jueves, 15 de diciembre de 2011

CIEN AÑOS DE LA TEORÍA DE LA RELATIVIDAD. EL SECRETO DEL CEREBRO DE EINSTEIN.

Aquí os dejo un artículo publicado en Artmaniaque en 2005.


            En el 2005 no sólo se celebra el centenario de El Quijote, sino también, entre otras, la aparición de la Teoría de la Relatividad. Pero, ¿qué relevancia ha tenido dicha teoría? ¿Era superdotado el creador o, por el contrario, tuvo problemas de aprendizaje? ¿Qué ocurriría si se analizara el cerebro de Einstein?

            En 1905 aparecieron tres documentos revolucionarios, aunque la Física los ignoró al principio. Sin embargo, la Teoría de la Relatividad tuvo y ha tenido gran importancia posterior. Por ejemplo, será antecedente directo de la teoría del Bing – Bang. Pero no siempre se dio el buen uso esperado por Eintein. De hecho, huyendo de las malas intenciones de los nazis, dio a parar a manos de unos aparentemente bien intencionados estadounidenses, que crearon la bomba atómica y la fusión nuclear.


            De cualquier modo, la aparición de la teoría es, al menos, curiosa. Einstein trabajaba como funcionario de patentes, por lo que disponía de gran tiempo libre para pensar. Así, un día que viajaba en el tranvía como todos, se fijó en la torre del reloj. Su imaginación le llevó a discurrir acerca de la rapidez en la que el tiempo corre; es decir, se cuestionó cómo se vería el reloj si el tren viajara a la velocidad de la luz. Su respuesta fue que quedaría igual, llegando a la conclusión de que espacio y tiempo son inseparables; pero existen varios tiempos en el universo, puesto que nuestro cerebro lo ralentiza o lo precipita según nuestra percepción.



            A pesar de todo, parece más interesante en estos momentos si en realidad fue un genio o tuvo problemas de aprendizaje. Para ello habría que analizar el cerebro. De hecho, ocurrió algo muy curioso – casi de novela policiaca- en el momento de la autopsia.  Bien, una vez muerto, el cuerpo del genio fue incinerado…, pero no completo. El cerebro había desaparecido, igual que el informe de la autopsia realizado por Tomas Harbi. El hijo lo descubrió por la prensa, mas con el fin de no dar publicidad, no insistió. Y ahí pareció quedar todo: con el cerebro de un genio desaparecido.

            En la actualidad, dos investigadores responden a la pregunta ¿qué convirtió a Einstein en un genio? de diferente forma: uno afirma que lo consiguió  a través de la IMAGINACIÓN, lo que no es analizable; mientras que el otro asegura que todo es neuronal, es decir, analizable. En otras palabras, la pregunta es si la genialidad es natural o adquirida.


            Una antigua teoría afirmaba que el cerebro era como un esqueleto que no se desarrolla. De modo que los genios ya nacen como tal. En cambio, una teoría más actual asegura que el cerebro es como un músculo que se va desarrollando.

En definitiva, Tomas Harbi fue comparado con el doctor Frankestain al robar y diseccionar el cerebro del genio. sin embargo, lo que él pretendía era avanzar en las investigaciones, esperando que la ciencia estuviera bastante desarrollad en el futuro para analizar el órgano robado. Y el principio fue en los años setenta, momento en que se descubrió la existencia de las células gliales. La hipótesis que surge es que se multiplican para desarrollar una parte de la mente. Se intenta demostrar con el cerebro de Einstein. Más o menos se consigue, pues se descubre que el científico había comenzado a hablar tardíamente, repitiendo palabras todavía a los cinco años como los autistas, caracterizados por la concentración extrema.

            Ha de recordarse que el cerebro había sido seccionado y clasificado, pero gracias a los medios informáticos y a una antigua fotografía, se ha conseguido crear un modelo tridimensional. Así, se llega a dos conclusiones: por un lado, la corteza parietal era diferente, pues existían más células gliales, que, además, eran anormalmente grandes, desarrollando el lado dedicado a las matemáticas; por otro lado, el acueducto silbio (normalmente el cerebro se encuentra dividido en dos), a penas se distingue, produciendo sinestesias (mezcla de sentidos).
Por último, Harbi no se encontraba solo en el “rapto” del cerebro,  sino que el mejor amigo de Eintein, Otto, según atestiguan una serie de cartas, fue cómplice silencioso.
A partir de esto, la ciencia ficción no se encuentra tan lejos, pues se considera que hacia el 2020 pueden crearse nanorobots y escasear el cerebro para las máquinas, que aprenderán y se desarrollarán más rápido. ¿No parece una película de terror? Es decir, lo que comenzó como un interés científico para descubrir el desarrollo del cerebro puede terminar con el liderazgo de las máquinas sobre la Humanidad.
Por otro lado, gracias al doctor Harbi, ha sido posible demostrar que todos somos capaces de convertirnos en genios si ejercitamos ese músculo que es el cerebro.
Para concluir, recordaremos una cita de Einstein a la pregunta de cómo ser un genio:

            <<dedico más tiempo a los problemas (…)  la imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento está limitado>>

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