Temo la sociedad que vamos a dejar, que va a resultar de todas nuestras malas decisiones. Elecciones de adultos que, de manera consciente o no, están mal condicionando las generaciones jóvenes. Todas nuestras decisiones son importantes y tienen consecuencias, desde no castigar al niño a tiempo a darle todo sin que él vea el esfuerzo, pasando por cambiar los modelos a imitar.
Un ejemplito:
Ediciones de Gran Hermano
Holanda 7
Bélgica 6
Francia 6
España 14
Tasa de abandono escolar
Holanda 9,5%
Bélgica 11%
Francia 11,5%
España 30%
Que luego no nos sorprenda que se maltrate al que es capaz de leer un libro.
Nunca un problema es aislado, sino fruto de varios condicionantes. El escolar ya lo hemos comentado sobradamente. Sí queremos abordarlo, debemos hacerlo desde la raíz, que no es otra que la social y la familiar. No puede ser que los niños crezcan en ambientes rotos, bien en familias desestructuradas, bien en familias donde los padres no ven a sus hijos en todo el día por cuestiones de trabajo. Lo primero se solucionaría con una mayor dotación a los servicios sociales, para que pudieran perseguir a todos aquellos adultos que abandonan a sus hijos a su suerte, incapaces de comprender que sus obligaciones no se limitan únicamente a dotar a sus hijos de un hogar, ropa y comida (en muchas ocasiones, ni eso se cumple). Lo segundo tiene que ir de la mano de una mayor flexibilidad en los empleos, con unas franjas horarias de trabajo operativas, y con facilidades para complementar el horario de los cónyugues, para evitar el efecto de los niños -llave. El no hacerlo implica también que las normas sociales, la educación, los valores como el respeto, no sean adquiridos por los chicos, ya que sus padres o no están o están demasiado cansados para ejercer de tutores, y prefieren dar al hijo todos los caprichos que educarlos en valores.
ResponderEliminarY luego sí, hablamos de educación, y de los modelos a mejorar un sistema enfermo desde hace años, que agoniza. ¿Pero qué sentido tiene hacerlo mientras la base está podrida?