Esta semana en el que el protagonista es el fin del mundo, he recordado que hay una teoría interesante sobre los monumentos antiguos.Parece ser, como ya se ha visto en otras entradas, que el eje de la tierra se modifica en torno a un periodo de unos veinticinco mil años, coincidiendo con alineamientos en cada solsticio. Y resulta que se ha descubierto que muchos de los antiguos monumentos precisamente se construyeron para predecir ese desastre. Si no cuadraba la luz con los agujeros, quería decir que la tierra se había movido y que en poco se convulsionaría. De modo que esos monumentos se crearon con el recuerdo de un horrible padecimiento, casi la desaparición de la humanidad. Tal vez el miedo a padecer algo así les hizo construir una especie de alarma.
Lo interesante de todo esto es la capacidad que tenían para crear tales prodigios arquitectónicos, así como la capacidad para alinearlos con perfección con los astros. A día de hoy es difícil conseguirlo, y eso que contamos con adelantos tecnológicos que aquellas civilizaciones no podrían ni soñar. ¿Cómo lo hicieron?
ResponderEliminarDesde que era muy pequeña, siempre he creído que ha habido alguna civilización con igual o más tecnología que nosotros, pero que se perdió. Hay algo que ignoramos a pesar de nuestro orgullo.
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