Parece ser que
–todavía está sin confirmar- que las cosas son muy diferentes en política del
Antiguo Régimen empleada en España frente a la social y responsable de Francia
en lo poco que lleva su nuevo presidente.
Por lo visto
estas son algunas de las medidas para cambiar el futuro de los ciudadanos
franceses. De ser cierto esto, ya vemos que es posible hacerse y aquí
deberíamos activarnos. No digo que el gobierno del PP lo haga –eso resulta
bastante inocente e iluso, pues ya conocemos lo que pretende este grupo
político que representa a unas elites económicas (nunca intelectuales ni
morales)-, sino que la ciudadanía española se una (sin envidias ni idioteces
que la caracteriza) para derrocar a un gobierno injusto e irresponsable que
–esta vez sí- nos está llevando por un sendero sin retorno.
Aquí se ha
oído más de una vez la idea de que se deshicieran de unos coches oficiales que nunca debieron existir. La respuesta de muchos
era que “Total, el gasto ya está hecho”. Una actitud resignada de una
ciudadanía que –en su mayoría- está dejando hacer a esta gente. Mientras, en
Francia, se han suprimido. La salida a ese gasto anterior ha sido SUBASTARLOS. El dinero resultante va a
parar a un fondo público para favorecer
el bienestar del Estado, comenzando con las zonas menos favorecidas.
A la vez, se
ha enviado un escrito de unas doce líneas en el que se avisaba de la eliminación de los vehículos de empresa,
argumentando que si un ejecutivo que gana 650.000 euros al año no puede permitirse el
lujo de comprase un coche con sus ingresos del trabajo, quiere decir que es
demasiado ambicioso, que es estúpido o que es deshonesto. El dinero
resultante irá destinado (desde agosto) a la creación de institutos de
investigación científica, lo que dará lugar a la contratación de 2560
científicos que en estos momentos se encuentran desempleados. Una medida muy
inteligente, pues cualquiera con dos dedos de frente sabe que lo que mejora la
sociedad es la educación y la investigación.
Por otro
lado, se pretende atacar el paraíso
fiscal, que tilda de socialmente
inmoral. A esto se suma una medida urgente por la cual tributan más
aquellas familias que ganan más de cinco millones de euros al año. Y esto ha
servido para contratar a una alta cantidad de licenciados que estaban
desempleados, entre ellos profesores de educación pública (6.900 desde
principios de julio y unos 12.500 que se contratarán en septiembre). Igualito
que aquí.
A esto se
suma el hecho de que el Estado francés ha
eliminado los subsidios a la
Iglesia , dinero que, entre otras cosas, era empleado para
centros privados. El resultado es que ese ahorro se emplea para crear más
centros infantiles y de primaria.
Además se fomenta la contratación de licenciados
desempleados en cooperativas y librerías concediendo impuesto 0.
También ha
habido bajada de sueldo a
funcionarios, pero no a los que menos cobran como en España. En Francia lo ha
disminuido a diputados y a funcionarios que cobran 800.000
euros anuales (¡qué pasta!). El resultado es el ahorro de unos cuatro millones
que van ayudar a madres solteras con problemas económicos.
Como
consecuencia Hollande y su grupo gubernamental han conseguido en estas semanas
reactivar la economía aumentando la
competitividad de la producción francesa.
De ser todo
esto cierto se muestra que hay verdaderos políticos preocupados por la
sociedad; si no lo es, este listado de actuación también es ejemplo de un buen
camino a seguir y que defender.
Extraordinario artículo, Patricia. Ponerse a comparar España con Francia puede llevarnos a la depresión. Podría hacer aquí un comentario de la extensión de un artículo, lo cual sería una descortesía, así que me limitaré a señalar un par de cosas:
ResponderEliminar-En Francia se ha podido hacer esto porque el partido socialista de allí piensa y funciona como algo distinto a la derecha y con principios de igualdad y progreso, mientras que lo de aquí no es un abanico político con distintas opciones, sino una clase política con intereeses solidarios y conductas muy similares: la sumisión a la banca, los coches oficiales, la corrupción, los sueldos de escándalo: todos los partidos con experiencia de poder han caído en eso: aquí no hay alternancia, da igual PP que PSOE o nacionalistas.
-Lo de las medidas rechazadas a los técnicos de Hacienda te da idea de por dónde vamos y te recuerdo que el frenazo a la investigación del fraude fiscal ya lo dio Zapatero.
-Nuestros medios de comunicación: estas propuestas de Hollande han tenido menos eco que la estupidez aquella de los teleñecos francewses burlándose de nuestros deportistas.
-Y, por qué no decirlo, la diferencia de países: aquí sale lo de los guiñoles esos y la gente se indigna; hablas de moralidad en la política y en la vida pública y la gente te toma por imbécil. Así estamos.
Así funciona este país, nos indignamos por lo de los guiñoles -tema de moda en la prensa durante bastante tiempo, y no aparece casi nada de las medidas de Francia. Lo que sí debería indignarnos por hacernos ver de manera práctica que sí se pueden intentar hacer las cosas bien. Sigo diciendo que prefiero que España pierda en deportes si a cambio mejora nuestra calidad de vida. Como diría José Mota: "las gallinas que salen por las que entran". En fin que tenemos un problema serio, porque no sabemos priorizar, dejamos que nos gobiernes unos inútiles y unos cínicos; pero no me parece acertado decir que todos los del PSOE o los de IU son unos cafres que han olvidado qué es la izquierda. Hay gente competente. Supongo que es lo mismo que afirmar que los profesores son unos inútiles en su totalidad, cuando tú y yo sabemos que no son así las cosas.De cualquier modo, sigo pensando que quienes deben dirigir a un pueblo son los intelectuales.Cada vez me entristece más los diálogos absurdos que hay en la mayoría de la sociedad que hace patente la incapacidad de profundizar hasta en lo más simple y cotidiano.Las cosas están así justamente por eso, porque la mayoría presenta un mente muy básica. Muestra de ello es tu último apunte y algo absurdo que me pasó el otro día que ya te contaré. Lo peor es intentar hacer ver algo simple a unas personas que se han abandonado tanto que ya no tienen capacidad para profundizar y comprender lo que es verdaderamente importante. Vamos, que se quedan en la carcasa y encima se creen que son extremadamente inteligentes y te ningunean sin darse cuenta de que, en realidad, están haciendo el ridículo. Me da mucha pena. Y yo soy muy cabezota e intento explicar repetidamente con la esperanza de que a alguno se le encienda la luz.Por ahora parece que me doy contra un muro.
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