El blog cultural (literatura, sociedad, aniversarios, curiosidades)de una docente que busca el ciudadano inteligente y cívico que no pueda ser manipulado ni engañado. Formemos ciudadanos de bien (ideal del XVIII).
Qué gran verdad. Hace muchos años, paseando por el monte, me salió por el camino una ardilla que estuvo un buen rato columpiándose en una rama y saltando de un lado a otro del árbol. Incluso, cuando apareció un milano, se puso de pie en el extremo de la rama, a sabiendas de que no había mucho que temer de tal rapaz. Se dice que un buen criterio para medir la inteligencia de un animal es el tiempo que dedica al juego, con lo que el hombre moderno no queda muy bien parado.
Siempre les digo a mis alumnos que tienen que intentar ser felices. Para ello, lo mejor es trabajar en algo que a uno le guste, que se divierta con ello.
Qué gran verdad. Hace muchos años, paseando por el monte, me salió por el camino una ardilla que estuvo un buen rato columpiándose en una rama y saltando de un lado a otro del árbol. Incluso, cuando apareció un milano, se puso de pie en el extremo de la rama, a sabiendas de que no había mucho que temer de tal rapaz. Se dice que un buen criterio para medir la inteligencia de un animal es el tiempo que dedica al juego, con lo que el hombre moderno no queda muy bien parado.
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