miércoles, 19 de diciembre de 2012

TRES TENORES DE LA POESÍA.





Antonio Daganzo.
Antes de ayer Antonio Daganzo se despedía del programa de la Comunidad de Madrid por la poesía joven. Lo acompañaron grandes voces como son David Morello y Fernando López. Entre todos leyeron más de una veintena de los cuidados poemas del primero.

A pesar de mis carreras por el subsuelo de la capital tras salir del trabajo, llegué justo cuando había concluido. ¡Con las ganas que tenía de oír a los tres tenores de la poesía! Sin embargo, cuando entré en el salón de actos de la biblioteca Joaquín Leguina, me abrazó una atmósfera de amor y cariño. Primero los padres del poeta homenajeado (encantadores) me dieron la bienvenida. Después, sonrisas y achuchones de  complicidad con los escritores que habían participado y con los que habían ido a dar su apoyo, como Emilio González, al que ya conocéis por un extraordinario poema que apareció en Literatura Viva. En ese momento sentí una especie de epifanía al estilo de Jorge Guillén. En un instante me di cuenta de que, en realidad, el mundo está bien hecho, que hay gente buena.

Me alegra que por casualidades de la vida, a pesar de los innumerables obstáculos, haya llegado a conocer a personas de alma excelente. Y todo comenzó cuando, hace ya unos años, la vida del interino me llevó a la otra punta de Madrid, a un pueblecito en cuyo instituto se malgastaba el talento y la bondad de un gran hombre: José Guadalajara.

Fernando López
David Morello
Emilio González
  

José Guadalajara

3 comentarios:

  1. Muchas gracias Patri, por este bello reportaje. ¡Qué haríamos sin ti! Una pena que desaparezca la Red de Arte Joven de Poesía.

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  2. ¡Yo estuve allí! Fue emotivo, pausado y entrañable. Sólo nos faltó, tal y como acostumbraba Moratín, a tener entre nuestras manos un buen tazón de chocolate caliente. Estuvimos muy a gusto, acariciados por esa capacidad innata de Antonio de dotar al lenguaje de la excelencia, a la vez que marca sin reservas el arcoiris de su alma. Siempre que lo escucho recibo esperanza en el idioma. Acostumbrado a convivir como profesor en el día a día con chavales empeñados en patear el diccionario (y yo mismo, en ocasiones, contagiarme de ese virus), es agradable comprobar que el castellano es un idioma regio, rico en matices, y que con el uso apropiado , como el que hace este poeta, puede erigirse en idioma mágico de los dioses. Gracias, Antonio, por tu profesionalidad, cariño, y, sobre todo, tu bondad.

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    1. Uy, ¿ya estás descubriendo episodios de mi novela? ;)

      Estoy de acuerdo con tus bonitas palabras. Antonio Daganzo es una auténtico artista con la palabra. La quiere, cuida y mima con esmero. Con él se ve esa grandeza que tiene nuestro idioma.

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Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.