domingo, 27 de enero de 2013

MITOLOGÍA EGIPCIA: LA CREACIÓN DEL JUEGO DE LAS DAMAS Y LA ENÉADA.



 Del amor de los primeros hijos de Ra –Atum, Shu (dios del aire) y Tefnet, surgieron los gemelos Geb (el dios de la tierra) y Nut (la diosa del cielo). Geb y la hermosa Nut permanecieron abrazados durante siglos, quedando pegados tierra y cielo. Sin embargo, Ra –Atum sintió tanta envidia de su amor que exigió a Shu que los separara. El poderoso dios pisoteó a su hijo Geb (la tierra) y, con las manos, elevó a Nut. Aunque forcejearon para procurar conseguir su libertad, continuaron separados por la fuerza del padre. Ella estaba embarazada. Ra –Atum la maldijo para que no pudiera dar a luz en ningún día.


Mientras, Ra –Atum continuó creando. Así apareció el dios más sabio, Thot. Al ver a Nut, sintió lástima por ella. Decidió ayudarla. Por eso inventó las damas y  desafió a los demás dioses apostando tiempo. Ganó cinco días. Hay que recordar que Ra-Atum había organizado el año en trescientos sesenta días y que no permitía que en ninguno de ellos Nut diera a luz. Sin embargo, Thot sumó sus ganancias (esos cinco días), que no entraban en la maldición del gran dios. Por fin la bella Nut pudo dar a luz.

El primero en nacer fue Osiris. Al día siguiente, Heroeris. En el tercero, con grandes dolores, Net dio a luz a Seth. Los dos siguientes a  Isis y Neftis.

Osiris se había enamorado de la inteligente y valiente diosa de la magia, su hermana Isis, cuando todavía estaban en el vientre de Net.  Sus hermanos Seth y la dulce Neftis también se casaron, pero más por envidia que por amor. Y es que Seth odiaba a su hermano por haber nacido en primer lugar y tener la potestad de reinar.

Así ya estaba la nómina de los nueve dioses que formarían la Enéada: Ra-Atum, Shut, Tefnet, Geb, Nut, Osiris, Isis, Seth y Neftis.

1 comentario:

  1. Curiosa siempre la disposición de los panteones y su manera de ser formada. El detalle del enamoramiento de Isis y Osiris ya en el vientre materno me parece original. El número 9, mágico como tantos otros (el 3, 7 o 12), también presentes en otras tradiciones.
    Por otro lado, guardo un cariño especial a la mitología egipcia, pues fue la primera de la que tuve noticias siendo niño. Todavía recuerdo esas tardes con unos fascículos (no recuerdo la editorial ni el título) de color rojo en su portada con recortables en el interior. Las figuras con cuerpo humano y cabeza de animales me fascinaban, y los relatos sobre Osiris o el dios Ra me embelesaron, como el inicio para otras tradiciones posteriores, como la griega y romana.

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Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.