Comienza 2012 y con él el año del segundo aniversario de nacimiento del gran novelista británico Charles Dickens. Durante este entrante año homenajearemos a este espléndido autor que a muchos de nosotros nos crió con obras tales como Oliver Twis y Cuento de Navidad (que tantas versiones ha sufrido en la historia tanto de la literatura como del cine). En este primer artículo nos centraremos en su vida.
Dickens nace en 1812 (7 de febrero) en Partsmouth (Inglaterra) en el seno de una familia humilde y endeudada. Cuando el futuro autor contaba solo con dos años, la familia se mudó a Londres (número 10 de Norfolk street) y más tarde, en 1817, a Kent. Hasta los nueve años no lo mandaron a la escuela, lo que fue fundamento de ataques de los críticos posteriores. Sin embargo, lo solucionó con su pasión incansable por la lectura, donde destacan las novelas picarescas (Ton Jones, de Henry Fielding) y de aventuras (Robison Crusoe, de Daniel Defoe, y El Quijote, de Cervantes).
Cuando cuenta con once años, su familia vuelve a mudarse, esta vez a los suburbios londinenses.
Más tarde su padre fue encarcelado a causa de sus deudas y, curiosamente, compartió celda con su familia. Pero nuestro futuro autor vivió en Liltle Collage Street.
Poco después, y con solo doce años, comenzó su vida laboral en una fábrica, consiguiendo un mísero jornal, que debía valer para la subsistencia de toda la familia. Aunque su padre salió de la cárcel, las cosas no empezaron a mejorar hasta recibir una herencia. Sin embargo, la familia (especialmente su madre) no lo sacó de la fábrica. Todas estas experiencias son las que lo llevarían a realizar un análisis crítico sobre la explotación infantil como en Oliver Twis o David Copperfield, ésta muy cercana a su vivencia personal.
Con quince años (1827) comienza a trabajar en un bufete y un año más tarde se inicia su participación en prensa (primero en Doctor´s Commars y, más tarde, en Trae sun). También comienza a interesarse por el teatro, que terminó pronto (al menos hasta entonces) al no poder asistir a un casting por estar enfermo.
En 1836 se casa con Catherine Thompson Hogarth (hija del director de un periódico), con la que tuvo diez hijos y de la que se separaría más tarde, posiblemente, por problemas de faldas.
Su popularidad va en aumento, tanto es así que puede comprar la casa con la que soñaba en su infancia. Pero su prestigio se eleva con la publicación de dos obras literarias: Oliver Twis y Nicholas Nickleby. Aunque ésta había tenido buena acogida en EEUU, no sucedió lo mismo con el autor, que en su segundo viaje a este país (el primero había tenido lugar al principio de su matrimonio) había hecho (tras analizar con ojo crítico que el mito estadounidense resultaba ser un fraude) una serie de conferencias y publicado Notas de América, que giraban en torno a la crítica de la esclavitud. Parece que todo vuelve a la normalidad con Canción (o cuento) de Navidad, que se publica en 1843.
En la segunda mitad de la década de los cuarenta, comienza a trabajar planificando ya sus obras.
A finales de dicha década, funda un semanario (Househol words), cuyo fin es divulgar escritos de autores desconocidos y algunas de sus propias obras.
Tras un enfrentamiento con su editores por no subirle el sueldo a pesar de su fama, viaja por Europa, conociendo a Julio Verne en Francia.
Al volver a Inglaterra, las penurias económicas lo obligan a aumentar aún más su carga laboral, realizando representaciones teatrales y conferencias sobre, entre otras cosas, la crítica a la pena de muerte, pasatiempo preferido por el pueblo inglés (crítica que había hecho Larra respecto al pueblo español). También publica su obra más leída: David Copperfield.
En los años cincuenta comienza su segunda etapa como escritor. Es una época de enfermedad y de crisis matrimonial que lo conduce a la separación de su mujer.
En 1859 publica Historia de dos ciudades.
El 9 de junio de 1865 sufre un accidente ferroviario, en el que caen los siete primeros vagones, quedando justo en el que iba Dickens, que volvió al tren – tras ayudar a los heridos- a recuperar un manuscrito que había olvidado (Nuestro amigo mutuo). Esta experiencia- como ya había sucedido antes- le sirve para escribir El hombre – señal. Consigue evitar la investigación del suceso por encontrarse con su compañera sentimental, que habría podido años antes haber sido la causa de la separación de su mujer. La actriz Ellen Ternan no pudo ser esposa legal de Dickens, ya que en la época resulta imposible el divorcio, aunque la reina Victoria era lectora asidua de las novelas de aquél.
Cinco años después del accidente, que no pudo olvidar en toda su vida, Dickens murió tras una apoplejía, siendo enterrado en la <<Esquina de los poetas>> de la Abadía de Westminster, a pesar de que deseaba un entierro <<sin ostentaciones>>. Lo que si fue concedido es que no se hace ningún monumento en su honor, hasta que en 1981 se realiza uno en EEUU.
Su epitafio resume su pensamiento: <<fue simpatizante del pobre, del miserable y del oprimido; y con su muerte, el mundo ha perdido a uno de sus grandes escritores ingleses>>.
La publicación por entregas (folletines) de la mayoría de sus obras y la denuncia social levantaron el amor del pueblo por este autor que se preocupaba por sus penalidades (con un estilo realista, plagado de tintes humorísticos y de maniqueísmo, tan criticado por VirginiaWolf ).
Acabo de descubrir tu espacio y me alegra ver que somos muchos los que sentimos la necesidad de descansar y deambular por estos rincones de tranquilidad, donde se puede pensar y crear opinión, donde se puede uno enriquecer culturalmente en compañía de otros. Gracias por brindarnos esta oportunidad.
ResponderEliminarTe invito yo también a pasear por mi rincón, donde nos alegraremos de tu visita. Cada seguidor es siempre una puerta abierta a la cultura y literatura compartida.
http//:rinconpoeticolassalinas.blogspot.com
Saludos
MArian
Gracias por tu invitación. Ahora mismo me pongo a explorar.
ResponderEliminarPuede que también te interese pinchar en el enlace La danza de las palabras (blog con material didáctico que suelo emplear para mis alumnos).
Un saludo.
Patry.
Marian, me encanta!!!!!
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