lunes, 26 de diciembre de 2011

SEGUNDA ENTREGA DE GENIAL REPORTAJE DE JORDI ÉVOLE EN SALVADOS. ENTREVISTA A JOSEF AJRAM.


Esta entrevista inicial conduce al reportaje a intentar responder <<¿cómo los mercados nos meten miedo?>>. Para ello Jordi Évole ha seleccionado a Josef Ajram, que resulta muy didáctico. Asegura que <<a finales del 2008 el sistema financiero temblaba>>, ya que los especuladores estadounidense ya habían conseguido todo el dinero posible allí (hundiendo la economía de su país; no me dirás, querido lector, que esta gentuza no tiene delito). Así que lo que se les ocurre es arruinar otros estados vendiendo bonos de países. ¿Cómo? Empleando el miedo para devaluar. Mira que ya nos lo avisó el Gobierno de Zapatero, que no cayéramos en la trampa; pero nada, hasta los propios políticos  de nuestro país mentían aumentando ese miedo. Hasta que la mentira se convierte en realidad. Esto me recuerda a las escenas de películas yanquis sobre institutos cuando se expande un bulo sobre  la protagonista y ésta es marginada, hundiendo a la adolescencia en la miseria.

Josef Ajram nos pone una alegoría mucho mejor. Encuentra una analogía entre los mercados financieros y las lonjas de pescado: una agencia de calificación (que no siempre indica la calidad real); pescadores – Estados (que venden pescado – deuda para costear pensiones, paro…); pescaderos – Mercados (que compran pescados – valores para venderlo muy caro, pero teniendo en cuenta las pujas). La diferencia la encuentran en que los mercados se ponen de acuerdo entre ellos.

A continuación, el reportaje nos muestra lo accesible, sencillo y amoralmente poco controlado que está la especulación. Con un simple programa informático podemos vender bonos de un país. El ejemplo es el siguiente: con 3.100 dólares las entidades financieras nos prestarían – atención al escalofriante dato- 143.000 sin ninguna exigencia ni intereses cuando no están dando crédito a los ciudadanos de a pie. ¡Vaya panda de usureros!

De manera que lo que se ha venido haciendo es vender bonos (¡sin tenerlos!) de un país con la intención de dar lugar a su quiebra. Procuran el miedo para ganar dinero. Y los políticos europeos ¿por qué no regulan? Encogimiento de hombros, aunque tengo mis sospechas. Así que en realidad – como ya veníamos advirtiendo- no se necesitan los recortes (que a la larga resulta un peligro para la libertad y progreso de los Estados). Ya Rubalcaba indicó que se arrepentía de no haberlo cortado antes (siento decirle que los estados no tienen tanto control; debía ser la Unión Europea como grupo). ¿Habrá intereses económicos individuales de algunos políticos tanto europeos como españoles?

Leer también: entrega III y IV.

3 comentarios:

  1. En cuanto a la actitud de los políticos europeos, Patricia, piensa en cómo Zapatero acató todo lo que le mandó Merkel y cómo mimó a la choricesca banca; piensa en que Cameron ha preferido desvincularse de Europa antes de que le tocasen la City; piensa que nuestro actual ministro de Economía y Competitividad (ya el nombre...), Luis de Guindos, entre 2004 y 2008 fue consejero para Europa de Lehman Brothers. Política y finanzas están muy enredaditas entre sí.

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  2. Hola, Pablo. Gracias por escribir.

    Es obvio que si los políticos no han hecho nada se debe a una de esta tres causas: no tienen la más remota idea de qué hacer, por lo que son incompetentes; mantienen intereses económicos individuales opuestos a los sociales; o existen diferentes opiniones en el grupo, pero el que lo dirige (cara al público o moviendo los hilos desde las sombras) está guiado por una de las dos primeras opciones. Para mí que más de unos de nuestros políticos ha tenido la "genial" idea de desprestigiar nuestra propia economía por intereses económicos propios como un especulador sociópata más.

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  3. Los partidos políticos están sometidos a la banca. Todo empieza con los créditos que esta concede a los partidos para sufragarse las elecciones (ese delicado episodio donde se juegan la conquista del poder), pues el trato de favor que se les da (créditos blanditos, perdón de deudas...) tiene luego su compensación. Luego están otros factores de mayor calado, como el sometimiento al poder económico o las redes de intreses comunes (corrupción incluida) que se han tejido en la época del ladrillazo.

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Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.