miércoles, 25 de abril de 2012

LA PARADOJA DE WERT Y LA CULTURA.




En esta semana del libro, en que se acumulan eventos culturales de todo tipo aparece una carta del señor Wert (o de alguien que escribe por él, vaya usted a saber) instando a leer (parece que nos están tomando el pelo) y recordando dos cosas: El Quijote y la entrega del Premio Cervantes a Nicanor Parra.

En  primer lugar, me parece irónico y hasta cínico que este supuesto adalid de la cultura –que destroza la Educación con el fin de atontar nuestra sociedad- salga como defensor tanto de la lectura como de la novela más importante. Por una lado no se puede estar aparentando que se protege y se desea expandir el hecho lector (actividad que da libertad y que cuesta cierto esfuerzo intelectual) mientras se ataca la Educación (única vía para desarrollar la mente del individuo)  y se vacía el bolsillo de los ciudadanos. ¿Pretenden que pidamos hipoteca para comprar un libro? Uf, el caso editorial es otro cantar. Porque no todos los libros son buena literatura. Para comprobarlo, paséese por la Casa del Libro. Me espanta que haya tanta calidad exiliada del mundo comercial. Y, aunque lo parezca, no todo el mundo es capaz de crear un buen volumen. Mas esto es lo que se abre  en abanico a los despistados usuarios: una cantidad de obras de baja calidad en todos los sentidos. No estoy diciendo que todo lo que se vende sea…que sea mediocre. Ni mucho menos. Pero es cierto que está tan extendido como una plaga que ataca el cerebro del lector. Y esto no quiere decir que no exista la calidad, que no existan verdaderos demiurgos del libro. Doy fe de que hay una gran cantidad de ellos, aunque soterrados en el limbo. ¿Será que no interesa que enciendan lucecitas en nuestras cabezas? Sea como fuere, el caso es que, en un momento en que la vida editorial está casi paralizada por la crisis (no sólo económica) y se lleva a cabo una política de aborregamiento de la sociedad –muchísimo más fácil de adoctrinar y manipular- no se nos ofrece siempre lo mejor que hay.

Otro caso es el de aparentar cultura  y defensa de la  misma cuando el señor Wert nos recuerda lo maravilloso que es El Quijote. Por supuesto que es un libro extraordinario, pero algo me dice que o no lo ha leído o no se ha enterado de nada, porque ya sabemos que bajo esa capa de divertimento que hay en la novela de Cervantes se hace una feroz crítica a…justamente a lo que todavía hoy tenemos en este país nuestro y él representa: la amoralidad, la incapacidad de saber discernir entre bien y mal, el control de los poderosos sobre el pueblo, la falta de libertad y de humanidad. Vamos, que si lo entienden, será uno de los primeros libros en ir a la hoguera.

Sin embargo, tras toda esta carta de ilusoria defensa de la cultura (así como de todo lo que subyace de ella) en este contexto de ataque de la sociedad en general y de la Educación en particular es sarcástico comprobar que el texto adolece de todo aquello que nunca un representante y ordenador de la cultura debía tener: falta de desarrollo intelectual que se muestra en la incapacidad de hacer oraciones coherentes y de escribir sin problemas gramaticales.
Ahora me explico que de su boca salgan tantas barbaridades por minuto. Querido lector, le dejo un enlace para que compruebe lo indicado: Errores en la carta del Ministro de Cultura en el Día del Libro.

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