miércoles, 7 de noviembre de 2012

LOS POBRES MÁS POBRES





Ilustración de Francisco Ibáñez



Ya lo he indicado más de una vez: resulta muy complejo seleccionar una noticia con todos los sucesos que influyen en esta situación: las tonterías y falsedades de Guindos; las burradas de Wert; las intervenciones de Aguirre (esta mujer nunca callará); huelga general (incluso de autónomos) del 14 de noviembre; la destrucción de la Sanidad concretado en la eliminación del Hospital de La Princesa; el desastre de Arena y el cinismo de los responsables; la desmantelación de la Educación; aumento del gasto en material de antidisturbios mientras hay alumnos que no tienen para material escolar y pasan frío en las clases (y el dinero se da a la privada y concertada); la cantidad (sobrepasan los doscientos) de asesores del Gobierno sin graduado escolar (¡así nos va!); el euro por receta; que las bajas de profesores quieran sustituirse por estudiantes; el gasto público (500.000 euros) que hace Ana Botella (alcaldesa de Madrid) para asuntos privados y un largo etc. Pero he decidido recordar un suceso extremadamente preocupante: el gran número de familias desahuciadas  en nuestro país, calculado en torno a la cifra de unos 535 cada día.  Y esto es un reflejo de lo que está sucediendo en un Estado conservador que apoya a un grupo selecto y ataca a la sociedad mediante recortes y corrupción: la desaparición de la clase media (cuando su presencia es síntoma de buena salud social), el empobrecimiento de la clase baja y el aumento de la riqueza de los que antes ya eran ricos y que quieren guardar sus privilegios a costa del bienestar del resto. La Edad Media ha vuelto.
¡535 cada día! ¡Es una auténtica bestialidad! Unos cuantos  están consiguiendo que la mayoría sea pobre, muy pobre. Y esto da mucho miedo, porque nunca se sabe cuándo puede pasarte a ti. Un día tienes un trabajo estable y, al siguiente (con esta Reforma Laboral que hemos dejado que nos impongan a pesar de lo incostitucional), te ves sin poder pagar la hipoteca. Entonces, te quitan la casa, el banco, que no la quiere para nada y que, incluso, le quema en las manos. Sin embargo, tú y tu familia os veis en  la calle, sin techo en el que guareceros, mientras oyes que te lo tienes merecido por perezoso, por no buscar trabajo y por vivir por encima de tus posibilidades. Y piensas en cuando podías pagar religiosamente tu hipoteca, porque tenías trabajo, pero que con tantos malditos recortes te has quedado sin casa y con una deuda a la que no te puedes enfrentar. Y todo por una ley anacrónica, de nada menos que de 1909, de un momento que no se adecua al nuestro y que pecaba de corrupto y caciquil. Mientras, los bancos chupando del frasco. ¿Por qué ellos sí tienen perdonadas sus deudas por préstamos sacado de nuestro dinero, ese que nos vendría bien ahora, y nosotros hemos de buscar sitio bajo el cada vez más transitado puente? 

No digo que no haya gente que no controló la realidad de sus necesidades y posibilidades o de la existencia de gente que se aprovechó para hacer el agosto con un piso de más. Sin embargo, me da la sensación de que se juzga a todos por igual cuando las situaciones son totalmente distintas. ¿Por qué no se comprueba el contexto? ¿Por qué no se permite a familias con difícil situación y con buena voluntad que paguen lo que puedan de la casa hasta que vengan tiempos mejores? ¿Por qué esos bancos no nos tratan como hemos hecho nosotros, que hemos pagado su deuda? No entiendo los corazones oscuros. Comportamientos tan viles desprendes una falta de inteligencia enorme.
Y que no se nos olvide el caso de algunos equipos de fútbol, que, a pesar de deber más de 700 millones de euros a Hacienda (a todos, vamos) no les sucede absolutamente nada.
 A veces miro a mi alrededor para ver si todo esto es una broma y están grabando mi cara de asombro cámaras de un programa de bromas. He incluso me he pellizcado para comprobar si estaba teniendo una pesadilla esperpéntica (que mis sueños son muy raros). Pero no. Observo mi piel enrojecida mientras oigo  estupideces de gente mediocre que dirige nuestras vidas y ha condicionado hasta la de nuestros bisnietos. Ni en mis sueños ocurren cosas tan absurdas y viles.
Y a pesar de todo el sufrimiento, el PP rechaza crear un fondo para rescatar a personas de la pobreza. En cambio...

Que Guindos mire a los ojos al decir a toda esta gente que los recortes empiezan a tener sus frutos. ¿Es una ironía con el fin de comunicar que es la medida para terminar con la superpoblación y los atascos? Un poco cínico, ¿no?






















1 comentario:

  1. Ya me dijo un amigo que si el dinero que se les ha dado a los bancos hubieran ido a parar para sanear las hipotecas de los particulares, la clase media no se hubiera desmoronado como lo está haciendo, a la par que los bancos hubieran recibido el dinero. ¿Por qué no se hizo si había más ciudadanos que se beneficiarían de la medida? Reflexionen sobre ello aquellos que aún creen que el PP es sinónimo de popular, de pueblo, y que se vela por los intereses de todos. Y si no, relean el artículo de este blog, donde en apenas diez o doce renglones se resumen barbaridades sonrojantes que, con que hubiera sido verdad únicamente una de ellas, ya sería motivo de dimisión. Pues no. En este país no sólo eso, sino que la indiferencia hace que los ignorantes se envalentonen, y salgan a la calle a decir y hacer más sandeces, que pagamos todos. ¡Pero claro, si los asesores no tienen ni la ESO! ¡Madre mía!

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Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.