sábado, 31 de marzo de 2012

V CAFÉ LITERARIO DE ESCRITORES DE RIVAS DEDICADO A LA CELEBRACIÓN DEL DÍA DE LA MUJER.


Roxana Popelka, Rosario Gómez, Victoria Méndez,
 Fátima de la Jara, Laura Olalla y Julia San Miguel.
La noche del treinta de marzo, como todos los últimos viernes de cada mes, ha tenido  lugar un  café literario en Rivas. Esta vez la Asociación de Escritores de este municipio ha dedicado este espacio a las mujeres creadoras, aprovechando el mes en el que se ha celebrado el día de la mujer.

Como siempre, ha presentado el evento Elena Muñoz, que ha querido hacer ver el duro camino de las mujeres para llegar donde están ahora. Y lo ha hecho mediante citas de renombrados escritores e intelectuales: Menéndez Pelayo, Valera, Baroja, Araujo, Marañón, Ortega, Valle y Jardiel Poncela. He de advertir que hay que tener en cuenta el contexto de donde se sacan esas citas. Lo que es cierto es que la sociedad ha tenido logros (aunque aún quede un largo camino), pues esas citas ahora no escandalizan. Un paso es un paso.

A continuación, antes de presentar a las escritoras que iban  a deleitarnos, bromea con la sorpresa que nos tenían preparada y que tanta expectación había causado.

Tras un vídeo muy emotivo (he de reconocer que, en mi caso, más por la música, perteneciente a Gladiador y que siempre me hace llorar por entender que está describiendo una muerte) en el que se mezclaban imágenes de mujeres trabajadoras de diferentes países y épocas con textos, comenzó la lectura.

La primera en deleitarnos es Fátima de la Jara Ayala, con un cuento – como es característico en ella- que, a diferencia de muchos de los que se hacen en la actualidad, presenta al niño el mundo tal como es y siempre subyaciendo educación, sin verse obligada a tomar como recurso una moraleja. El primero que nos ha leído se lo sugirió un atardecer de Rivas: La colina Barrugota.  Después, nos ha leído otro sobre el mal que hacemos a la Naturaleza, que creemos tener en propiedad: La palmera.

A continuación, ha leído otra cuentista, Julia San Miguel, que esta vez nos ha sorprendido con unos textos publicados en prensa de Vicálvaro en la que colabora. Si ya hizo patente que es buena narradora para niños, hoy ha demostrado que sus escritos para adultos son extraordinarios. Me han encantado.

Tras ella ha llegado el turno de Roxana Popelka-, que ha leído “pequeñas comodidades” y  “el tren se detiene”.

Rosario Gómez y Victoria Méndez.
Después, dos invitadas: Victoria Méndez y Rosario Gómez. La primera ha leído varios fragmentos de su primer libro. En ellos se hace patente la crítica social: por un lado se reflexiona sobre que la tecnología no hace más felices a las personas; por otro lado, se refleja la típica situación de pareja en la que ambos trabajan, pero resulta ser ella quien también hace las labores del hogar. Añadió  relatos de El cuento número diez, entre los que destacó “el extraño”, donde se hace una crítica a los estereotipos.

La segunda leyó primero un bello relato (Bálsamo de la esperanza interior) y recitó varios poemas (ofrecía la noche un tramo de silencio, Nada diré a la alondra, Entre la clave que apremia, Viajaré con el pensamiento cada día). Terminó dedicándonos un poema sobre la escritura: se desnuda en ese trance solitario.

Por último, recitó Laura  Olalla: “habitación sin número”, “hoy sueñas lo que no razonas”, “la camisa”, “vértices”. Concluyó la intervención con una cita de Amado Nervo: no corras. Ve despacio que donde tienes que ir es a ti mismo.

Tras un descanso de unos quince minutos, Elena nos llamó al orden y nos desveló la sorpresa. Nos pidió que diéramos la vuelta a un papel que nos habían dejado en cada mesa. Aparecía una palabra: monja, princesa, uróloga, etc. Debíamos elegir qué escritora queríamos que nos relatara una historia poniéndose en el papel de esa mujer. Así, fueron improvisando, una a una, unos textos muy interesantes (Fátima – princesa, Julia –mujer de negocios, Roxana – prostituta, Victoria – urólogo, Rosario-ama de casa y Elena – taxista). Estuvieron espléndidas.

Y empieza el coloquio, en el que se pregunta si piensan que se identifica la literatura escrita por mujeres.

Laura Olalla responde de manera afirmativa, considerando que se debe a la diferente sensibilidad. Victoria interviene advirtiendo que en muchas librerías diferencian para el lector libros para hombres de los destinados, supuestamente, para hombres, aunque el objeto del autor sea universal. De hecho, existen editoriales que sólo publican obras de mujeres.

El poeta Fernando López interviene en dos ocasiones ante la disputa- que poco tenía que ver con literatura y que aquí no vamos a plasmar- que se organiza. Una tras indicar Laura que le repulsa el empleo del término “poetisa”. El poeta explica que esa palabra se emplea hacia el XIX de manera despectiva. De cualquier manera, hemos de recordar (y esto es mío) que el contenido final se lo damos los receptores. Las palabras “romántico”  o “modernista” surgieron de manera despectiva, pero los aludidos supieron darle un sentido honorífico. De modo que la palabra “poetisa” (que a mí, particularmente, me resulta muy bella) tendrá el matiz que nosotros queramos darle. ¿O “actriz” también resulta insultante? De hecho, muchas veces somos las mujeres quienes sacamos las cosas de quicio y propiciamos la diferencia. Y con esto se relaciona la siguiente intervención del poeta, quien pregunta –uniéndolo con la cuestión anterior- si el hecho de que a veces se identifique si lo han escrito hombres y mujeres se debe a la calidad; es decir, si cuando es talentoso resulta complicado diferenciarlo.

Para concluir este evento, Elena cita unas palabras de un personaje femenino de la novela La maldición del Rey Sabio, de José Guadalajara, que no ha podido asistir.  El personaje, que ilumina los manuscritos en el escriptorium, en un mundo de hombres, dice: el tiempo siempre lucha contra el olvido.

http://www.escritoresderivas.es/quienes%20somos.htm

2 comentarios:

  1. Desde la distancia, Patricia, me has acercado el Café literario de anoche. Tu crónica me ha permitido estar presente en los actos de ese viernes de literatura que ha resultado tan alentador, entretenido y sustancioso.
    Estupendo resumen, eficaz y rememorador de instantes. Sí, "el tiempo siempre lucha contra el olvido". Lo dice Manuel Finisterre también, un alter ego.

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    1. Muchas gracias por tu comentario. Me alegra que esta crónica haya levantado y dado vida a las imágenes en tu mente sobre el V Café Literario. Sin embargo, el mérito no es mío; es del talento que se reúne en este lugar y que me apena no conseguir mostrar en su plenitud.

      De nuevo, muchas gracias por tu comentario. Espero que nos encontremos más por estos lares.

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Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.