Conocí la música de Kítaro, junto a la de Himekami, hace años gracias a mi profesora de Expresión Corporal (junto a ballet y danza contemporánea, especialmente) que nos ayudaba a las que competíamos en campeonatos de Rítmica (no vaya a pensarse, lector, que era algo de gran importancia).
Este artista compone una música que llega al alma, la apacigua y la ayuda a unirse con la del resto de la humanidad. Y lo hace mediante el suave aglutinamiento de instrumentos tradicionales de diferentes culturas con arreglos modernos con el fin de crear imágenes musicales.
Comienza a tener gran relevancia internacional en los años ochenta, llegando a ser premiado por su espiritual música y la unión de novedad con tradición, siendo galardonado con un Grammy.
Es un genio de este arte, capaz de crear música con diferentes instrumentos: piano, guitarra, percusión.
A veces las palabras no son suficientes para expresar lo que sentimos, por ello, le dejo directamente con la música de este artista.
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