viernes, 19 de julio de 2013

RESOLUCIÓN DEL VII CERTAMEN DE MICRORRELATOS.


Ya podéis leer el microrrelato vencedor del último certamen literario de El Ballet de las Palabras. Me ha encantado. Espero que disfrutéis. Enhorabuena al galardonado.

Guisantes, obviamente.

Puso los ojos en blanco. Tomó aire. Abrió la línea.
–Parnaso, buenos días, ¿en qué puedo ayudarle?
­–Quiero hablar con la extensión nueve uno, por favor –dijo una vocecilla nasal.
­–Nueve uno… Lo siento caballero, pero no se encuentra disponible.
­–¿Qué no se…? –preguntó la indignada vocecilla nasal– ¿Qué clase de musas son ustedes, que no están disponibles cuando se las llama?
–Pues de la única que existe –respondió indolente– ¿Quiere dejar algún mensaje?
­–Sí –dijo la frustrada vocecilla nasal–, dígale que necesito escribir un relato en el que aparezca la palabra “guisante” para un certamen literario, y…
–¿Guisante?
–Sí, GUI-SAN-TE, y que sea rapidito, por favor, que el plazo es cortísimo…
–GUI-SAN-TE –silabeó mientras tecleaba– Bien. ¿Podría hacerle una pregunta caballero?
­–Eh… sí, claro.
–Dígame, por favor… ¿Es ésta una llamada real o es una pieza de ficción que está escribiendo para calzar la palabreja? Porque que como recurso es pobre, y además ya sabe cómo se ponen las musas cuando las puentean de esta manera…
–Señorita –espetó la furibunda vocecilla nasal antes de colgar–, no se me ponga usted metaliteraria y limítese a cumplir con su obligación, que para eso la pagan. ¡Buenos días!
¡Click!
José Francisco Garrigós




A continuación, os dejo también el segundo y tercer puesto.
Buenas noches, princesa
Todas las noches, en el espacio irreal que habitaba entre el momento que su padre cerraba el libro y ella se perdía en ensoñaciones, soñaba con ser princesa. Pero no una princesa cualquiera: ella era una chica exigente.
Cenicienta no era la más horrible del montón, al menos ella aspiraba a salir de la miseria, aunque eso de que midiesen la valía de una por el tamaño de los pies despertaba su suspicacia (y nada menos que con un zapato de tacón de cristal, qué cosa más incómoda). Blancanieves le daba más pena que nada, por aquello de conformarse con el primero que le había dado un beso, igual que la Bella Durmiente (aunque años más tarde descubriría que, en el cuento original, no fue precisamente eso lo que la despertó). A la que no podía soportar, desde luego, era a aquella remilgada que no pudo dormir por tener un guisante bajo el colchón.
Así que decidió, si bien jurando antes evitar a volátiles sultanes que tan pronto te mataban como se casaban contigo, ser Sherezade, y así tener como mínimo mil y una historias que contar.
Ángel Martínez


Un novio perfecto
Llegó con dos rosas, una para Matilde y otra para su madre. Además, la bandeja de pasteles, con que cada domingo hacía pecar a don Anselmo.
La más joven le echó los brazos al cuello depositando un sonoro beso en su mejilla y murmurando a continuación con voz melosa, “eres un amor”.
Ya en la mesa miró el plato. Uno, dos, tres, cuatro y, un trocito de jamón. Era la medida, el truco para evitar las arcadas que de otro modo, subirían hasta la garganta. Uno, dos… “¿Están ricos? hoy me han salido mejor que nunca- presumió la suegra sin pizca de humildad”… tres, cuatro y… ¡Maldición se había terminado el jamón!
Postre, café y varios pastelitos después, don Anselmo, dejando a los jóvenes frente al televisor, siguió a su mujer hasta la cocina. “¿Cuándo cambiarás el menú de los domingos? sabes cuánto aborrezco los guisantes” Ella, le hizo una carantoña antes de encogerse de hombros “Lo sé querido, pero así son las cosas. Al novio de la niña le encantan.”

Dolores Leis
Si te gusta la entrada, suscríbete a El ballet de las palabras: el blog cultural. by Email

7 comentarios:

  1. Este relato de Patxi es excelente. Precisamente me lo enseñó ayer por la mañana cuando le dije que había hecho un poema sobre esa misma idea que él me prestó en su tiempo. ¡Un lujo! Por supuesto, el poema está dedicado a él, que es una Musa auténtica, no tienen todas que llevar falda. Aunque, después de este comentario, sé que comentará que él si hace falta se pone falda...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me lo pasé genial leyendo en este certamen, pero el de Patxi es divertidísimo. ¡Me encanta!

      Eliminar
  2. ¡Qué bueno! Me he reído un montón. Muy original. ¡Enhorabuena, tanto a él como al segundo y tercer premio!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también me reí un montón. Y ya me lo he leído varias veces. Es tan divertido... ¡Bravo!

      Eliminar
  3. Casi dos días sin internet y cuando llego a Madrid me encuentro con la sorpresa de haber quedado la tercera en el certamen. Muchas gracias, nunca he ganado, ni he quedado finalista en nada y me hace muchísima ilusión.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Enhorabuena! Buen relato y el final genial, te arranca una sonrisa.
      Felicidades!!!

      Eliminar

Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.