El blog cultural (literatura, sociedad, aniversarios, curiosidades)de una docente que busca el ciudadano inteligente y cívico que no pueda ser manipulado ni engañado. Formemos ciudadanos de bien (ideal del XVIII).
Esta cita me trae el recuerdo de una autora (perdonadme, pero no recuerdo el nombre), que vino hace unos años al instituto donde trabajaba, a tener una charla con los alumnos a propósito de un libro suyo que habían leído. Sorprendentemente, la intervención de la mujer comenzó por otros derroteros, diciendo que "Leer es un rollo, menudo engaño os hemos metido", con lo que consiguió ganarse al auditorio rápidamente. Luego, ya explicó que lo que diferenciaba la lectura de la tele o de otros divertimentos, era que el lector tenía que aceptar el hecho de que se le iba a exigir un sacrificio, pues no se podía leer bien y disfrutar del relato si no se ponían las neuronas al servicio de la historia. Uno puede hojear una revista, o hacer "zapping" sin prestar demasiada atención, pero la lectura exige otra actividad, mental, cansada, y a veces difícil. Eso sí, el premio para los que aceptan el juego es muy gratificante, pero claro, hay que llegar a la meta.
Hay tantas maneras de leer, y hace falta tanto talento para leer bien!
Esta cita me trae el recuerdo de una autora (perdonadme, pero no recuerdo el nombre), que vino hace unos años al instituto donde trabajaba, a tener una charla con los alumnos a propósito de un libro suyo que habían leído. Sorprendentemente, la intervención de la mujer comenzó por otros derroteros, diciendo que "Leer es un rollo, menudo engaño os hemos metido", con lo que consiguió ganarse al auditorio rápidamente. Luego, ya explicó que lo que diferenciaba la lectura de la tele o de otros divertimentos, era que el lector tenía que aceptar el hecho de que se le iba a exigir un sacrificio, pues no se podía leer bien y disfrutar del relato si no se ponían las neuronas al servicio de la historia. Uno puede hojear una revista, o hacer "zapping" sin prestar demasiada atención, pero la lectura exige otra actividad, mental, cansada, y a veces difícil. Eso sí, el premio para los que aceptan el juego es muy gratificante, pero claro, hay que llegar a la meta.
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