jueves, 8 de noviembre de 2012

ALGO DE SENSATEZ EN NUESTRA SOCIEDAD


Había una vez un Gobierno que decidió sacar de la barbarie a su pueblo. Legalizó el enlace de personas del mismo sexo, porque el amor no tiene barreras. Sin embargo, la malvada  oposición se enrabietó y, sin preocuparle los seres humanos, hizo acopio de hipocresía para presentar un recurso. Mientras las parejas eran felices por poder mostrar su amor y se dispararon los matrimonios.


 Siete años después, las cosas habían cambiado: esa oposición se había convertido en Gobierno, en uno retrógrado que provocó temblores en esos seres humanos que temieron lo que iba a venir después. ¿Ese papel que legitimaba su derecho como seres humanos iba a quedar invalidado?

Mas el Constitucional, por fin, se decidió a dar su respuesta. Quedaba asegurada la prosperidad del amor. Suspiros de alivio y algarabía llenaron las calles.

Sin embargo, en una oscura torre, algunos enrojecieron de ira como niños malcriados. Así que sólo se les ocurrió maldecir y decir tantas sandeces que a los habitantes de los alrededores les parecieron ridículos e inmaduros. De modo que dieron la espalda a la insensatez de los rabiosos y siguieron celebrando que en algo positivo eran modelo para otros países.

http://www.huffingtonpost.es/2012/11/06/el-tribunal-constituciona_n_2082833.html?1352225073&ncid=edlinkusaolp00000008

http://www.publico.es/espana/444994/somos-constitucionales-por-goleada

2 comentarios:

  1. Y también hubo una vez en la que, cuando ese gobierno estaba en la oposición, y el que gobernaba entonces sacó la ley de divorcio tan esperada por muchos matrimonios fracasados, el retrógrado fue el único grupo que la votó en contra. Pero, mira tú por dónde, resultó que después fueron en masa a aprovecharse de esa misma ley a la que se opusieron. ¿Qué harán ahora?

    ResponderEliminar
  2. Soy cristiano practicante (aunque siempre me ha sonado muy mal lo de practicante, probablemente porque lo asocio a las inyecciones que me ponían de niño, ya que mi madre, cuando me llevaba, decía que era "el practicante" las que las ponía), y me indigna la imagen que se le da a la religión cristiana en este tema, como bandera de una opinión tan absurda. Cierto es que Rouco y demás impresentables (que no me representan en absoluto; estoy más cerca de la opinión que Jesús era comunista (compartía lo poco que tenía con los que no tenían nada)) apoyan estas movilizaciones, pero también lo es que en el Evangelio Cristiano se pondera la necesidad de querer a todo el mundo por igual, e instaurar un mundo nuevo en el que todos seamos felices. Algunos no entienden que los convencionalismos deben ser interpretados en su contexto, y que la sociedad de la época de Jesús no es la actual. En cualquier caso, no hay ningún lugar en el Evangelio en el que Jesús hable de los matrimonios homosexuales, ni que ese término no lo englobe. Como profesor, estoy cansado de ver niños derrotados en vida por culpa de un hogar roto, y roto por matrimonios heterosexuales. Generalizar nunca ha sido una buena idea. Lo importante de la unión en la pareja es el amor, no el género de sus miembros. ¡Cuánto tonto hay suelto! Si Jesús volviera, más de uno de estos supuestos adalides de la decencia probaría en sus carnes el látigo del templo, a ver si espabilaba.

    ResponderEliminar

Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.