lunes, 26 de noviembre de 2012

ANIVERSARIO DE LA CORONACIÓN DE ALFONSO X


Este año se cumplen 760 de la coronación de uno de los reyes más relevantes para la cultura española: Alfonso X.

Hijo de Fernando III de Castilla y de Elisabeth de Hohenstaufen.  En un momento en que la lengua castellana se menosprecia  como del vulgo, hereda de su padre justamente la idea de lo importante que resulta dar forma al idioma. La dota de valor al eliminar la preponderancia como lengua de cultura. Hasta entonces la literatura culta se compone en latín, incluso, la Escuela de Traductores de Toledo durante el XII había traducido el conocimiento grecolatino y oriental traído por los árabes al castellano sólo como borrador para pasarlo  al latín en hermosos libros que llegarán no sólo a los cultos del reino, sino también  de los europeos. Sin embargo, Alfonso X recupera esta institución con una nueva idea: ensalzar la lengua del pueblo.
De modo que se traduce al castellano no ya como medio para llegar a la versión latina,  sino para crear los primeros volúmenes con cultura escritos en una lengua que había sido, hasta entonces, menospreciada.

Pero Alfonso X al que fascina el conocimiento (especialmente a Astrología de ahí que se lo conociera como el Astrólogo, aunque haya quedado para la historia como el Sabio) y su círculo de los mejores intelectuales de las tres culturas (cristianos, judíos y musulmanes), se encuentra una serie de problemas con el idioma todavía en pañales. Todavía no se han fijado algunas grafías y aparece el mismo sonido representado de diferentes maneras, incluso en un mismo texto. Así que el Rey Sabio decide poner orden. Pondré un ejemplo: al evolucionar el latín al castellano aparecen sonidos nuevos que no tiene correspondencia gráfica hasta entonces. De este modo ocurre con nuestra ñ. Hasta entonces se podría encontrar representada de diferentes maneras nn, hn, nh, ñ. Y se decidió una sola forma entre todas las opciones: ñ.

Pero se encontró también con otras dificultades.

Como advertía más arriba esta lengua se halla en pañales y desprestigiada por lo que al traducir se encuentra con falta de vocabulario. Comienza a emplear uno de los procedimientos morfológicos más utilizado en castellano: la derivación.

También debemos a Alfonso X nuestra lengua fonemática, es decir que, más  o menos, tengamos una lengua que se escribe como se habla. Aunque todavía habrá de llevarse a cabo más ajustes en momentos posteriores (XVI y XVIII, principalmente). El Rey Sabio ha puesto la base para que el castellano madure. Primero será la prosa, poco a poco. Una vez la lengua haya cobrado soltura, empieza a aparecer la poesía, pero esto ya es en el siglo XV. Y es que en el  XIII la poesía lírica culta emplea el gallego – portugués por ser mucho más musical. Prueba de ello son las cantigas de Santa María, del propio rey. Como indicaba, el castellano todavía se encuentra en pañales como para dedicarse a un arte tan sublime como la poesía lírica.

Pero, además de su aportación a la reunión de conocimientos introduciéndolos en el Reino de Castilla y en Europa, a la lengua y a la prosa, Alfonso X fue rey que, adelantado a su época, no fue tan bien entendido por todo.

Con treinta y un años llegó al trono. Su objetivo era el Imperio Romano Germánico (con  el que estaba conectado por línea materna).

Tras veinte años, en 1275, renunció a este objetivo. Tres años antes había comenzado una etapa oscura.  La alta nobleza, ávida de poder, se enfrenta al mismo rey. Perdió a su primogénito, al que había estado preparando para que siguiera sus pasos culturales. Entonces se encontró con una situación aberrante: sus nietos (los infantes de la Cerda) y Sancho (el hijo segundón del monarca y bastante bárbaro, al que Alfonso X no tenía en las mientes como sucesor) se disputaban la corona que todavía se hallaba sobre la testa del Atrólogo. Y el Reino de Castilla aún se encuentra en la Reconquista.

A pesar de ser un rey de grandes aportaciones culturales, legislativas, lingüísticas y económicas (comercio interior mediante las ferias y un avanzado sistema financiero), chocó con los intereses personales de unos nobles ávidos de poder y privilegios (¡la historia de siempre!). Y es que los cambios del Rey Sabio conformaban una transición de la sociedad feudal a un estado moderno.

Podría añadir detalles, pero creo que lo mejor para saber más sobre este tema es la novela La maldición del Rey Sabio, una excepcional obra de literatura histórica (muy bien documentada) de JoséGuadalajara.





4 comentarios:

  1. Genial el aporte que has realizado sobre este gran personaje histórico.
    Gracias por compartir, un abrazo.

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    1. Muchas gracias. Lo he hecho de manera somera para que leáis La maldición del Rey Sabio, obra que no quiero destriparos.

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  2. Un artículo muy interesante y que me llega en un momento muy oportuno.
    Gracias Patricia por tu aportación.

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    1. Me alegra que te venga bien. Llevaba meses pensando en hacerlo, pero entre unas cosas y otras...

      Un abrazo.

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Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.