Venus y Adonis, Rubens |
Pero no habían tenido en cuenta los celos del dios de la guerra, Ares, que era el amante de Afrodita. Al percibir la pasión que la diosa sentía por el muchacho, Ares, airado, atacó a Adonis. Para ello se transformó en un jabalí. El animal lo hirió en la ingle, de la que brotó gran cantidad de sangre que se transformó en una anémona, la primera y efímera flor de la primavera. Afrodita corrió a socorrer al muchacho. Sin darse cuenta, la carrera hizo que su blanca piel se arañara con las zarzas. La sangre de la diosa tiñó las rosas, que hasta entonces habían sido blancas, de rojo.
Aunque el mito presenta varias versiones, todas ellas coinciden en la simbología. Adonis representa la vegetación que desciende al Hades en invierno (el tercio que pasa con Perséfone) y que vuelve para florecer en primavera (Afrodita). Representa el ciclo vital de la naturaleza.
Diferentes escritores han recogido esta escena, por ejemplo Shakespeare.
Si te gusta la entrada, suscríbete a El ballet de las palabras: el blog cultural. by Email
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.