sábado, 7 de septiembre de 2013

ESPAÑA EN EL PATÍBULO

Y España está en el patíbulo. ¿Por qué? Porque se les ha ocurrido a los corruptos que nos arruinan - que cierran centros educativos; que dejan a niños apelotonados en clase; que eliminan puestos docentes, sanitarios, servicios sociales y de todo tipo mientras cobran sobresueldos y se reparten sobres; que  van eliminando los subsidios; que van provocando la pobreza de familias que se suponían de clase media; que desahucian a los ciudadanos por  los crímenes de los bancos y las grandes empresas privadas con la que tanto tienen que ver los políticos actuales; que roban el dinero público, nuestro dinero, para sus empresas privadas o las de aquellos con los que han hecho tratos...- enriquecerse a costa de una actividad que ya se ha demostrado que produce más deudas que beneficios: las olimpiadas. Un espejismo para los incautos que todavía se dejan engañar por estos corruptos que buscan siempre su propio beneficio a costa del ciudadano que se supone que han de cuidar y proteger. Un engaño, un juego de manos para entretener a la masa mientras la atracan y la arruinan.

En un momento de crisis, en el que se supone que no hay dinero para lo básico -educación, sanidad y servicios sociales, aunque todos sabemos que ese dinero lo han sustraído para otros asuntos inmorales- y se han bajado una barbaridad los presupuestos dedicados a ello ¿vamos a endeudarnos más con unas olimpiadas? ¿Somos imbéciles?

Centros deportivos cerrados, privatizados o convertidos en campo de golf; deportistas sin cobrar; deportistas sin las subvenciones para participar en las olimpiadas; deportistas que no tienen dinero para los viajes ni para el material que necesitan en las diferentes competiciones. Pero nos dejamos engatusar por unas olimpiadas.

Ilustración de Hugo Martínez
Ciudades que se han dado cuenta de la ruina que produciría ser la sede olímpica en tales circunstancias y han sido lo suficiente inteligentes para  dar marcha atrás. Mas España siempre se ha dejado engañar por los maliciosos, los mismos que la han metido en la crisis -que se nos olvida pronto-, con sus trucos para mantener entretenida a la plebe mientras se hartan de desvalijarla. Emplear dinero público -sustraído de los presupuestos de educación, sanidad , servicios sociales, de nuestros propios impuestos-  y préstamos de los bancos para realizar las infraestructuras olímpicas que, a pesar de estar construidas gracias a nuestro dinero -ese que han quitado de la educación y salud de nuestros hijos- acabarán en manos de empresas privadas que no tendrán que cubrir las deudas, pues éste "honor" será de la ciudadanía, de cada uno de nosotros. Familias sin poder llegar a fin de mes, sin capacidad de alimentar a sus hijos (dando unas cifras asombrosas de pobreza infantil), en paro y desahuciadas que tendrán que pagar no sólo la deuda de la crisis de los bancos sino también la de unas olimpiadas que no venían a cuento mientras grandes empresas se han hecho con terrenos e instalaciones públicos para propio beneficio.

Y, ahora, a pesar del tremendo ridículo de Ana Botella- que llegó a la alcaldía de manera irregular-, estamos muy cerca del desastre mientras el populacho aplaude el fraude sin darse cuenta de que lo es. Esa es la marca España.

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4 comentarios:

  1. Ante este "embobamiento" de la población por lo que dicen quieren la mayoría, tu artículo es una bocanada de oxígeno para los que pensamos que el dispendio de los JJ.OO es un dispendio que atenta contra aquellos que actuamos de una forma honrada y honesta y analizamos y exigimos prioridades, sin el papanatismo imperante. Saludos

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    1. A mí - a mi salud mental y estomacal- me viene muy bien leer vuestros comentarios, pues oigo tantas tonterías a mi alrededor que me hacen creer que España no tiene ningún remedio y que me encuentro sola en el mundo al revés. Luego me acuerdo de que las personas que piensan no gritan ni forma barullo. Esa es mi esperanza.

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  2. "Populacho", tú lo has dicho, ballet. Porque si tanto defienden el deporte, pondrían más énfasis en defender a todas aquellas disciplinas que, pese a venirse con los oros de las competiciones mundiales, han de costearse los gastos que llegar a ese nivel les ocasiona. Con lo que se paga por el fichaje de nuevas botas de fútbol, se podían pagar las grandes deudas que estos mismos clubes tienen con la Hacienda Pública, y algunos otros no tendrían que cerrar sus instalaciones.

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    1. Y nos han tenido que decir desde fuera que gastemos el dinero en las prioridades antes de meternos en estas cosas. Siempre haciendo el ridículo fuera.

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Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.