domingo, 10 de junio de 2012

OCEANÍA: MITO DE LA CREACIÓN.



Las tres regiones que conforman Oceanía (Melanesia, Micronesia y Polinesia) poseen variedad lingüística, así como creencias y maneras diferentes de estructurar el mundo. De modo que su mitología resulta distinta: en algunas zonas no se habla de dioses, sino de héroes; en otros, la cosmogonía es sólo conocida por los iniciados, quedando en estricto secreto.

De cualquier manera, los relatos más relevantes sobre la creación del mundo proceden de Polinesia y Micronesia.

Destaca el maorí, en el que se narra que los dos creadores, Rango (el cielo) y Papa (la tierra) estaban unidos en un estático abrazo en medio de la nada. Entre ambos, se hallaban atrapados sus hijos (Tare, Tagaroa, Tu, Rongo, Haumia y Tawhiri) que pensaron en la forma de separarlos, llegando, incluso, a idear su asesinato. Sin embargo, el dios de la vegetación (Tane) medió para que cada uno procurara deshacer el eterno abrazo. Ninguno de ellos lo consiguió. Sólo quedaba el propio Tane. Decidió apoyar la cabeza sobre su madre y los pies sobre su padre para empujar. Así consiguió dejarlos en su posición actual.

Sin embargo, el logro de Tane trajo la envidia de sus hermanos. De modo que Tawhiri, iracundo, levantó el viento y provocó tanto tormentas como huracanes con el fin de destruir los bosques protegidos por aquel dios. El terror ante la catástrofe hizo que los peces, que entonces vivían en la tierra, huyeran al reino de Tangaroa, divinidad del mar. Enfadado, Tane comienza la lucha con su hermano acuático, batalla que aún hoy continúa, de ahí que el mar pretenda inundar la tierra y la madrea de los bosques de Tane produzcan canoas para que el hombre dome al océano.

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