lunes, 12 de noviembre de 2012

ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE CANALEJAS.


José Canalejas Méndez 1906 Joaquín Sorolla y Bastida..JPGHistóricamente, Canalejas es una figura relevante para España. Tenemos que situarnos a principios del siglo XX, en un momento muy parecido al nuestro a pesar de la aparente distancia temporal (si es que no aprendemos). Se están sintiendo las consecuencias de la política de la Restauración tras la Gloriosa y la I República. Cánovas había ideado un sistema basado en el turnismo de dos grupos políticos –el conservador y el liberal- que atendían más que a los votos al antojo del Rey y de la situación.  Es decir, si el partido conservador había provocado un escándalo, se colocaba al liberal bajo unas elecciones manipuladas en las que los otros partidos no contaban. Era, en definitiva, el gobierno de las elites, de los patronos. Los ricos se enriquecían más, mientras que los pobres se iban haciendo aún más pobres. El descontento obrero se estaba iniciando. Sin embargo, continuando con la tradición antiquísima, la oligarquía controlaba al pueblo mediante la propaganda y otras formas de manipulación en las que mucho tenía que ver las altas esferas eclesiásticas.


Los intelectuales, observadores y analíticos, avisaban de hacia dónde se caminaba de seguir las cosas así. Pero a España le cuesta escuchar a los inteligentes. De modo que apareció el conflicto con EEUU, a quien le interesaban puntos estratégicos de las posesiones españolas en América. El pueblo español fue engañado. La prensa ridiculizaba al ejército estadounidense y casi cantaba gestas épicas del español. Sin embargo, la realidad se abrió rápidamente paso: la tecnología armamentística anticuada de las débiles huestes hispanas nada pudieron hacer. Era un final que se esperaba por cualquier avispado, pero no por un pueblo manipulado. Y éste –tan subidito como estaba- cayó en una profunda depresión, haciéndolo ser totalmente apático.
De todos modos la pérdida de las colonias de ultramar no  tuvo graves consecuencias económicas en un principio (y como somos incapaces de analizar el ahora para saber hacia dónde se dirige…), pues los comerciantes volvieron a la península con su dinero. Sin embargo, por un lado, se perdió parte del comercio minero; por otro, como advertía, a gran parte de la población la embargó un sentimiento de derrota.
Los políticos son acusados de haber llevado a España al desastre, de no haber evitado el conflicto y de mentir al país. Dicha acusación parte de otros grupos, especialmente de los carlistas, los republicanos, nacionalistas y socialistas.
A pesar que la discusión sobre el problema de España procedía de antes, con el Desastre del 98 se hace mucho más cruda. Pero da lugar al renacimiento cultural.
Con todo, la crisis del 98 no provoca un cambio político inmediato, sino que se empieza a extender  el sentimiento reformador entre éstos.
Estos dos grupos políticos habían llevado al país al desastre de manera consciente, pues tenían clara la superioridad de EEUU. Sabían que el conflicto se evitaría vendiendo el territorio o dando la independencia a Cuba (incluso aboliendo la esclavitud veinte años antes). Pero les movió el miedo. El miedo a que ese gesto provocara un movimiento nacionalista en la península que derrocara a la Monarquía. Y no querían soltar el poder. Se empezaba a temer un levantamiento popular. Mas una derrota no daría lugar a tal sublevación.
Cuando Alfonso XIII sube al trono, los líderes de los grandes partidos han desaparecido y van siendo sustituidos por otros: Maura para el conservador (aunque hubo muchas disputas internas por el poder); Canalejas (también con numerosas luchas en su partido) para el liberal.
Se quería perpetuar el turnismo, pero existían dos problemas: por un lado, la desaparición de Cánovas y de Sagasta; por otro, la sociedad había cambiado y le resultaba indignante el pucherazo, el caciquismo y ese turno de dos partidos.
Los nuevos líderes son reformistas. En el caso de Maura pretende una profunda reforma del sistema, pero sin modificar las bases sociales; es decir, una reforma bajo el control de las altas elites.  Y cree que ha de comenzar por la reforma de la ley electoral, aunque nunca pensando en una verdadera democracia. Lo que pretende es un régimen político sin la participación del pueblo, aunque las masas debían sentirse representadas. Y para ello, el rey tenía que ser activo, trabajando tanto con los conservadores como con los liberales.  El problema era que la Constitución dividía los tres poderes, pero daba al rey potestad para hacer lo que le viniera en gana. Hasta entonces la figura Real había firmado los consejos del presidente de turno, pero ahora Alfonso XIII iba a participar. Por tanto, todo, en última instancia estaba bajo su único poder.
Aunque ha estado un periodo breve en el gobierno, Maura vuelve en 1907 tras la disolución de las cortes. Durante estos años, consigue aprobar sus proyectos económicos, dar cabida al plan de la armada (que ahora tiene que mantener una lucha absurda en Marruecos), sacar adelante la nueva ley electoral e iniciar la Mancomunidad catalana. Además de atraer a los nacionalista catalanes, también pretendía llevar a su posición a los católicos, los carlistas, y parte de la burguesía vasca  y catalana bajo la promesa de la desaparición del caciquismo.
A pesar de todo se hizo patente su conservadurismo en los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona en 1909. Todo había comenzado con los absurdos intereses imperialistas iniciados en el XIX como una moda y una forma demostrar su poderío cada país europeo. España quiso aparentar que seguía siendo una gran potencia a pesar que al pueblo no le interesaba. Le tocó Marruecos, donde tuvo que instalarse el ejército. En ese momento se necesitaba más gente que fuera a esa guerra y se tomó de manera obligatoria a gente de las clases bajas, que, sin ninguna preparación militar, tuvieron un triste final. Esto enfureció a la gente, instigada por el partido republicano nacionalista de Lerroux, aunque coincidió también con el anarquismo y con el socialismo de Pablo Iglesias. Se formó, durante una semana, una revuelta que llevó a quema de edificios eclesiásticos, a huelgas y manifestaciones. Terminó con una cruenta represión. El gobierno culpó a los intelectuales anarquistas que apostaban por una educación libre, a pesar de que habían sido los radicales. A pesar de las manifestaciones a su favor en París, Bélgica y España, Francisco Ferrer fue condenado a muerte. Causó un enorme escándalo. La izquierda protestó, pero Maura se mantuvo inflexible. Se fusiló a Ferrer. Temiendo que su propia figura acabara odiada por el pueblo, Alfonso XIII eliminó su confianza de Maura. El partido conservador volvía a quedar sin líder. Sin embargo, diez años más tarde, volvería en plena crisis del régimen.
Ahora le tocaba a un liberal, Moret, pero al Rey no le gustaba nada. Por ello no le concedió la disolución de las Cortes, que eran conservadoras. Así que dura un año.
Tras otros gobiernos, llega José Canlejas, un joven que va ganando prestigio en el partido liberal. Además cuenta con el apoyo del Conde de Romanones (Álvaro de Figueroa). Esta vez sí que concede la disolución de las Cortes. De este modo, a inicios de 1910 se constituye el gobierno liberal, encabezado por este joven reformista.
Quiere que el gobierno tienda hacia la verdadera izquierda. Por ello llega a una serie de acuerdos con los republicanos e intenta acercarse tanto a los socialistas como a los nacionalistas catalanes. Recordemos que la Restauración se caracteriza por dejar fuera a todo partido político que no sea el conservador y el liberal. Por eso Pablo Iglesias no se fía mucho. Y también traerá problemas a Canalejas esas simpatías.
También se dio cuenta de la necesidad de democratizar el sistema. Sin embargo, no se le permitía reformar la constitución. Así que intentó arreglar la cuestión de la Iglesia y de la enseñanza de la Universidad. El poder ideológico de la Iglesia era fuerte y controlaba al pueblo mediante su oligarquía educativa. Por influencia dela III República francesa, Canalejas dio libertad para crear escuelas fuera del poder de la Iglesia. Se la estaba jugando.
Además, como es consciente de que ésta es un obstáculo para la democracia y la mejora económica, pretendió aprobar la ley del condado, por la que se ponía límite a la fundación de instituciones religiosas, así como al dominio de la educación eclesiástica. Como era obvio en un país controlado por la Iglesia, esta ley provocó una fuerte oposición. De modo que no pudo ponerse en vigor.
Así que tenemos a grandes fuerzas que se oponen a la política reformista de Canalejas, a quien, además no le gusta la política violenta de ciertos grupos anarquistas.
Un día (hace cien años, el 12 de noviembre de 1912) que como solía ojeaba libros en un puesto del centro de Madrid, un hombre se acercó a él. Sonaron tres disparos que impactaron a bocajarro contra el liberal. El ruido llamó la atención de un policía, que se abalanzó contra el terrorista. Éste, viendo cuál iba a ser su final, empleó la misma pistola para suicidarse. Se dijo que era un anarquista que no había sido fichado por la policía hasta entonces, pero yo tengo mis serias dudas al respecto. Resultaba muy manido achacar atentados a anarquistas. Recuérdese el caso del asesinato de Prim.
Y así se finalizó con el intento de hacer unas reformas a las que se oponían las élites sociales. Comenzó el viaje vertiginoso hacia la caída de la Restauración a pesar de los intentos de las oligarquías de mantener sus privilegios a toda costa, incluso con una dictadura.


4 comentarios:

  1. Un aporte histórico muy completo y de gran interés.
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias. Creo que saber los entresijos de la Historia resulta de gran relevancia para comprender nuestros pasos y no volver a tropezar, que en este país somos un poco torpes.

      Un abrazo.

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  2. Caciquismo y cambio de partidos ¿Historia? Más bien diría que es España al día.
    Un artículo muy interesante, Patricia, y más actual de lo que nos gustaría a muchos ciudadanos y ciudadanas de este país.

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    1. Muchas gracias, Lola.

      Tienes razón. Continuamos igual bajo la apariencia de avance tecnológico.

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Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.