domingo, 12 de agosto de 2012

MITOS NÓRDICOS: EL FRESNO CÓSMICO O YGGDRASILL




Este árbol sagrado sustenta todo el universo. Para que el cosmos no se venga abajo, el Fresno Cósmico está creado con material tan duro que nada puede romperlo. Así, los nueve mundos que están a lo largo del Fresno Cósmico o Yggdrasill se encuentran protegidos.

Sus tres raíces parten de Asgardr, Jotunheim y Niflheim, cada uno con un pozo.

El de  Asgardr es el hogar de Urdr o Wyrdr, poderosa diosa que se encarga de mezclar el agua con la arcilla con el fin de formar una pasta que extiende por la raíz con el objetivo de alejar el mal. Este pozo también da vida a dos cisnes blancos. Además, allí se halla la cabeza de Mimar, quien había sido una divinidad. Sólo queda su testa, conservado bajo el poder de misteriosas hierbas (¿no os recuerda esto a los templarios, a las acusaciones que recibieron?). Su valor principal  estriba en que conoce el pasado, el presente y el futuro. Por eso Odín suele visitarla.

En cuanto a la segunda raíz, poco se sabe sobre ella más que llega hasta la residencia de los gigantes. Sin embargo, en la tercera, que está en Niflherm, donde borbota la Caldera Rugiente,  se encuentra el dragón Nithag (“el terrible mordedor”) o Nidröggr (“el de golpes malvados”). Por lo tanto, se dedica a roer y maltratar la raíz.

Un águila anciana, sabia y pendenciera, vive en la copa de Yggdrasill.  Taga Carroña, que es el nombre que recibe, provoca alguno de los vientos con su aleteo. La ardilla Diente de Rodeor se comporta como la mensajera (muchos son insultos) entre el águila y el dragón.

Además, cuatro monumentales ciervos comen los brotes del árbol, mientras que un nido de víboras envenenan los restos sanos. De esta manera limitan la existencia de mundos.

Yggdrasill significa “el corcel de Ygg (“el terrible”)”. E Ygg es uno de los nombres que recibe Odín. Éste marchó hacia allí para obtener una gran sabiduría. Para ello pretendía apoderarse de las runas, lenguaje divino. El alfabeto rúnico que conocemos (del II de. C) está constituido por veinticuatro grafismos (dieciséis en época vikinga) y tiene poca capacidad de producir oraciones, siendo éstas destinadas tanto a la magia como a la religión, que en el momento es lo mismo.

Para hacerse con ellas, Odín se somete al sacrificio exigido: colgar del cuello desde una rama de Yggdrasill durante nueve  días y noches. En el proceso los vientos aullaron. Solo, atemorizado y con un pie de la locura gritó. Con todo, llegó al conocimiento. Sin embargo, no se lo guardó para sí, sino que lo enseñó al resto de los dioses e, incluso, a los humanos.

Todo esto hace que los nórdicos sintieran una adoración por los árboles. Por ello no se talaban a no ser que fuera necesario. Entonces, se pedía perdón.

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