
Sin embargo, resulta
llamativo que haya sido ubicado, generalmente, en la época de la película en
vez de en la victoriana. Mas, la infidelidad del original no queda ahí. No
hemos de olvidar que la imagen grabada en la mente colectiva es el resultado de
un constructo de ilustración, teatro y cine. Las ilustraciones de Sidney Foget
en The strand Magazine fueron la base
para la iconografía de un Sherlock ataviado con gorro de cazador y la capa que
tanto se utilizó después en el cine, pero que no aparecen en el texto de Sir
Arthur Conan Doyle. Y a esto se sumó la pipa curvada que se añadió en teatro.
Así que se definió una imagen que se ha ido perpetuando en más de un siglo.
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