hernández, Pablo Neruda, Octavio Paz o mi admirado Vicente Aleixandre. De ellos he aprendido que cada poema, por encima de las épocas, las modas y los modos, necesita su música íntima, algo que va mucho más allá del mero ritmo, y cuya consecución tiene mucho que ver también, en mi opinión, con la calidad de las audiciones musicales que uno llegue a realizar en su vida. Que nadie lo dude: escuchar cotidianamente a Schubert, Brahms, Schönberg, Albéniz o Halffter allana extraordinariamente el camino hacia la intensidad en la expresión.


    12.  Si tuvieras que elegir uno de tus poemas como el que más identifica tu estilo, ¿cuál seleccionarías?
Quizá alguno de los que he compuesto a partir de 2008, y que, consecuentemente, permanecen inéditos aún.

     13.  Eres una de las voces que he escuchado que mejor recita. ¿Cuál es tu secreto?

        No creo que sea un secreto, y tiene que ver con lo que antes te comentaba: cada poema tiene su música íntima. A la hora de declamar, la música de los poemas propios la conozco de antemano, evidentemente; la de los ajenos, he de interpretarla como si fuese un pianista, un chelista, un tenor o un director de orquesta. Poesía y música son artes indivisiblemente unidas.

     14.  ¿Cuándo tendremos la ocasión de volver a oírte?

      Tras esa primera lectura en Madrid de Llamarse por encima de la noche, prevista para el 18 de octubre enel Café Comercial, diré adiós, en diciembre de 2012, a los recitales individuales en bibliotecas organizados por Poesía Joven de la Comunidad de Madrid. Aunque acabo de rebasar la edad límite de 36 años, han sido tan amables de invitarme a ofrecer uno especial de despedida. Ya para 2013 se dibujan en lontananza algunas otras lecturas, en las que el peso de Llamarse por encima de la noche será importante, a buen seguro.

Versos de Llamarse por encima de la noche,
de Antonio Daganzo


     15.  ¿Estás trabajando en otros proyectos?

      Sí, pero no poéticos, pues cultivo también otros géneros. Lo cual no quiere decir que lleve tiempo sin escribir poesía. Tengo otros dos poemarios terminados, que permanecerán inéditos un tiempo aún. Y sobre los versos que poco a poco van naciendo en estos meses, veremos si a la postre dan para un poemario nuevo.

    16.  Suele considerarse que los buenos poetas son excelentes a la hora de crear prosa. ¿Has pensado en hacer una incursión a la novela?

     Lo cierto es que ya la he escrito, y creo que forma parte de mis trabajos más logrados. Hace ya algunos años que la concluí. Cuando llegue su momento, dejará de ser inédita y verá la luz.



1 comentario:

  1. Me encanta oír a este magnífico literato. Siempre diré con orgullo que conocí a un genio, y que incluso tuve la suerte de charlar con él. Escuchar (o leer, como en este caso) sus opiniones acaricia el alma, y para los que somos simples mortales, nos ayuda a poner el verbo donde nosotros balbuceamos como niños. Sólo su gran bondad puede hacerlo más grande de lo que lo hace su literatura, dato que pueden corroborar todos aquellos que han tenido la suerte de conocerlo. Gracias, Antonio, por tus palabras, y a ti Patricia, por compartirlas con todos.

    ResponderEliminar

Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.